Campeón del mundo y de América con Brasil, ganador de la Champions en 2006 con el FC Barcelona, Balón de Oro en 2005, Copa Libertadores... y un sinfín de títulos son los que adornan la vitrina de Ronaldo de Assis Moreira, Ronaldinho. Doce años después, poco más que la sonrisa queda del que fuera mejor jugador del mundo, ídolo en el Camp Nou y respetado hasta en el mismísimo Santiago Bernabéu.

Ronaldinho llegó a Barcelona en 2003 por 23 millones de euros de la mano de Sandro Rosell. Su magia deslumbro a medio mundo desde el primer partido, con un zapatazo desde su casa en el 'partido del gazpacho' ante el Sevilla. En el Barça se hizo grande y fue una figura fundamental en el resurgir de un equipo que solo presumía de la Champions de Wembley, en 1991.

Solo tres años después de que la segunda 'Orejona' en París comenzó la decadencia de un Ronaldinho que dejó a un lado la pelota, su físico y se preocupó más por las tentaciones que el fútbol ya no podía ofrecerle.

La decadencia de un ídolo y sus últimas polémicas

Milan, Flamengo, Atlético Mineiro, Querétaro y Fluminense, todo un tour de equipos en los que 'Ronnei' buscaba engordar su cuenta bancaria solo con su mera presencia. Tan solo en el conjunto albinegro, en 2012, Ronaldinho volvió a dar pequeñas pinceladas de lo que fue, pero poco más.

El pasado mes de enero el hermano de Ronaldinho anunciaba su retirada oficial. El brasileño dejó de ir de flor en flor y se dedicó a protagonizar bolos, partidos de leyendas y actos en los siguen siendo recibido como si el tiempo no hubiera pasado por él.

Ha sido en los últimos días cuando la polémica ha salpicado de lleno al exjugador carioca. Primero, con motivo de las elecciones en Brasil y su apoyo público a Jair Bolsonaro a través de Twitter: "Para un mejor Brasil, quiero paz, seguridad y alguien que nos da alegría de nuevo. Elegí vivir en Brasil, y quiero un Brasil mejor para todos", escribió Ronaldinho junto a una imagen suya con el dorsal '17', número que representaba la lista de Bolsonaro.

Este gesto no gustó nada al FC Barcelona, que le convirtió en embajador del conjunto culé en 2017 y que ha llegado a reducir la aparición de 'Dinho' en actos institucionales apadrinados por el propio Barça.

El último episodio de las aventuras de Ronaldinho ha tenido lugar este martes, cuando el portal UOL publicó que la Fiscalía de Brasil encontró unos 6 euros en las cuentas bancarias del exjugador brasileño, que se enfrentaba una deuda de dos millones de euros por la construcción ilegal de una plataforma de pesca y una estructura para atracar bancos.

El juez encargado del caso retiró el pasaporte a un Ronaldinho que se encontraba en paradero desconocido hasta hace unas horas, cuando él mismo publicó en su perfil de Instagram una foto con otras leyendas como Higuita, Rivaldo o Cafú.

Un sinfín de deslices

Ya en su etapa de jugador Ronaldinho protagonizó numerosos episodios por los que fue criticado por sus propios seguidores. En el año 2007 asistió a una fiesta organizada por su compatriota Robinho, una celebración que acabó con Ronaldinho en el maletero de un coche y con un agasajo un tanto curioso a los invitados: 40 preservativos para que dieran rienda suelta a su pasión.

Poco después, a su llegada a Milán, Ronaldinho volvió a acaparar titulares por otra fiesta en la habitación de un hotel a la que acudieron varios amigos y modelos. El brasileño gastó 75.000 euros, el Milan perdió horas después ante el Inter y Ronaldinho fue el centro de las críticas.

De fiesta en fiesta, en su 32 cumpleaños, 'Dinho' volvió a alquilar una habitación de hotel que disfrutó durante cinco días. El exjugador se excusó tras las críticas recibidas: ''En Europa no se meten en la vida privada de la gente".

[Más información: El Barcelona se posiciona en contra de los valores políticos de Ronaldinho]

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