Marc Sutton, un ciclista aficionado que estaba realizando en mountain bike la ruta de Super Morzine en los Alpes franceses, murió el pasado domingo víctima de un disparo de escopeta. Según publica la prensa inglesa el ciclista británico fue confundido con un jabalí por un joven cazador local de 22 años que formaba parte de una batida compuesta por 18 personas, pese a vestir con ropa de alta visibilidad, la confusión se produjo y costó la vida del joven corredor. 

El ciclista, que estaba acusado de violación por su hermana y varias mujeres más, residía en Francia donde trabajaba en un restaurante. Según medios locales, murió antes de que el helicóptero de emergencias pudiese acudir a su rescate y su familia lamenta que falleciese "tan rápido y sin sufrir". Aunque su madre y su hermana han tenido opiniones diferentes acerca de la muerte de Marc. 

Su madre, sin pelos en la lengua, emitió un comunicado por Facebook, donde aseguraba que "era un monstruo y ojalá se pudra en el infierno", mientras explica que su historial de violencia se remonta a los 11 años cuando trató de apuñalar a una compañera de clase. Su hermana fue más allá y confirma que "era un violador y me alegro de que esté muerto, me siento aliviada de que ya no pueda lastimar a nadie más". 

Sus víctimas cargan contra su imagen 

En unas duras declaraciones a The Sun, la hermana relata la carga que sentía porque siguiese vivo y fuera de prisión."Merecía ser fusilado como un animal, era el animal más grande que había", explicaba su hermana. 

También algunas de sus exnovias se han manifestado para apoyar a la familia y denunciar sus malas experiencias con Sutton: "Nos hizo pasar por todo el infierno, ahora es su turno de ir al infierno y pudrirse. Lo pintaron para que fuera una especie de ángel pero sabemos que era un psicópata"

Noticias relacionadas