“Después de la lesión de Sergio Llull, decidimos que Álex iba a dar un paso adelante, que sería nuestro escolta titular. Es una pena que ya no esté con nosotros el resto del campeonato. Era una pieza muy importante de nuestro esquema”. Sergio Scariolo, una vez más, tiene que resignarse ante la serie de catastróficas desdichas sufridas por los exteriores españoles recientemente. El último en caer ha sido Abrines, que estaba ante una oportunidad inmejorable para despuntar en este Eurobasket. Sin embargo, sus buenas sensaciones y expectativas se esfumaron con esos siete puntos y dos rebotes en 15 minutos (con un comienzo arrollador, todo sea dicho) ante Montenegro: un golpe en la rodilla durante el debut acabó, cuatro partidos consecutivos sin vestirse de corto después, con su concurso en el torneo.

El acuerdo entre la FEB y los Oklahoma City Thunder para descartar definitivamente al mallorquín en pleno campeonato no es sólo el último episodio de mala suerte del mallorquín con España. Que también, porque apenas jugó en el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016; además, se quedó sin ir al Eurobasket de 2015 por otra lesión, una fascitis plantar. El 'gafe' de los exteriores españoles en los últimos meses se remonta a octubre de 2016.

Pau Ribas en un encuentro con el Barça. Alejandro García EFE

Entonces, Pau Ribas sufrió una rotura completa del tendón de Aquiles del pie izquierdo mientras disputaba un partido de Euroliga con el Barça. Causó baja el resto de la temporada. Para todavía mayor desgracia, volvió a lesionarse este verano en plena concentración con la selección española en Benahavís. De nuevo, con cierta gravedad, porque se rompió el ligamento lateral interno de la rodilla derecha de forma parcial. Se habló, por lo menos, de seis semanas fuera de las canchas.

Poco después de la primera lesión de Ribas, cayó Javi Beirán. Capaz de jugar tanto de escolta como de alero, el gran Tenerife del curso pasado tuvo que aprender a vivir sin el madrileño también durante casi todo el año. Dijo adiós a las canchas en diciembre, cuando se rompió parcialmente el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Estaba en el mejor momento de su vida. Y, de haber seguido así, no hubiese sido nada descabellado verle con España: 12,1 puntos, 6,4 rebotes y 2,8 asistencias de media en la ACB antes de lesionarse.

Javi Beirán la pasada temporada. Ángel Pérez ACB Photo

Otro exterior español muy debilitado por su físico esta última temporada, con secuelas de lesiones a rastras, ha sido Rudy Fernández. Su espalda, siempre motivo de preocupación desde aquella caída fatal en la NBA, le impide ser lo que fue. Tanto es así que el paisano de Abrines, también capaz de ser 'dos' o 'tres', firmó los peores números anotadores de su carrera la pasada temporada (6,7 puntos por encuentro entre ACB y Euroliga). Para prevenir males mayores, el jugador del Real Madrid decidió descansar este verano y renunciar a la selección. Con lo que ello significó, por muy mala época que arrastre: la ausencia de uno de los habituales en las gestas de la generación dorada española, puntal en varias de ellas.

Rudy Fernández en los últimos playoffs de la ACB. A. Villalba ACB Photo

Sin embargo, la peor noticia aún estaba por llegar. En plena gira de amistosos preparatorios del Eurobasket, Sergio Llull se rompió. En plena entrada a canasta contra Bélgica, su rodilla derecha hizo un mal gesto y el consiguiente 'crac'. El ligamento cruzado anterior quedó roto por completo: entre seis y nueve meses de baja para una de las estrellas indiscutibles de la selección. Sobre todo, tras un año tan redondo en todas las competiciones de la mano del Real Madrid, llevándose de forma unánime los MVP de la Copa del Rey, la Euroliga y la ACB. Perder al menorquín fue el golpe más bajo y duro de todos.

Sergio Llull intenta anotar ante Bélgica antes de lesionarse. AgenciaLOF / FEB

Aunque ahora, ya superado aquello, toca afrontar otro mazazo como es la pérdida de Abrines. Con la mejor liga del mundo no exenta de críticas en todo este asunto. “Lo vivimos el año pasado con Marc. Pese a intentarlo y estar en dinámica de equipo, Memphis tenía la idea cerrada y no iba a poner ninguna facilidad para que fuese a los Juegos. Con Abrines, ante una lesión de cierta gravedad y cierto riesgo, las franquicias protegen lo máximo que pueden a los jugadores y a los técnicos. Veremos si se puede mejorar y el jugador puede tener un poco más de libertad, que no esté entre la espada y la pared y no pueda defender a su equipo y a la selección”, clamó Pau Gasol.

Que el nuevo máximo anotador histórico del Eurobasket no disputase las ediciones de 2005 y 2013, tampoco el Mundial de 2010, tuvo que ver, entre otras cosas, con sus equipos. También queda en el recuerdo la famosa póliza de los Toronto Raptors en 2007 para que, a última hora, el actual presidente federativo Jorge Garbajosa estuviese en el Eurobasket tras superar una lesión de tobillo. O las múltiples renuncias de jugadores de toda condición y país a las competiciones FIBA, año sí y año también, por ese influjo de la NBA. Haya o no problemas físicos de por medio.

Fuera del terreno extradeportivo, la gran evidencia deportiva que deja la salida de Abrines es que el capitán Juan Carlos Navarro queda como único escolta puro del equipo nacional. Aunque no está rindiendo mal y hay más soluciones para el problema (Sergio Rodríguez, jugar con él y Ricky Rubio a la vez, Joan Sastre, San Emeterio), el 'gafe' del perímetro está ahí. La salud se llevó por delante a unos cuantos jugadores, aunque, como bien apuntó el Chacho, “la selección y su grupo, durante muchos años, se ha sobrepuesto a todos los problemas que ha podido haber”. Tendrá que seguir haciéndolo, y ahora más que nunca, en los cruces.

Abrines tras un entrenamiento con la selección en Rumanía. Juan Carlos Hidalgo EFE

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