Javier Fernández ya no es nuevo en esto. Sabe cómo reaccionar tras la victoria, cómo celebrar los títulos y, sobre todo, cómo ganar. Al fin y al cabo, colecciona seis campeonatos de Europa consecutivos –el último, conseguido este viernes– y dos del mundo (2015 y 2016). Sin embargo, esta vez fue diferente. Acabó su ejercicio, esperó el resultado y saltó como no lo había hecho en otras ocasiones. ¡Y no es para menos! Después de un comienzo de temporada irregular, coge aire con este cetro continental de cara a lo que está por venir: los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang. Allí espera colgarse una medalla y convertirse en leyenda.



Los cimientos para este triunfo los puso Javier Fernández al imponerse a sus 35 rivales con al menos 12’49 puntos de ventaja en el programa corto del Europeo el pasado miércoles. El español, en dicha prueba, recibió una nota de 103’82. Muy por detrás se quedaron Dmitri Aliev (91’33), Deniss Vasiljevs (85’11) y Mijail Kolyada (83’41), los siguientes por puestos.

En la final, con Don Quijote de La Mancha sonando, el español, aunque no cuajó su mejor intervención, sí que consiguió imponerse a sus rivales ataviado con una camisa a lo Cervantes. Y, después del ejercicio -el mejor suyo de toda la temporada a pesar de no ser perfecto-, sonrió, con 191 puntos, dándose por ganador. 

Este título continental lo coloca entre los grandes de la historia de su deporte. Javier Fernández es el único patinador que se ha proclamado campeón de Europa en seis ocasiones consecutivas desde que Karl Schäfer –que acabó logrando ocho– lo lograra entre 1929 y 1936. El ruso Evgeni Plushenko sumó siete, pero en un periodo de 12 años. Dos datos que ponen en valor lo conseguido por el madrileño, a la altura de muy pocos en el mundo y de nadie en España. Sonriente, gozoso y contento tras finalizar su ejercicio.

Ahora, Javier Fernández se centrará en los Juegos Olímpicos de Invierno. Y lo hace sin nada que lo entretenga. Desde hace semanas, no da entrevistas. Quiere esa medalla. Después ya tendrá tiempo de atener a los medios, pero el español quiere ganar la única presea que le queda en su palmarés. A por eso irá, como campeón de Europa. Y ya, desde hace tiempo, como el mejor de la historia de España en esta disciplina. 

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