El hallazgo en Jerusalén de parte de una mesa de medición del siglo I a.C. que se usaba para pesar vino o aceite apunta a que en el lugar podría haber existido hace dos milenios un mercado que abastecería a los peregrinos que recorrían el camino hacia el Segundo Templo.

En el yacimiento también se encontraron decenas de pesos de medición de piedra, todo ello ubicado en unas excavaciones en el Parque Arqueológico de la Ciudad de David, en Jerusalén Este, territorio palestino ocupado, según informó hoy la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI). El descubrimiento de los artefactos en este punto refuerza la teoría de que era la plaza principal de lo que históricamente se conoció como la ciudad baja de Jerusalén, remarcan los expertos.

Creen que allí podrían haber estado las oficinas del inspector encargado de supervisar los pesos y medidas de la urbe, así como el mercado "que sirvió de punto focal de comercio" en la zona. Esta albergaba la milenaria ruta conocida como el Camino de los Peregrinos (judíos), que partía de la piscina de Siloé hasta el Monte del Templo (denominación judía de la actual Explanada de las Mezquitas, Noble Santuario para el islam).

El profesor Ronny Reich remarca que en las últimas décadas solo se han descubierto dos tablas similares a esta que se utilizaban para medir volúmenes, aunque en la época había otros artefactos de piedra para realizar esta función que "eran muy populares".

En una parte del artefacto desenterrado quedan "dos cavidades profundas, cada una con un drenaje en el fondo", explica Reich, que concreta, "su parte inferior podía taparse con un dedo, llenarse con un líquido de algún tipo, y una vez se retiraba el dedo, el líquido podía volcarse en un recipiente determinando así su volumen". "De esta forma, los comerciantes podían calibrar sus instrumentos de medición utilizando un estándar uniforme", añade.

Según el arqueólogo Ari Levi, director de la excavación y miembro de la AAI, entre los hallazgos cabe destacar "la gran cantidad de pesos de medición de piedra hechos en tamaños distintos", con una forma plana y redonda, que se usaban para medir masas distintas y "son típicos" de la época en Jerusalén.

"La mesa de medición estándar y los pesos de piedra descubiertos cerca respaldan la teoría de que este era el lugar de una gran actividad comercial, y quizás pueda indicar la existencia de un mercado" que habría dado vida a esta urbe milenaria, concluye Levi.

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