Desde que el confinamiento se hizo efectivo el 14 de marzo, las ciudadanos han aprovechado las infinitas horas caseras para meterse en la cocina y demostrar su habilidad entre fogones. Una de ellas ha sido Belén Esteban (46 años) que, debido a que es persona de riesgo, lleva confinada en su casa desde el inicio y ha llevado a cabo su sección culinaria dentro su hogar en Paracuellos del Jarama. Gracias al éxito de sus intervenciones, Telecinco ha pensado en un nuevo formato que aúne la esencia de Sálvame y la gastronomía, y así ha creado La última cena, un programa que se emitirá próximamente.

El show estará presentado por Jorge Javier Vázquez (49) y tal y como ha desvelado la cadena "tendrá su punto de partida en Sálvame Tomate, donde los fogones se encenderán tras anunciarse la identidad de dos colaboradores seleccionados para preparar un menú de su elección. Allí mismo empezarán a cocinar, tras habilitar una zona del plató específicamente para ello. Mientras concluye el programa y hasta que empiece La última cena en el horario estelar de la noche y en directo, será el tiempo del que dispongan para terminar de preparar sus elaboraciones, decorar la mesa y vestirse para recibir a sus invitados".

Mientras se resuelve la fecha de emisión concreta, Telecinco no para de emitir el vídeo promocional del que auguran será su nuevo filón del prime time. Y la imagen que han empleado para presentar el programa no es otra que la del cuadro de La última cena de Leonardo da Vinci.

El majestuoso mural que el pintor florentino tardó tres años en crear, de 1495 a 1498, se ha convertido en un perfecto recurso visual para el nuevo proyecto del presentador de Sálvame y sus 12 colaboradores estrella. En esta edición pictórica de Mediaset, el catalán preside la mesa y a su alrededor se disponen sus esenciales 'apóstoles' televisivos.

Lo más curioso de la imagen es la posición de los colaboradores. Parece que su colocación no ha sido al azar y esconde un juego significativo que podría revelar mucho más de lo que se muestra. Cada discípulo de Jesucristo tenía un carácter marcado y una historia que arrastra su ser, por eso, resulta inevitable ver lo que hay detrás de la elección de cada colaborador en su alter ego cristiano.

A continuación presentamos la disposición de cada uno, de izquierda a derecha, con su respectivo apóstol y lo que su definición esconde:

Comparativa del cuadro de Da Vinci (arriba), con el anuncio de Telecinco de 'La última cena' con los rostros de 'Sálvame'.

Rafa Mora (37): se 'reencarna' en Bartolomé, también llamado Natanael, es más conocido como el rebelde que fue uno de los discípulos a los que Jesús se le apareció en el Mar de Tiberiades después de su Resurrección. Esta alegoría puede atribuirse, de forma vulgar, a la historia de Rafa, a quien Sálvame se le apareció para convertirle en uno de los integrantes del 'lado oscuro' del programa.

María Patiño (48): representa a Santiago el Menor. La tradición cristiana siempre lo ha identificado como "el hermano del Señor", por tanto, el hermano pequeño de Jesucristo, que en este caso es Jorge Javier. Esto se podría entender como que Socialité es el hermano menor de Sálvame.

Antonio Montero (56): Andrés, también conocido como San Andrés, fue el primer apóstol de Jesús. El hecho de identificar al colaborador con este discípulo podría deberse a que es uno de los rostros más cristianos de entre quienes se sientan en el plató de Telecinco, y además, es uno de los que más tiempo lleva en el mundo del corazón, ya que comenzó como paparazzi.

Alonso Caparrós (49): recibe el papel de Judas Iscariote, quien ha pasado a la tradición cristiana como el traidor por antonomasia de Jesucristo. Resulta curioso que el presentador de Furor tome esta posición, ya que no destaca precisamente por traicionar a sus compañeros. Quizá solo se ha ganado su alter ego porque ambos comparten pelo y barba oscura.

Jesús Manuel Ruiz (42): Simón Pedro. Uno de los discípulos más destacados de Jesús de Nazaret, quien siempre llamó la atención del Mesías por sus innumerables facetas: pescador, lavador de pies y se le considera el primer Papa. Esto podría identificarse con la figura más polifacética del colaborador, siempre atento a las peticiones del programa (desde bailar la Jota hasta raparse el pelo en directo).

Belén Esteban: Es Juan. La mayoría de los autores lo considera el más joven del grupo de los doce. La de Paracuellos no es precisamente la más joven de Sálvame pero sí destaca por su aura ocioso que recuerda a la juventud. Además, a Juan se le atribuía el símbolo del águila, "devoradora pasión del espíritu", y a pasión a Belén no le gana nadie.

Jorge Javier Vázquez: Jesucristo. No había ninguna duda sobre esta posición. De 'rey del cortijo' a Dios en la mesa.

Kiko Hernández (43): El ex gran hermano es Tomás. El nombre Tomás significa "gemelo" en arameo, y curiosamente lo más importante de la vida del colaborador son sus dos hijas mellizas, Abril y Jimena (3).

Mila Ximénez (67): Santiago el Mayor. Se trata de la persona que perteneció al llamado "círculo de dilectos" de Jesús, que estuvo junto a él en las ocasiones más especiales de su vida. Esto resume a la perfección el vínculo inquebrantable que existe entre Mila y Jorge Javier.

Anabel Pantoja (33): Está en la posición de Felipe, discípulo que fue pregonando que había encontrado al Mesías. "Ven y lo verás", es una de sus frases más conocidas. Este carácter rotundo y transparente se identifica mucho con el de la sobrina de Isabel Pantoja.

Gema López (49): Mateo tiene una historia que destaca por su absoluta vocación. Según los textos, lo dejó todo al ser llamado por Jesús. De igual manera que Gema, quien vive el Periodismo de forma rigurosa y es fiel al mandato de Jorge Javier.

Lydia Lozano (59): A Judas Tadeo la tradición católica lo venera como el santo de las causas difíciles y desesperadas, algo que encaja bien con el papel que, sin quererlo, recibe a veces Lydia en el plató de Sálvame.

Kiko Matamoros (63): Encarna a Simón el Celote, el apóstol más misterioso de la mesa. Apenas existen datos sobre él, sin embargo, se sabe bien de su labor como arduo defensor de los sacerdotes del templo. Del mismo modo que Matamoros defiende a los personajes más polémicos de muchas de las tramas rosas.

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