María de Mora en una imagen de archivo. Gtres
Un año sin María de Mora, la 'madame' de las famosas: cena de amigas para recordarla y la vida de su discreto hijo en Suiza
Según conoce EL ESPAÑOL, no habrá ninguna misa homenaje para recordar a la querida empresaria, que luchó contra tres cánceres a lo largo de 35 años.
Más información: Muere María de Mora, la 'madame' que organizaba cenas entre poderosos hombres y mujeres famosas por 20.000 €
Hace un año que perdió la vida María de Mora, conocida durante años por, además de aparecer en televisión, organizar lujosas cenas para poderosos hombres y mujeres famosas por más de 20.000 euros. La empresaria se convirtió, así, en un rostro célebre de la pequeña pantalla.
No obstante, la salud le golpeó duro hasta en tres ocasiones: tuvo que encarar tres cánceres de mama. El último revés lo afrontó en 2014. Un duro período de salud que, desgraciadamente, no consiguió superar. Se la despidió en el Tanatorio de La Paz.
La vida privada de María de Mora siempre quedó preservada y apenas si habló de ella la bautizada como madame de los famosos en los platós de televisión. Sabido es que tenía un hijo. Ahora, un año después, ¿cómo es la vida de su vástago? ¿Se le hará algún homenaje o misa?
María de Mora en una imagen de archivo.
Gtres
EL ESPAÑOL trata de dar respuesta a través de una buena amiga de De Mora, la gurú de la belleza y experta en cirugía estética Lola Sopeña. Ambas amigas protagonizaron una bonita e intensa y leal amistad que duró hasta el final. Lola tendió la mano a su amiga y no se la soltó nunca.
Sopeña ha estado en la vida de María en los momentos de mayor felicidad y disfrute, pero también en los peores. Sostiene Lola de su amiga que fue una mujer extraordinaria, siempre con una sonrisa en el rostro, a pesar de todo. "María era de mis mejores amigas", explica a EL ESPAÑOL.
"En los últimos años estuve a su lado y los peores momentos los pasamos juntas; hospitales, ingresos... Tuvo unos meses muy malos. Llevaba luchando contra el cáncer 35 años y estaba en programas experimentales", informa Sopeña.
Y agrega: "En principio no se va a hacer misa ni nada, porque es su hijo quien tendría que hacerlo, pero vive fuera no se va a hacer nada de misa. Lo que vamos a hacer es que este sábado cuatro amigas o cinco amigas nos vamos a ir a La Máquina, de Jorge Juan, a comer".
La elección de este sitio, huelga decir, no es baladí: "Que ahí hemos bebido las mejores botellas de champán y hemos pasado unos ratos maravillosos. Ese es el plan que tenemos". En lo tocante al vástago de María de Mora, se informa a este medio que vive en Suiza.
María de Mora en una imagen de archivo. Gtres
"Su hijo vive en Suiza, por temas familiares, porque su exmujer y su hija se fueron allí. Y él se fue para estar cerca. Cuando María se puso ya muy malita, su hijo volvió", explica Lola Sopeña. Para la gurú de la belleza, María era luz, amor, bonhomía, generosidad: "Era una maravillosa persona".
Fue en 2014 cuando María de Mora se sentó en el plató del extinto Deluxe para contar que volvía a padecer cáncer por tercera vez, todos ellos de mama.
"Cuando me dijeron que tenía cáncer, mi primera reacción fue decir 'no me lo puedo creer'. Tuve miedo, mucho miedo. Pensé que no iba a poder superarlo. Creí que no iba a tener fuerzas para afrontar un tratamiento tan agresivo como el que atravesé hace 17 años", explicó.
El primero fue a los 36, el segundo a los 38 y el tercero a los 53. María de Mora saltó a la fama en 2004 tras ser víctima de una cámara oculta que pretendía destapar a famosas actrices y presentadores que, supuestamente, ejercían la prostitución y cuyos nombres se encontraban en un archivo que tenía ella en su poder.
Fueron múltiples los programas de televisión que quisieron relatar su testimonio. Así se convirtió en un rostro habitual de Antena 3 y Telecinco. Siempre jugó a la ambigüedad para no destapar los secretos de rostros conocidos y evitar así demandas o represalias.
Pero sí que confirmó ser el puente entre las famosas y los poderosos, a quienes esta ponía en contacto. Unas veladas por las que se pagaban ingentes cantidades de dinero.
Nunca se consideró una madame y así lo explicó en Sábado Deluxe: "Jamás les he cobrado a las chicas, porque eso sería un delito. Yo cobraba de mis clientes por presentarles chicas para ir a cenar, pero nunca de ellas. Jamás les dije que tenían que acostarse con nadie".
La empresaria decidió apartarse de los medios de comunicación y reinventarse como asesora estética. Era a través de sus redes sociales, donde acumula casi 2.000 seguidores, donde hablaba y debatía sobre los retoques y las cirugías de rostros populares.
En sus últimos años de vida, fueron muchos los nombres que se relacionaron con la empresaria y que luego negaban conocerla. "Hay famosas que han trabajado para mí y ahora niegan conocerme", expresaba. Defendió en el programa Dónde estás corazón que dejó el negocio por miedo.