Isabel Gemio junto a su primogénito, Gustavo, en un acto público en Madrid, en 2019. Gtres
Isabel Gemio revela que su hijo Gustavo, que sufre distrofia muscular, ha estado ingresado en el hospital: el motivo
En su último acto público, la presentadora ha revelado este revés en la salud de su hijo. Afortunadamente, todo quedó superado y el joven está bien y en casa.
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La querida presentadora Isabel Gemio (64 años) ha vivido un verano un tanto agridulce. Al mismo tiempo que esperaba el estreno de la nueva temporada de su programa radiofónico en RNE, El último tren, tuvo que afrontar un -nuevo- revés de salud de su hijo mayor, Gustavo (28).
Así lo ha revelado la comunicadora en las últimas horas, durante la presentación de la nueva etapa de su magacín nocturno. Ahí, la periodista ha hecho su confesión más íntima, que ha conmovido ante las cámaras de Europa Press.
Gemio ha revelado que su hijo mayor, Gustavo, ha estado ingresado en el hospital durante el verano: "En el veranito hemos estado un poquito así. Bueno, ya está, ya ha salido por ahí. Por eso no me importa. El mayor ha estado ingresado unos días".
Isabel Gemio, junto a sus dos hijos. Gtres
En esa línea, añade Isabel: "Pero no me gusta hablar de ello. Son cosas que pasan y las madres y las familias que tienen estos enfermos en casa saben que es muy habitual pasar días en un hospital". Sostiene la presentadora que, como siempre, está ahí: al quite.
No lo dice como un acto heroico, para nada: hace lo que toda madre en su lugar haría. "Por supuesto, hay que estar ahí, no queda otra. Ya todo está bien, todo está bien". De este modo, además, Gemio revela que su hijo ya está bien, y en casa.
Conviene recordar que Gustavo, de 28 años, padece distrofia muscular de Duchenne, una enfermedad genética, degenerativa y considerada rara, que afecta principalmente a varones.
Fue diagnosticado cuando tenía apenas 21 meses, y desde entonces, Isabel ha estado volcada en su cuidado y en la visibilización de esta dolencia. "A los 12 años ya necesitó una silla de ruedas. A los 14 ya no podía abrazarnos", relató en una carta pública con motivo del Día Mundial de Duchenne.
Isabel Gemio y sus hijos en un acto público. Gtres
La enfermedad impide que el cuerpo produzca suficiente distrofina, una proteína esencial para el funcionamiento muscular. Con el tiempo, los músculos se debilitan, afectando la movilidad, la respiración y el corazón.
Aunque no existe una cura definitiva, los avances médicos han mejorado la esperanza de vida y la calidad asistencial de los pacientes.
Isabel Gemio no sólo ha sido madre, sino también activista. En 2008 fundó la Fundación Isabel Gemio para la Investigación de Distrofias Musculares y otras Enfermedades Raras, con el objetivo de impulsar la investigación científica y apoyar a las familias afectadas.
"Creía que la enfermedad de mi hijo iba a acabar conmigo", confesó en una entrevista, reconociendo que atravesó una depresión camuflada tras el diagnóstico.
A lo largo de los años, ha convertido su dolor en motor de acción, participando en campañas, congresos y actos públicos para exigir más recursos, más investigación y más humanidad en el trato a los enfermos.
"Claro que ha habido progresos, pero se necesitan más apoyos. En cuanto a la cuestión institucional, estamos por debajo de la media europea respecto a inversión en ciencia en general, así que no te quiero contar en patologías minoritarias", explicó Isabel, hace poco, en una entrevista con Magas, en EL ESPAÑOL.
Agregó Isabel: "Supone un gran apoyo emocional, pero a veces me siento impotente porque el tiempo pasa y no se avanza todo lo que debiera. Muchas enfermedades son degenerativas y hay niños que mueren antes de los cinco años".