La historiadora y escritora Valeria Vegas en un acto público en junio de 2023, en Madrid.

La historiadora y escritora Valeria Vegas en un acto público en junio de 2023, en Madrid. Gtres

Famosos ENTREVISTA

Valeria Vegas: "Sara Montiel llevó en silencio la enfermedad de Pepe Tous. Le ocultó la gravedad y lloraba a escondidas"

EL ESPAÑOL charla con la directora justo cuando acaba de estrenar en HBO MAX la ficción Súper Sara, que repasa la vida y obra de la manchega.

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En abril del año pasado, Valeria Vegas (39 años) hizo otra escapada a Los Ángeles pero, en esa ocasión, vivió algo muy especial. Cerquita de donde se alojaba se encuentran dos retratos de Pedro Almodóvar y Sara Montiel, del artista visual Aitor Saraiba.

Un homenaje a dos de los españoles más universales y, sin pensárselo dos veces, la periodista y directora valenciana se encomendó ante la manchega. ¿El motivo?

Unos días antes había tenido una reunión con los directivos de HBO para ver si le compraban la idea de un documental sobre la primera gran estrella española que conquistó Hollywood. Incluso le mandó una foto al productor.

Valeria Vegas, en un acto público en Madrid, en 2024.

Valeria Vegas, en un acto público en Madrid, en 2024. Gtres

Dos meses y medio después lo aprobaron, en agosto se pusieron con la preproducción y rodaron todo el mes de octubre en tres sets muy al estilo Sara: un saloncito rosa muy kitsch, un camerino aterciopelado y una terraza llena de plantas y palmeras que podría ser Mallorca o Miami.

Desde este 13 de junio se puede ver en Max. Lo que ha pretendido Valeria es reforzar el mito. "Me apetecía mucho. Hay gente que conoce a Sara que se ha quedado con una idea equivocada y se han olvidado ciertos méritos y luego los jóvenes tienen ideas muy difusas", asegura Vegas.

Y añade: "Este documental sirve un poco para acercar el mito y la persona”. Durante el proceso de recopilación de material, Valeria y sus cuatro redactoras, Lidia, Miriam, Carola y Andrea, se toparon con algo increíble.

La Montiel fue una mujer adelantada a su época. Muchas de las cosas que hacen las féminas hoy en día ella ya las hizo en los cincuenta o los sesenta. En cierto sentido fue una influencer en su época. Aquí sentaba muy mal que una señora con setenta años dijera o vistiera casi lo mismo que alguien de treinta. Pero eso a Sara le traía sin cuidado. Por encima de todo era libre.

En nuestro país, generalmente, se tiende a erradicar los mitos y desde la aparición de las redes sociales prácticamente se eliminan de un plumazo. ¿Qué queda del mito de Sara Montiel?

Entre los más jóvenes lo guapa que era, casi no han visto sus películas. Y entre los que saben un poco también queda la idea de que triunfó en Hollywood. El resto se ha perdido. Luego hay otros jóvenes que saben quién es porque se peleaba con Marujita Díaz en televisión, pero eso es anecdótico. Quienes esperen ver esas peleas se llevarán una desilusión.

¿Por qué muchos hijos de grandes artistas-mitos españoles no cuidan el legado?

Es muy difícil ser hijo de, unos que lo llevan mejor y hay otros a los que les pesa. A este último grupo pertenece Thais, ten en cuenta que es mayor que Zeus y ella vivió todo lo que suponía los posados en la prensa del corazón cuando no le apetecía en absoluto. Posados con el árbol de Navidad en octubre para publicarlo en diciembre, los veraneos en la playa y el barco, el viaje a Disneylandia… Thais lo sufrió mucho. Y Zeus, fíjate, se quedó con el apellido de su madre, tiene otro enfoque. No son de estar detrás de ese legado.

¿Te costó mucho convencer a Thais y Zeus para que te dieran las imágenes caseras?

Fue Thais quien las ofreció, es quien más había estado pegada a su madre y sabía que había cosas interesantes. Cuando mi productor y yo nos reunimos con ella para explicarle el proyecto le pregunté si había algo íntimo porque siempre enriquece más, ya que no queríamos caer en el reportaje televisivo.

Nos contó que había muchas VHS de los ochenta y los noventa porque su padre, Pepe Tous, les grababa siempre, así que las cogió todas del trastero y nos las dio todas, confió plenamente en nosotros. Yo no sé si lo hubiera hecho. Al acabar le dimos las copias digitalizadas por deferencia. En las imágenes se puede ver a Sara bañándose en la piscina, dando los potitos…. Rara vez Sara se mostraba Antonia, la señora manchega. Esto es maravilloso por lo inédito y encima te acerca a la mujer que hay tras el mito.

Sara Montiel, en una fotografía compartida en las redes sociales de Vegas.

Sara Montiel, en una fotografía compartida en las redes sociales de Vegas.

¿Te pusieron alguna condición?

Los hijos no querían un reportaje como si fuera un programita más, querían algo bonito. Como no tienen las herramientas y no están metidos dentro de la industria abrieron muchas cajas con diapositivas, fotos … Si la familia no rema a favor de obra no sale. Mira Carmen Sevilla, sería imposible hacer algo. Solo basta ver cómo se comportó su hijo durante el entierro porque fue devolviendo las coronas de flores. Seguramente habrá tirado todo el material.

Sara era muy lista.

Totalmente. Sara generó el automito, ella misma construía mucho, por eso, se permitía esa línea entre la fantasía y la realidad. Hizo su propia Wikipedia, era nuestra corresponsal en Hollywood. Nuestra primera estrella en Hollywood desde que el cine se convirtió en industria.

Hasta la llegada de Banderas en 1990 no hubo otra persona como ella. Fue tremendamente inteligente porque en Hollywood era la cola de león y aquí cabeza de ratón, y como aquí lo petó con El último cuplé y La violetera, decidió quedarse en España antes que hacer de india.

Ya que estamos en pleno mes del Orgullo, ¿cree que sin el colectivo habría desaparecido antes la estela de la Montiel?

Totalmente. Una vez que Sara implosiona con El último cuplé y La violetera, porque la época de México aquí no se veía ni se valoraba, el colectivo quedó fascinado y la comprendió en todas sus vertientes. Les gustaban todas las Saras.

Desde hace unos años ya no existe esa Sara imitada por transformistas, donde algunas de ellas han pagado sus facturas y sus hipotecas, como La Margot o Sandra Montiel, a quienes llevó en alguna ocasión al programa Ven al Paralelo. Fíjate tú hasta dónde llegó su influencia que hubo gente que se conformó con ver a la imitadora. Pero qué duda cabe que el colectivo LGTB la sigue venerando, por eso continúa la admiración.

¿Con qué testimonios cuenta?

Aparecen Alaska (62), Norma Duval (69), José Bono (74), Zeus Montiel (42), Loles León (74), Boris Izaguirre (59), Bibiana Fernández (71). Luego hay varias entrevistas inéditas como son las de Joan Gimeno, que fue el copresentador junto a Sara de los programas Ven al Paralelo; Luis Fernando Carrasco, su más íntimo amigo de toda la vida que jamás había hablado sobre la actriz y la del actor Enric Majó, que durante los ochenta fue pareja de Terenci Moix -el escritor inventó lo de Saritísima-, quienes pasaban veranos enteros con Sara y Pepe en Mallorca.

Pepe Tous junto a sus hijos, Zeus y Thais.

Pepe Tous junto a sus hijos, Zeus y Thais.

Como eran unos anfitriones y amigos tan generosos, cuando alguno de ellos decía que se iban después de diez días, Sara y Pepe les decían que de ninguna manera, y allí se instalaron con el servicio interno. Desde allí Terenci escribió muchísimo. Me gustó mucho que todos tuvieran muchas ganas de encumbrar o rendir pleitesía a Sara. No hubo que convencer a nadie como en otras ocasiones en las que te preguntas si se paga o no.

Tengo entendido que Loles León se emocionó mucho en la intervención.

En el segundo episodio, Loles lee una carta que tenemos gracias a Thais. En una carpeta se conservaban todos los telegramas de cuando murió Pepe firmados por la Casa Real, la Casa de Alba, Paco Umbral, Amparo Rivelles, Imperio Argentina, Rocío Dúrcal, Rocío Jurado, etc.

Y al fondo apareció una carta morada escrita a mano. Era de Loles. Cuando se la encontró de repente, porque no le dijimos nada, la leyó y rompió a llorar. Me dijo que aún se acordaba de cuando fue a comprar el papel morado.

La enfermedad de Pepe fue un golpe tremendo para Sara.

Lo llevó totalmente en silencio. Se lo guardó para sí misma. En todo momento le ocultó a Pepe la gravedad. Sara estaba acostumbrada a ser la show-woman que se reía de su propio mito, le gustaba ser erótica y lo sufrió todo por amor.

En cierta ocasión, mientras grababan Ven al Paralelo, Joan Gimeno la vio llorar entre cajas, nunca la había visto así. Se acuerda porque aquella noche actuaba María del Monte (63). Se lo confesó y le dijo que no dijera nada, que la procesión iba por dentro. Así son los grandes, esa es su forma de vivir, la de entregarse.