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El pasado sábado, 7 de junio, Íñigo Onieva ha cumplido 36 años. Con motivo de esta fecha tan señalada, Tamara Falcó (43 años) le ha dedicado unas bonitas palabras.

"Feliz 36, Love", comienza diciendo en sus redes sociales. "Gracias por tu corazón, tu fuerza y por hacerme reír incluso en los días más raros".

"La vida contigo es un regalo que celebro cada día. Te quiero infinito", concluye. El mensaje de la Marquesa de Griñón ha estado acompañado por un bonito álbum de fotos que recoge algunos de los mejores momentos que han vivido juntos.

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Desde su boda, -celebrada en julio de 2023-, a su 'segunda' luna de miel en la Polinesia Francesa. En un total de nueve preciosas instantáneas, la aristócrata recoge los momentos más especiales de su historia de amor con el empresario madrileño.

Algunas de las imágenes, por cierto, no las habíamos visto hasta ahora. Besos, abrazos, horas de siesta juntos, compromisos de su vida social o sus intensos viajes por el mundo. La hija de Isabel Preysler (74) no deja un detalle al azar.

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    Una boda que sorteó todas las dificultades

    La hija del desaparecido Carlos Falcó ha compartido una bonita foto de su boda con Onieva.

    El enlace se celebró el 8 de julio de 2023 en el Palacio de El Rincón, en la localidad madrileña de Aldea del Fresno. Una propiedad que heredró del marqués tras su fallecimiento como consecuencia del COVID, el 20 de marzo de 2020.

    Como todo el mundo sabe, la pareja tuvo que sortear todo tipo de obstáculos antes de darse el 'sí, quiero'.

    Unos meses antes de jurarse amor eterno se destaparon las supuestas infidelidades del madrileño. Este fue visto besando a otra mujer que no era Tamara en el Festival Burning Man, en Estados Unidos. El escándalo estaba servido.

    Tras el tsunami mediático en el que se convirtió aquello, la aristócrata llegó a romper con él, abandonar la casa en la que vivían y cancelar la boda.

    Meses después, en diciembre de 2022, se dieron una segunda oportunidad. Tamara perdonó a su prometido y siguieron adelante con sus planes de boda. Y tan felices hasta hoy.

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    Varios vestidos de boda

    En aquella boda de cuento de hadas, Tamara lució un total de tres vestidos. Uno para la ceremonia religiosa, diseñado por Wes Gordon para Carolina Herrera; otro para la fiesta posterior, de encaje y volantes en color nude rosado (también de Carolina Herrera); y un tercero que lució para regresar al hotel Ritz de Madrid con el resto de invitados tras una noche entera de fiesta. 

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    Luna de miel por varios países

    La luna de miel duró más de un mes. En ese tiempo recorrieron algunos de los lugares más bonitos del mundo.

    Comenzaron su viaje en Sudáfrica. La primera parte de su luna de miel la pasaron en Ciudad del Cabo.

    Tras visitar el país africano viajaron a la Polinesia Francesa, donde visitaron las islas de Tahití y Bora Bora.

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    Los viajes de Tamara e Íñigo

    Lo cierto es que si algo gusta al matrimonio es viajar. A lo largo del tiempo que han estado juntos los hemos visto recorrer lugares muy diversos del planeta: desde París a Croacia, al suroeste de Inglaterra o México. No paran.

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    La gran fiesta de 40 cumpleaños de la marquesa

    Otro momento para el recuerdo: el fiestón que organizó Tamara con motivo de su 40 cumpleaños. Aquel día también optó por lucir dos vestidos de alta costura diferentes.

    Uno de ellos fue un precioso vestido de flores de colores de Oscar de la Renta. La socialité brilló con luz propia en un evento que tuvo lugar en el palacio de Santoña, en Madrid, y que contó con la asistencia de unos 150 invitados.

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    Una pareja cómplice y enamorada

    Contra todo pronóstico, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han demostrado que su historia de amor es mucho más sólida de lo que muchos creyeron al principio. Llevan juntos desde 2020. Ya son cinco años. Aún siguen tan enamorados como el primer día.

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    El sueño de formar una familia

    A sus 43 años, a Tamara solo le queda un gran sueño por cumplir: el de ser madre. Conseguir formar una familia es un proyecto que tiene en común con su marido. Pero que, de momento, se le resiste.

    Ella no ha tenido reparos en hablar públicamente de su proceso de búsqueda. "Pido familia, pero es que también como soy muy creyente pienso que si Dios no me manda familia por algo será", reflexionó el pasado mes de febrero.

    El matrimonio no ha tirado la toalla. Siguen haciendo todo lo posible para poder hacer realidad sus anhelos de tener descendencia: "A la ciencia acudo, ¿eh? Voy a mis médicos, a mis revisiones, o sea, todo lo que he hecho ha sido con ciencia detrás. Yo rezo, pero después he ido al médico".

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