Así es el cortijo La Motilla, la finca del siglo XVI de Cayetano Martínez de Irujo en Sevilla: un alojamiento 'boutique' lleno de recuerdos de la duquesa de Alba

Diez años después de comenzar su relación sentimental, Cayetano Martínez de Irujo (61 años) y su novia, Bárbara Mirjan (29) han decidido formalizar su idilio. El duque de Arjona y su compañera sentimental se darán el 'sí, quiero' el próximo 4 de octubre en Sevilla.

La boda, de carácter religioso, tendrá lugar en la iglesia de los Gitanos, de Sevilla, por la que la duquesa de Alba sentía auténtica devoción. Tras la misa, que será oficiada por Ignacio Sánchez-Dalp, que fue confesor de la aristócrata, los novios y los invitados se trasladarán a la finca Las Arroyuelas, situada en el término municipal de Carmona, donde tendrá lugar el banquete.

Con una extensión de 1.480 hectáreas, esta finca es el mayor latifundio de la Casa de Alba en Andalucía. Se dedica a la explotación agrícola y en ella hay plantaciones de trigo, garbanzo, girasol, cebada, avena, colza, almendras y quinoa. Dentro de esta enorme propiedad, que Cayetano heredó tras fallecer su madre, hay una verdadera joya arquitectónica y de gran valor sentimental. Se trata del cortijo La Motilla, que data del siglo XVI y que el noble explota como alojamiento turístico de lujo.

[La indirecta de Eugenia Martínez de Irujo a su hermano Cayetano en el 10º aniversario de la muerte de la duquesa]

El cortijo La Motilla era en su origen un cortijo-posada que figuraba como la última parada de diligencias en el recorrido entre Écija y Sevilla, pero tras una completa rehabilitación a conciencia, el aristócrata decidió usarla en calidad de alojamiento boutique.

Durante años, el cortijo ha formado parte del patrimonio de la Casa de Alba. Recientemente y tras su restauración, se ha transformado la antigua posada en un lujoso y exclusivo lugar donde disfrutar de unos días de descanso o bien organizar un evento en exclusiva.

El principal atractivo de este cortijo no es solo su ubicación, en plena vega de Carmona, lo que convierte la vivienda en un auténtico paraíso. En su interior, exquisitamente decorado, se encuentran recuerdos muy personales de la Familia de Alba: piezas de mobiliario, cuadros, cerámicas antiguas e incluso fotografías de la realeza, como un retrato firmado de su puño y letra por el rey Alfonso XII, e instantáneas de los miembros de la saga, como el duque Jacobo.

La Motilla cuenta con cuatro habitaciones dobles y una suite, todas ellas con baño independiente. La decoración interior es clásica y sencilla a la vez y está llena de objetos de un significado especial, como adquisiciones de los viajes a África de Cayetano o un conjunto de grabados de rosas del Real Jardín Botánico de Madrid que en su día perteneció a Cayetana-Fitz James Stuart.

El cortijo no puede resultar más idílico, tanto para quienes busquen un lugar donde descansar lejos del mundanal ruido como para quienes deseen celebrar un evento en un entorno natural y con mucho encanto. "Ponemos a su alcance el espacio ideal para poder disfrutar de un evento a medida en un lugar especial. Todas las necesidades serán cubiertas con el mejor servicio de catering, decoración, equipo de servicio y modelaje", recuerdan en la web del establecimiento.

"La magia de un cortijo del siglo XVI con majestuosas vistas de la vega y de la ciudad de Carmona ofrece un ambiente único e irrepetible para los eventos más especiales y exclusivos con los que los invitados vivirán una experiencia única", destacan. Lo cierto es que basta con ver las imágenes para quedar deslumbrados por esta propiedad.

Por cierto, se considera que este inmueble es uno de los más importantes de las 28 fincas que poseía la duquesa de Alba repartidas por toda la geografía española. Puede que este sea el motivo por el que la finca Las Arroyuelas, donde está su emplazamiento, sea el sitio para conmemorar allí uno de los días más importantes de su vida.

Para la joven filóloga se trata de su primera boda; en cambio para el jinete es su segundo enlace. Cayetano Martínez de Irujo estuvo casado previamente con la mexicana Genoveva Casanova (48), con la que tuvo dos hijos: los mellizos Luis y Amina, de 23 años.