Natalia Butragueño en un  montaje de JALEOS.

Natalia Butragueño en un montaje de JALEOS. Roberto Alcain.

Famosos Hijos de famosos

Retrato íntimo de Natalia Butragueño, la hija del mítico futbolista que triunfa en el mundo de la danza

Es la primogénita de Emilio Butragueño y siempre tuvo claro que quiso ser bailarina. Así ha sido su vida: de las dudas de su padre a su gran logro.

9 octubre, 2022 17:03

La vida familiar del que fuera un icono del Real Madrid siempre ha estado marcada por la discreción. Por eso, no resulta extraño que sus hijos hayan pasado casi inadvertidos para los medios. Sin embargo, la mayor del clan tiene los focos hacia su persona debido a su profesión, desconocida por muchos. Natalia Butragueño (29 años) triunfa en el mundo de la danza clásica y actualmente forma parte de la Compañía Nacional de Danza, que acaba de inaugurar la temporada en el Teatro Real de Madrid.

Seguramente casi nadie reparó en ella durante la pasada Madrid Fashion Week, pero fue una de las bailarinas que salió a escena durante la presentación de la colección del diseñador español Duyos. "Gracias por esta increíble experiencia", escribía en sus redes sociales, donde tiene 760 seguidores. Sólo comparte imágenes de su trabajo, ninguna referencia a sus orígenes familiares.

Para conocer un poco su vida y su trayectoria, nada mejor que atender a su propio relato, en el que su padre, Emilio Butragueño (59), está muy presente. Natalia siempre supo que quería dedicarse a la danza, un mundo que no le es extraño- "La vocación la he tenido desde que era pequeña. Empecé a bailar porque me encantaba, pero nunca pensé en dedicarme a ello profesionalmente. Creo que en realidad la vocación me viene de mi familia materna. Mi madre hizo ballet hasta los 18 años y mi abuela también bailaba y cantaba", confiesa en una entrevista concedida a Natalia del Buey para la Compañía Nacional de Danza.

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Con esta confesión se descubre de paso una de las grandes pasiones de Sonia González, la esposa de Emilio Butragueño, que se dedica al mundo empresarial inmobiliario. Natalia empezó a interesarse por el baile cuando sólo tenía tres años. Entonces la familia vivía en México, hasta donde se había trasladado por razones profesionales: el 'Buitre' había terminado su contrato con el Real Madrid y la Selección y se fue al país azteca para jugar en el Atlético Celaya y terminar así sus días como futbolista.

"Recuerdo que una compañera de la guardería, mi mejor amiga, se apuntó a ballet y yo le dije a mi madre: 'Mamá, yo también quiero apuntarme", recuerda en el citado medio. De vuelta a Madrid, siguió cursando estudios de danza en el colegio y seguidamente se apuntó a la escuela de África Guzmán, con la que participó en varios concursos y formó parte del cartel del ballet joven del centro. 

Aunque siempre mostró aptitudes para ello, Natalia reconoce que su padre, Emilio Butragueño, tuvo algunas reservas en cuanto a que el baile pudiera ser su modo de vida en un futuro. Quería algo más estable para ella y que su formación fuera más amplia. "Con 14 años mi padre me dijo que tenía que irme un año a Inglaterra para aprender inglés, pero yo no quería dejar de bailar. Buscamos en diferentes escuelas e internados y finalmente me ofrecieron una beca para estudiar un año en la Tring Park School for the Performing Arts", cuenta.

Emilio Butragueño y su mujer, Sonia González, el mejor apoyo de su hija.

Emilio Butragueño y su mujer, Sonia González, el mejor apoyo de su hija. Gtres.

Recuerda haber disfrutado mucho de la experiencia: "Estaba todo el día con gente de mi edad bailando. No solo había bailarines, sino también estudiantes de teatro y musicales. Entonces decidí quedarme para terminar mis estudios. Después fui audicionando y llegué a Burdeos (fue parte del ballet de la ópera de esa ciudad), donde me contrataron. Decidí dedicarme a bailar porque me hacía feliz y creo que en la vida hay que perseguir eso". 

Pese a que en un principio no estuviera muy convencido, el exfutbolista siempre la ha apoyado y es un verdadero ejemplo para ella. "Al principio a mi padre le costaba mucho entender cómo iba a vivir de la danza. Me decía que yo era muy buena estudiante y que podría haber hecho otra carrera, pero yo quería bailar. Él me ha enseñado a dar el máximo y a no rendirme nunca, a pesar de que sea difícil. Siempre me ha ayudado a tener la cabeza muy asentada para llegar poco a poco a cumplir mis objetivos", asegura.

La ayuda de Emilio ha sido total y no dudó en tirar de contactos para cumplir los sueños de su primogénita. A través de un amigo suyo logró hablar con la bailarina Tamara Rojo, que fue una de las primeras en darle una oportunidad. "Me propuso darme una clase para ver mis competencias y recomendarme un lugar que se adaptase a mí, lo que para mí fue muy emocionante. Después, ella se hizo directora del English National Ballet y me ofreció un contrato corto para bailar en El lago de los cisnes y en Romeo y Julieta. Siempre ha sido una persona muy agradable conmigo. Me ayudó mucho", recuerda Natalia.

Su destino estaba ligado a la danza desde que nació, pues su cumpleaños coincide con el Día Internacional de la Danza: "Yo creo que es una coincidencia muy bonita que puede estar ligada al destino y me enorgullece cumplir años este día". Natalia es la mayor de los hermanos, le siguen Emilio y Raquel. El único varón de la familia, aunque quiso seguir los pasos de su progenitor en el fútbol, ha estudiado Dirección y Administración de Empresas en Comillas y luego en Estados Unidos y actualmente trabaja como asociado de inversiones en una compañía con sede en Madrid. La benjamina aún cursa sus estudios en la Universidad Internacional de la capital, también en administración de empresas y ya está haciendo sus primeras prácticas.