"Jesús Quintero (82 años) está bien. Todo lo bien que se está cuando uno llega a esas edades y con las goteras que se tienen, pero no hay de qué preocuparse. Está bien atendido y arropado por su gente", explica a EL ESPAÑOL una fuente de total solvencia, amiga del mítico comunicador desde hace más de 20 años. 

Esta valiosa declaración tiene lugar después de que este pasado miércoles, 7 de septiembre de 2022, se conociera que el emblemático Quintero reside en la residencia Nuestra Señora de los Remedios de Ubrique, en Cádiz.

Había tomado por sí mismo la decisión de ser cuidado y atendido fuera de su domicilio. Allí, según reza el comunicado facilitado a los medios de comunicación, "recibe el tratamiento diario necesario para su recuperación". 

[Jesús Quintero, ingresado en una residencia por problemas de salud]

El emblemático periodista en la corrida Goyesca de Ronda, en 2015. Gtres

Importante el matiz que la familia subraya a continuación en su misiva: "Es su deseo y el de la familia que, en cuanto sus condiciones de salud lo permitan, pueda regresar a su vivienda".

Jesús fue el que planteó, como confirma este periódico, el traslado a sus hijas, Andrea y Lola, y a su mujer actual, María. El andaluz, "autónomo y pragmático" como ha sido toda su vida fue quien propuso su nueva vida cuando vio que la situación lo requería. 

La fuente consultada es muy prudente con respecto a las razones de salud que atañen a Jesús Quintero, pero se muestra esperanzada por que esos cuidados lo revitalicen y pronto pueda regresar a casa. EL ESPAÑOL conoce que Jesús está "animado y tiene en el centro la misma rutina que hacía en casa". Lee mucho, se informa de las noticias y escribe. 

Ha sido una de sus hijas, Andrea, periodista también de profesión, quien se ha visto obligada a coger las riendas informativas en lo referente a la vida de su padre. Nunca le gustó a Andrea ocupar el primer plano, pero en las últimas horas se ha erigido como la portavoz de la familia. 

Quintero durante el pregón de las fiestas de San Juan del Puerto, en 2016. Gtres

"Todo surge -lo del comunicado- porque algunas personas se dan cuenta de que Jesús ya no hace vida en su domicilio habitual", se corrobora a este medio, tras el avance del espacio Sálvame. 

En ese momento, las hijas de Jesús y la pareja de éste, María, se dan cuenta de que la noticia de su traslado a un centro de mayores vería la luz próximamente. Pese a la importante labor, y el duro papel, que le ha tocado ejercer a Andrea -persona discreta que nunca quiso aparecer ni ser vinculada con el célebre apellido paterno-, especial mención se hace a este medio de la figura de María, la flamante esposa de Jesús Quintero. 

Este periódico ha podido confirmar que la pareja contrajo matrimonio en agosto de 2020. Cuentan a este medio que fue una boda "súper íntima, con las hijas y los más cercanos". María, pedagoga de profesión, es la mujer que ha conseguido "serenarlo", y gracias a la cual Quintero está teniendo "una jubilación plácida y sin sobresaltos". 

También destacan el especial cariño que siente el presentador por su segunda mujer, Joana Bonet, periodista. "Ella fue creo que la última que lo entrevistó para Vanity Fair", apuntan acertadamente. En agosto de 2021, se publicó la entrevista que Bonet le realizó al que fue su pareja y padre de su hija Lola. En 1992, Quintero tuvo a su primera hija, Andrea, fruto de su relación con Ángeles Urrutia. 

[Jesús Quintero, la verdad sobre su jubilación: así es su día a día lejos de la tele]

Siente pasión por sus dos hijas, también mucho orgullo. Andrea estudió Periodismo y comparte, además, la pasión de su padre por la escritura. De alguna manera, Jesús "ha visto por los ojos de su hija los nuevos aires de la profesión", explican a este medio. Lola, en cambio, estudió Políticas y Sociología en Inglaterra, y su padre la define en la intimidad como alguien "sagaz, independiente y culto". 

En la entrevista que concedió en 2021, Jesús habló sin ambages de su papel imperfecto como padre: "Pero fui un padre imperfecto. En la colina estuve a punto de volverme loco de verdad. Sí, las dos charnegas: andaluzas y catalanas de sangre. Siempre me ha gustado Catalunya". También departió sobre la muerte: "Pienso en ella. No le tengo miedo. Creo que la muerte está bien pensada, porque si viviéramos sine die, lo dejaríamos todo para el siglo que viene. El paso del tiempo nos sitúa". 

Dolido y frustrado 

En noviembre de 2020, se desveló que Quintero vivía, supuestamente, arruinado y un tanto alicaído por no poder despedirse de su público como él creía merecerse.

Jesús Rodríguez Quintero, su nombre real, durante una boda en Ubrique. en 2017. Gtres

Por entonces, lo último que se conoció de él -más allá de sus presuntos problemas económicos e impagos por el teatro que llevaba su nombre-, es que tuvo que ingresar en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva en julio de 2020, aquejado de una dolencia desconocida. 

En ese momento, hace dos años, EL ESPAÑOL se puso en contacto con su entorno más cercano, el cual entonces desmintió y acalló "falacias" sobre su persona: "Jesús está estupendo y casi nada de lo que se cuenta es cierto". Se confirmó, eso sí, su "frustración" y su tristeza por no poder despedirse de su público en televisión como a él le gustaría.

"Él tiene los achaques típicos de la edad, pero de la mente todavía se ve bien y podría asumir un programa", se sostuvo entonces en conversación con este medio acerca de su salud. 

El mítico 'Loco de la colina' captado en la feria taurina de Olivenza, en 2015. Gtres

En los últimos años, Jesús Quintero ha podido hacer realidad su sueño de crear su propia Fundación Jesús Quintero. Fue en febrero de 2019, y gracias a ella, Quintero la convirtió en su esperanza e ilusión. Con esta empresa, ha pretendido en los últimos años levantar un museo-documental en San Juan del Puerto de 2.000 metros cuadrados.

En febrero de 2020, Jesús Quintero atendía a EL ESPAÑOL para hacer un repaso a su vida profesional y al panorama político con su peculiar forma de expresarse. Así hablaba entonces el comunicador sobre su retiro del foco mediático: "Creo que, sobre todo en la tele, se ha perdido el gusto, la sensibilidad y hasta la vergüenza. Lo que en Andalucía llamamos el paladar".

Quintero confesaba en la misma entrevista que antes de alcanzar la fama soñaba con ser actor: "Soy un actor frustrado. Luego acabé en la radio, también a bordo de una roulot con la que recorrimos España. Una furgoneta extravagante y vagamunda. Radio Nacional, La Ser, Televisión Española, Canal Sur… Son tantos sitios… He recorrido este país pueblo a pueblo, río a río. He visto a muchos enrollarse con la fama, la riqueza y el poder. Para mí, no tiene demasiado interés. ¿Sabes? El psicoanálisis me ha ayudado mucho", revelaba, añadiendo entusiasmado que llevaba "veinte años de psicoanálisis".