Isabel Pantoja (65 años) ya ha comenzado su gira internacional. Este jueves 24 de mayo, la tonadillera se ha subido al escenario del conocido Estadio Luna Park de Buenos Aires para repasar su amplio repertorio. Un concierto que sus fans argentinos llevaban meses esperando y en el que la andaluza no decepcionó.

Estuvo casi tres horas ante el público -según han desvelado algunos asistentes en las redes sociales-, entonando algunas de sus canciones más conocidas como, por ejemplo, Marinero de luces, o el famoso América, América de Nino Bravo.

La emoción fue una constante durante todo el espectáculo y el público la acompañó en todo momento, llegando a vitorear su nombre en varias ocasiones. No solo fue un gran día para los admiradores que se dieron cita en el recinto, también para Isabel que además de volver a cantar se vistió de nuevo con trajes impresionantes.

Precisamente, a través de uno de estos looks, Pantoja dedicó un homenaje a su madre, doña Ana, fallecida el 28 de septiembre de 2021. Un vestido de uno de sus diseñadores de cabecera, Alonso Cózar, de color morado y lunares negros decorado con una manga abullonada con el que quiso rendir tributo a su progenitora, según ABC. Ese no fue el único traje que llevó durante la noche y es que Isabel Pantoja se cambió en dos ocasiones de estilismo, luciendo tres piezas diferentes. 

Tras el éxito argentino, a la artista le espera el vecino país de Chile. Allí tiene previsto realizar dos conciertos consecutivos que tendrán lugar el viernes 27 y el sábado 28 de mayo en el Gran Arena Montiello. La expectación allí es máxima, tanto que las entradas para ambas citas llevan agotadas desde hace varias semanas. 

Tres días después, tras un merecido descanso, recaerá en Perú. El 1 de junio actuará en el Plaza Arena-Jockey Club del Perú, en la ciudad de Lima, donde aún quedan bastantes localidades disponibles. Los precios van desde los 144 euros de las entradas más caras a los 47 de las más económicas. 

Con esta gira internacional Isabel Pantoja parece dejar atrás una de las épocas más turbulentas de su vida. No solo marcada por la muerte de su madre, sino especialmente por sus problemas con la justicia, que ya parecen resueltos. El pasado mes de abril la sevillana fue absuelta del presunto delito de insolvencia punible por la venta de su chalé en Marbella, y por el que el fiscal pedía tres años de prisión para ella. 

Y mientras que con la ley está en paz, diferente es la relación con su hijo, Kiko Rivera (38). Si bien entre ellos ha existido un acercamiento, todavía no han logrado limar las asperezas. 

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