Desde hace unas semanas, Nacho Palau (51 años) ha perdido el miedo a mostrar públicamente detalles hasta ahora desconocidos de su día a día en Chelva, localidad valenciana en la que ha asentado su vida junto a sus dos hijos pequeños, Ivo y Telmo. Tras mucho tiempo cambiando de trabajo, al fin retomó su profesión el pasado otoño y ahora consigue unos ingresos extra gracias a su nueva incursión en el mundo de las redes sociales.

La expareja de Miguel Bosé (65) ha encontrado la estabilidad necesaria para cuidar de su familia aunque eso haya significado tener que llenar su currículum de puestos de trabajo temporales en los últimos años. Comenzó a trabajar como cocinero de una residencia de mayores y después también estuvo en una fábrica de embutidos La Zanzonía, donde fue repartidor por un sueldo muy humilde. Pero desde finales del 2021 su labor está en el taller de esculturas y artesanías Perandres&Palau, donde de momento da forma a platos y cuencos decorativos de cerámica.

Nacho Palau se ha atrevido a dar el paso como 'influencer' principiante y promocionar productos. Instagram

Su felicidad por volver a la profesión que tanto le apasiona se nota en su continua sonrisa, una mueca imperturbable que deja ver a través de sus redes sociales. Precisamente esta ventana virtual también le está dando importantes alegrías en la actualidad. Gracias a la exposición cada vez mayor que tiene en plataformas como Instagram, existen empresas que se han interesado en contar con él para promocionar sus productos. De hecho, ya está ejerciendo de influencer amateur publicitando la conocida marca Wetaca, compañía que envía platos preparados de comida a domicilio semanalmente.

El escultor se está tomando muy en serio su nueva faceta semiprofesional y está compartiendo de forma rigurosa varios tipos de contenidos en sus redes sociales para dar visibilidad a la marca que lo ha 'fichado'. A través de sus Stories de Instagram, Nacho emite breves vídeos en los que se puede ver cómo le llega el paquete con su dieta semanal; aparece haciendo un rápido unboxing y muestra a cámara el menú completo que ha recibido. Además, también deja claro a sus seguidores que su experiencia gastronómica es real, y comparte imágenes sentado a la mesa junto a su sobrino probando la comida e incluso rebañando el plato. Sin duda el valenciano no está defraudando a la empresa pues está otorgando visibilidad a sus productos de manera amena y óptima.

Los receptores de sus vídeos son su humilde cifra de 11.700 seguidores, una cantidad de fans que no llega a ubicarle ni siquiera en la categoría de microinfluencer. Es por este motivo por el que sus publicaciones en colaboración con marcas no le harían ganar más de 100 euros por post, según el cálculo habitual que realizan los expertos en Marketing y redes sociales teniendo en cuenta los parámetros más comunes. Sin embargo, al tratarse de un personaje público, con una relevancia mediática reconocida, la cantidad que Nacho podría cobrar por colaboración es tan alta como la que él quiera solicitar y lo que la empresa esté dispuesta a pagar.

Esta nueva experiencia laboral ha alterado incluso la dieta de Palau, que está acostumbrado a comer alimentación local o los ricos guisos de su madre, Lola Medina, o sus famosas paellas los fines de semana. No obstante, en vista del pedido que recibió, el escultor sigue manteniendo una dieta sana y equilibrada compuesta por verduras y proteínas.

Pero no solo sus platos tienen presencia en su cuenta de Instagram. De hecho, las fotografías que Nacho muestra en su perfil son mayoritariamente de rincones de su amada Chelva. Y es que el arraigo de Palau a su tierra hace que siempre que tiene ocasión emplee su visibilidad en las redes sociales para ayudar a sus vecinos e impulsar el trabajo de sus paisanos mostrando las maravillas de su comunidad. Desde hace un tiempo, el artista plástico dedica prácticamente un día a la semana para dar a conocer a sus seguidores las virtudes que se pueden encontrar en su pueblo.

Para ello, Nacho recorre los tesoros de su tierra y se fotografía en ellos para recomendárselos a sus seguidores. Desde visitas a reputadas bodegas de vino de la zona hasta mostrar las calles, los monumentos o la oferta cultural y gastronómica que se puede encontrar en la localidad. Tampoco falta su interés por la Ruta del Agua, un itinerario turístico de los ríos y manantiales que cruzan Chelva al que Palau tiene especial cariño porque su hogar está construido junto al emblemático lavadero del Embarany.

Con estos gestos, Nacho demuestra el agradecimiento que siente hacia sus vecinos, quienes le acogieron cuando más lo necesitaba y tras casi tres décadas volando por el mundo junto a Miguel Bosé en una relación que "terminó convirtiéndose en una historia de terror". Ahora, el pequeño municipio de Chelva le ha traído el equilibrio que tanto deseaba y en el que siempre cuenta con el apoyo cercano e incondicional de sus seres queridos.

[Más información: El gesto de Nacho Palau con sus 'vecinos': su plan para ayudar a fomentar el trabajo y el turismo en su entorno]