El éxito de Karlos Arguiñano (73 años) en la cocina no lo cuestiona nadie. Sin embargo, el vasco ha sabido hacer las inversiones adecuadas para que sus ganancias a lo largo de los años, tanto con sus proyectos gastronómicos como televisivos, se multipliquen.

Y es que las inquietudes del chef van mucho más allá del universo culinario. Una de sus grandes aficiones son las competiciones de motos y ha trasladado esta pasión a sus hijos: "Desde que tengo uso de razón vemos las motos todos los domingos", reveló su hija Amaia en el medio especializado en este deporte Paddock Motociclismo. 

Esta gran afición le llevó a fundar el equipo de motociclismo ARG (Arguiñano y Ginés) Racing. El cocinero montó la escudería junto a Ginés Guirado, todo un veterano de este entorno y tras morir este en 2012, el de Beasain confesó que seguía adelante con el proyecto convirtiéndolo en un homenaje al que fuera su socio. Como todo lo que emprende, el vasco le ha puesto toda la ilusión en este proyecto, así lo trasladó a los medios en la presentación de la estructura del equipo en 2013:"No estamos para llamar la atención, sino para trabajar porque amamos el motociclismo", declaró entonces.

Según figura en su web, el equipo compite en las categorías de Moto2 y Moto3 y recientemente -en concreto el pasado 8 de septiembre- anunciaba la incorporación de un nuevo piloto al equipo, Joel Kelso. Sin embargo, la incorporación más importante, al menos para Karlos, se produjo cuando el equipo estaba arrancando su andadura. Amaia, la mayor de las hijas mujeres del cocinero, acompañaba a su padre en el paddock: "Llegué aquí por casualidad. Estaba buscando trabajo y mi padre ya estaba con el tema del equipo, ya habían hecho el CEV y era el primer año que iban a hacer el Mundial. Y yo pensé: '¿por qué no probar esto y ver si me gusta?'", declaró para el citado medio.

La joven es ingeniera tecnicomecánica e ingeniería industrial y de sus siete hermanos es la única que decidió cursar estudios universitarios. Esto es algo con lo que su padre, orgulloso, bromea refiriéndose a ella como "la única que sabe leer", tal y como publica el Diario de Navarra. La ingeniera, aunque estuvo muchos años a cargo de la telemetría del equipo de su padre, decidió volar a otra escudería para trabajar fuera del imperio familiar.

Tras muchos años en la televisión, Arguiñano decidió volcar todo su aprendizaje creando en 1992 la productora Bainet. En su web se define como un grupo de comunicación con sede central en Bilbao y delegaciones en Aia (Guipúzcoa) y Madrid.

Esta empresa desarrolla diferentes actividades vinculadas a la comunicación. En producción de cine y televisión destacan formatos orientados al estilo de vida y al deporte para la pequeña pantalla, como Cocina Abierta -su propio programa-, Bricomanía o Decogarden. En cuanto al séptimo arte, cuenta en su haber con títulos como Año Mariano y El rey de la granja.

Además, el grupo está presente en otras áreas de acción como la generación de contenidos para Internet, la parte técnica del medio -grabaciones, retrasmisiones, realización de spots, etc- y el área editorial. En esta última el trabajo se lleva a cabo a través del sello con el que han salido al mercado algunos de los libros de cocina del chef y de su hermana, la repostera Eva Arguiñano (61), y de su compañero de profesión Juan Mari Arzak (79).

[Más información: Así son los siete hijos de Karlos Arguiñano: la unión familiar que sostiene su imperio culinario]