En septiembre de 2019, Jordi Cruz (42 años) ya no pudo ocultar más sus sentimientos en público y derrochó pasión con Rebecca Lima (28) por las calles de Madrid. Ahí estaban entonces los paparazzi para captar el momento y conocer al nuevo amor del poseedor de seis estrellas Michelin. Se trataba de una brasileña quince años menor que él, que además de dedicarse al mundo de la arquitectura -carrera en la que se licenció-, también es empresaria.

Ha pasado más de un año y medio desde aquellas imágenes en las que se reflejaba la complicidad entre la pareja. La joven y el chef han asentado su relación y, más aún, tras experimentar juntos una pandemia mundial, han logrado mantenerse más unidos que nunca y reponerse ante las adversidades juntos. Y es que debido a la Covid-19 los negocios de cada uno de ellos se han visto afectados, el mundo de la hostelería -él- y el de la moda -ella-.

Ese apoyo mutuo que han tenido el uno en el otro es una de las razones -junto a la crisis sanitaria- por las que la brasileña ya no se mueve de Barcelona y Madrid, ciudades entre las que hace su vida con su novio.

Rebecca está tan feliz en su noviazgo con Jordi que no puede evitar compartir en sus redes sus momentos más especiales juntos. RRSS

Antes de conocer al cocinero, Lima viajaba más a menudo a su tierra natal y cruzaba el Atlántico para gestionar su marca de trajes de baño, Inti Brand. Pero ahora está felizmente instalada en España y controla cada paso de su firma a distancia y gracias a las tecnologías virtuales. 

Tanto es así, que en mitad de la segunda ola de la pandemia y cuando acababa de cumplir su primer aniversario de amor junto a Cruz, Rebecca decidió dar un paso decisivo en su negocio y dio un giro a su propuesta. Además de bañadores y bikinis, a partir de octubre de 2020, la diseñadora puso a la venta todo tipo de prendas -tops, bodies, pantalones, faldas, vestidos, monos...- y readaptó su página web y tienda online con el propósito de crear un catálogo atractivo y diferenciador.

Rebecca Lima posa con una de las prendas de su marca, Inti Brand. RRSS

La firma de Rebecca Lima presenta unas piezas textiles muy elegantes y creadas con gusto cuyos precios no son low cost pero sí bastante asequibles. Además, las sesiones de fotos que protagonizan las modelos dan fe de los estudios de Arquitectura y Urbanismo que posee la brasileña, pues se llevan a cabo en escenarios muy minimalistas, con líneas limpias y muy armónicas, aspectos que tiene muy en cuenta una profesional de las ciencias arquitectónicas.

Por otro lado, la propia empresaria ejerce a menudo de imagen para su marca y demuestra sus dotes para el modelaje posando en sus redes sociales con los estilismos creados por ella misma. Los looks que mejor identifican a la joven son los que están compuestos por americanas, por bodies de escotes pronuncias en V y las faldas largas fluidas o pantalones palazzo.

Su ascenso en las redes

Cuando se confirmó el idilio de Jordi Cruz y Rebecca Lima, la joven empresaria atesoraba en su perfil de Instagram apenas 5.000 seguidores, y actualmente, casi dos años después, ha multiplicado esa cifra hasta alcanzar los más de 35.000 followers que posee en la citada red social. De hecho, al inicio de su relación tenía la cuenta en modo privado y después decidió hacerla pública.

Al ver cómo su número de admiradores aumentaba, la brasileña, que hasta entonces lo que más compartía era los diseños que fabricaba para su marca, empezó a mostrar su faceta más personal: sus paseos por la ciudad, sus quedadas con amigos y, por supuesto, sus románticas citas con su cocinero favorito.

Pero como amante de la moda y la belleza que es, tampoco se ha podido resistir a compartir un tipo de contenido propio de las influencers profesionales: publicaciones sobre sus outfits para el día a día o vídeos en los que muestra sus accesorios imprescindibles o desvela sus trucos de maquillaje.

Otro de los aspectos a destacar de su perfil de redes sociales es la impecable apariencia que tiene. Lima solo emplea tres gamas cromáticas en su cuenta pública, el blanco, el tono arena y el negro -o gris-. Colores neutros que siempre triunfan y nunca dejan de ser tendencia, y Rebecca lo sabe a la perfección por su condición de arquitecta y diseñadora.

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