Este domingo se emiten los episodios cuatro y cinco de la serie documental Rocío: contar la verdad para seguir viva, en la que Rocío Carrasco (43 años) continúa poniendo en orden su biografía tras 25 años callada. Y, tal y como ha ocurrido en anteriores emisiones, promete generar más polvareda y nuevos cismas familiares. Si hasta ahora Carrasco ha parado su reloj temporal y emocional en su relación con Antonio David Flores (45), y en los nacimientos de sus hijos, en las próximas entregas cabe esperar que ahonde en la relación que libró y libra con los distintos miembros de su familia, sobre todo tras la muerte de Rocío Jurado en 2006, y la posterior guerra por la herencia. 

Hasta la fecha, Rocío Carrasco ya ha nombrado a su tío, Amador Mohedano (67), y a Ortega Cano (67) al menos en una ocasión en esta docuserie. Por un lado, hablando de la boda de su madre con José Ortega Cano, la otrora Rociíto ha asegurado: "A José siempre le tuve muchísimo cariño, verlo bien y sano también era emocionante en ese momento. Ahora los sentimientos son diferentes. Ahora, no creo que fuese una decisión acertada desgraciadamente para ella, ella lo decidió así y estaba enamorada. Todo lo que fuera para que ella estuviera bien y estuviera contenta". Sin duda, unas declaraciones que no han sentado nada bien al diestro. 

Amador, Rocío Jurado, Ortega Cano y Rocío Carrasco en una imagen en agosto de 2004. Gtres

"Él no se enfada (al escuchar eso), al menos yo no percibo así. Quizás es más dolor que enfado, que es una pena que ella lo haya percibido así", aseguró en su nombre su mujer, Ana María Aldón (42), en Viva la vida. Por su parte, de Amador aseguró, sin titubeo o soslayo alguno, que se llevó un cuantioso tanto por ciento de la exclusiva de su luna de miel, 30 millones de las antiguas pesetas. "Él quería ser mi representante, no solo por la exclusiva de la boda, yo eso no lo quiero, sigue siendo mi tío, pero no voy a trabajar con él", asevera Carrasco. 

Sea como fuere, lo que parece innegable es que algo se rompió entre Rocío Carrasco, su tío y Ortega Cano. En esas relaciones algo se truncó para no volver a ser lo mismo nunca más. En el caso de Amador Mohedano, parece, a la luz de las revelaciones de Rocío Carrasco, que esta se dio cuenta cabal de la parte menos sentimental y familiar, y sí crematística, de Mohedano ya en plenas relaciones con Antonio David. Todo indica que la supuesta traición por la exclusiva de su boda fue solo el principio de una serie de malentendidos entre ellos. Entonces, ya se produjo una grieta en ambos que solo ha ido creciendo con el paso del tiempo. Tras la muerte de la Jurado, llegó la guerra por el testamento y la herencia. 

Rocío y su tío Amador en una imagen de archivo. Gtres

La familia se rompe irreversiblemente en aquel momento. Demasiadas discrepancias para con la voluntad de La más grande. Diferentes y variados los puntos de vista de cada cual. Fueron, entre otras cosas, unos terrenos que dejó Jurado, no urbanizables al principio y sí después, lo que lo precipitó todo, según la hemeroteca. La última vez que Amador habló alto y claro sobre sus desavenencias con Rocío Carrasco fue en Sábado Deluxe en 2020. En aquella entrevista, desveló lo que ocurrió en la notaría tras morir Rocío Jurado, testamento y albacea mediante. Cuando leyeron la voluntad de Rocío Jurado, hubo varios conflictos con la albacea. Además, Amador aseguró que en aquel encuentro la albacea les hizo "una pirula" y trató de presionarles. "Quería que firmáramos lo que a ella le daba la gana", confesó, refiriéndose a Rocío Carrasco. Siempre según la versión de Amador, y con Carrasco como heredera universal, un inspector confirmó que les habían intentado engañar en el reparto de la herencia. En esa línea, Amador sostuvo que su hermana dejó un testamento "muy claro", pero los problemas llegaron con la albacea y la tasación de las fincas. En ese momento, se produjeron los primeros desencuentros familiares y el distanciamiento entre Rocío Carrasco y sus tíos. Amador reveló entonces que Rocío Carrasco insultó a la familia ante el notario; en concreto, llamó "sinvergüenza" a su tía Gloria.

No solo eso: Mohedano reveló que su sobrina mantiene una deuda con él de 72.000 euros, más el 20 por ciento de la película en memoria a su hermana. Esa noche, Amador terminó reflexionando: "Muchas veces me pregunto por qué todas las propiedades de mi sobrina están a nombre de Fidel (47)". De este último, realizó un retrato duro y cuasi siniestro: "Los niños se sentían mal, no eran felices en la casa con Albiac". Y apostilló sobre Rocío: "Alguien con mucha ambición la ha abducido, yo no tengo ninguna duda". 

De este modo, Rocío se alejó de su tío y, por tanto, de todos los Mohedano. Algo vio o algo comprobó que no le gustó. Puede que lo despeje en la serie documental que está dando tanto de qué hablar. Y los conflictos con José Ortega Cano, ¿de dónde vienen o cuándo arrancan? Más allá de la opinión que tiene Carrasco de la boda de su madre, existe un episodio, de varios, que los distanció para siempre: el supuesto desinterés de Rocío por sus hermanos, Gloria Camila (25) y José Fernando (28). En 2011, después de que Ortega Cano sufriera aquel trágico accidente de coche, Rocío Carrasco hizo una promesa ante los medios: "No les faltará de nada y estarán bien atendidos". Extremo que su propia hermana se encargó de desmentir. "¿Qué hermana? ¿Con la que llevo tres años sin hablar?", espetó el día de su cumpleaños, abriendo públicamente una brecha insalvable. 

Rocío Carrasco junto a su madre y José Ortega Cano en 2005. Gtres

Según se ha publicado, el torero le pidió a Rocío que estuviera atenta de sus hermanos mientras él estaba en prisión. Presuntamente, Carrasco desoyó esa peticiónEn esa línea, el periodista Antonio Rossi aseguró: "Rocío nunca se ha sentido vinculada a esos niños. En el momento en el que llegan a España, ella ya tenía una familia. No vivía con su madre ni con el marido de esta, Ortega". Otra de las 'excusas' que habría dado Rocío Carrasco es que el impulsor de la adopción de Gloria y José Fernando habría sido el diestro, más que su propia madre. "Tras el fallecimiento de su padre y la enfermedad de su madre, que fueron casi cuatro años, ella no tenía contacto con esos niños", añadió Rossi. Por tanto, no eran  "responsabilidad suya" y "ya tenían un padre".

Otras versiones e informaciones, en cambio, han desmentido la versión de Antonio Rossi, sin desvelar, eso sí, qué fue, pues, lo que dinamitó toda relación. Otro punto de inflexión en la relación de Rocío Carrasco y Ortega Cano fue el museo en Chipiona dedicado a La más grande. Este mausoleo lleva años paralizado por desacuerdos entre el Ayuntamiento de Chipiona y la hija mayor de Jurado. Y es que, según se ha apuntado en más de una ocasión, esta vio desde un principio algunas irregularidades por parte del Ayuntamiento que no fueron de su agrado y que hicieron que todo se quedase en el aire.

Ortega y Rocío Carrasco en la misa funeral por la muerte de La más grande en 2006. Gtres

En agosto de 2018, el consistorio envió a Carrasco "toda la documentación que esta solicitó para ver el desglose y la transparencia económica tras el museo". Pese a este paso, el museo de La más grande continuó cerrado y, dentro de él, todas sus pertenencias. Fue en 2011 cuando el edificio que alberga la memoria de Rocío Jurado terminó sus obras. Ya todo estaba listo y entre esas cuatro paredes estaba el espíritu, la esencia de la cantante. En él, hay una colección de trajes, recuerdos, fotografías y premios que hacen un recorrido por la memoria de la chipionera. No obstante, Carrasco frenó todo y se 'enemistó' con el Consistorio. Una tirantez e incomunicación que ha hartado. En 2020 se llegaba a un acuerdo entre el ayuntamiento y Rocío Carrasco, pero aún el museo sigue cerrado en la actualidad. 

Ortega y el resto de la familia apuntaron en todo momento que las pretensiones económicas de Rocío Carrasco, la gran heredera del legado de la artista, dificultaban la apertura. "¡Qué injusto que esto esté cerrado aún! Un museo que lleva 8 años sin que todas esas personas que adoran a Rocío, mi Jurado, puedan ver esa maravilla. Ella solo quería que su museo estuviera en Chipiona.... ¡Su Chipiona!", parecía la queja general, punto por punto, de todos los miembros. "Solo les pido que lo abra, por su madre y por Chipiona", ha asegurado Ortega en más de una ocasión. ¿Argumentará también los mismos puntos Rocío Carrasco en su docuserie para explicar su nula y difícil relación familiar con parte de su familia? 

[Más información: Rocío Carrasco y sus hermanos 'olvidados', Gloria Camila y José Fernando: qué calla de ellos y qué contará]

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