Alessandro Lequio (59 años) no ha podido evitar responder a las muestras de cariño demostradas en las últimas horas tras la muerte de su hijo, Álex Lequio. Así, al igual que este jueves a primera hora de la mañana, Ana Obregón (65) compartía un desgarrador "Se apagó mi vida", el colaborador de El programa de Ana Rosa también ha emitido un duro mensaje.

"Ok, Alex, lo capto... te sacaré del bosque, pero mientras tanto recuerda que eres y siempre serás mi luz y mi centro. Hasta el último aliento. Es el mayor honor ser tu padre. Dios te bendiga, Álex", ha escrito en inglés en su perfil de Twitter.

Lo ha hecho tras los mensajes de recuerdo y pésame que ha recibido desde este miércoles cuando su hijo fallecía en una clínica de Barcelona tras dos años luchando contra el cáncer.

"Es nuestra mayor debilidad", eran las palabras que pronunciaba Alessandro Lequio con una sonrisa en los labios hace algo más de dos años desde el plató de Ana Rosa al referirse a su hijo menor. Nunca pudieron ocultar la admiración y la conexión mutua que existía entre padre e hijo. Y es que a pesar de la distancia que se instauró entre sus padres durante un tiempo, Álex siempre fue el nexo de unión más fiel de ambos.

Cuando la enfermedad tocó al joven, enseguida tuvo efectos en el físico y el estado anímico de su padre. Pese a que era Ana Obregón la que convivía con Álex en Nueva York y era diariamente testigo de sus tratamientos y su evolución, Alessandro permanecía atento y preocupado a 8.000 kilómetros de distancia para continuar con su trabajo. Y precisamente desde su posición de colaborador se pudo comprobar la pérdida de peso de Lequio debido a la salud de su hijo.

Alessandro Lequio y su hijo, en una imagen de sus redes.

Álex era optimista y vitalista como su madre, pero también sagaz e irónico como su padre. Esa combinación de genes hacía que nunca tirara la toalla, que siempre tuviera ilusión y ganas, y siempre sabiendo que estaba bien arropado por su padres, por su amor y su "herencia mediática".

Tal era su conexión que padre e hijo bromeaban entre ellos por su delicada salud y se llamaban "inválido 1" e "inválido 2", como así demuestra una fotografía de Instagram del joven en el que Alessandro posa con un bastón junto a un sonriente Álex con su inseparable gorra.

Nadie más que ellos conocían su verdadera unión, que trascendía más allá de verse en persona o a distancia. A pesar de que con tan solo 3 años de edad viviera la separación de sus padres, Álex siempre les tuvo muy presentes. Los Obregón en su totalidad eran el día a día del joven, con quienes despertaba y se acostaba, pero su la cercanía de su padre nunca faltó en los momentos esenciales de su vida.

Tanto Ana como Alessandro educaron a su hijo de la manera más honesta posible, con valores y con las mejores opciones que le podían procurar para su futuro. Y Álex lo agradeció siendo un niño curioso y rebelde que trajo la alegría a la casa y que con la edad se transformó en un adulto responsable, vital y valiente. Todo un orgullo para sus padres y que el propio Alessandro no ha podido dejar de puntualizar en su mensaje más duro: "Es el mayor honor ser tu padre".

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