Hace cinco años que Carlota Corredera (45 años) tomó las riendas de Sálvame como presentadora, y desde el primer momento quiso mostrarse natural y transparente ante la audiencia. Ese mismo 2015 acababa de dar a luz a su hija, Alba, y se mostró orgullosa de su nueva faceta maternal. Igualmente habló sin tapujos de su sobrepeso y durante todo este tiempo, día tras día, se ha sincerado ante los espectadores sobre decenas de cuestiones personales y profesionales que le han afectado de manera especial. La última ha sido confesar los efectos negativos que durante años provocaron en su piel las horas de ajetreo diario en televisión.
La gallega ha querido desvelar en su perfil de redes sociales las consecuencias que ha tenido en su salud trabajar en el medio audiovisual: "Llevo diez años acudiendo a los centros de estética de Carmen Navarro. Empecé por un brote terrible de granitos en el cuello, tengo la piel muuuuy sensible y el estrés de la tele hacía estragos en mi cara. Esos granitos se esfumaron pero he seguido cuidando de mi rostro, cuerpo y alma con el mismo equipo".
Imagen de Carlota hace diez años, cuando el estrés más afectó a su piel.
Además de la propia ansiedad que le producía trabajar en un ambiente tan exigente y vivo como la televisión y más aún en un grupo tan potente como Mediaset, la presentadora también ha confesado que sus hábitos no eran los más saludables hace una década, época en la que su piel facial mostraba su peor versión. Era adicta al tabaco y su alimentación distaba mucho del orden y la atención que presta en la actualidad a todas sus comidas.
En ese sentido, cuando dejó de ser directora de programas, y por tanto dejó de estar 'escondida' tras las cámaras para pasar al papel principal frente a los focos, los requisitos de imagen y las excesos de maquillaje no se convirtieron precisamente en su mejor aliado para calmar el daño de su tez. Por eso, en ese momento, la figura de su experta estética y ya amiga Carmen Navarro tomó una posición fundamental.
Carlota necesitaba un tratamiento lo suficientemente fuerte para que actuara de forma rápida, que se notaran los resultados de inmediato y fuera sanando en profundidad. Pero no le valía cualquier terapia ni solución debido al nivel de sensibilidad de su piel. Encontró su milagro en el método Neuro Sensitive, un proceso de 70 minutos de duración por sesión y que ha de realizarse dos veces al mes.
El tratamiento está pensado para personas con "pieles extremadamente sensibles, irritadas y secas. Trata todos los problemas derivados del estrés, la contaminación, las radiaciones UV… que como consecuencia debilitan el sistema inmunológico y causan problemas cutáneos. Aumenta de esta manera la sensibilidad y reactividad dérmicas".
En términos químicos y médico-estéticos, en lo que se basa el tratamiento es en: "Combinar ingredientes activos neurocosméticos que se encargan de regenerar el manto ácido de protección de la piel. De manera simultánea regulan el contenido de lípidos e hidratación de la piel. Para ello se mezclan elementos como el pantenol, la microplata y el ácido gamma-linoleico. ¿Su objetivo? Reequilibrar y restaurar la piel", cuentan desde la clínica de Navarro.
Carmen Navarro posa junto a Carlota Corredera en su centro de medicina estética.
Carlota ha acudido estos años atrás una vez cada 15 días al centro de Pozuelo de Alarcón para recibir su sesión de más de una hora. Después podía seguir cuidando de su piel en casa gracias a que los productos que dan nombre al método están a la venta en la misma clínica. El bote cuesta 71 euros y es el mismo que se aplica en ampollas durante el proceso. Sin embargo, para quienes quieran seguir las sesiones in situ deben saber que cada tratamiento facial tiene un precio a partir de 120 euros dependiendo del tipo de piel.
Sin embargo, no es de extrañar que tras más de 10 años acudiendo fielmente al mismo centro estético, Carlota Corredera sea una de las privilegiadas clientas que tenga un precio especial para sus sesiones. Y es que pocos profesionales pueden hacerle una mayor ni mejor publicidad a Carmen Navarro que la viguesa, un ejemplo viviente de cómo sus métodos funcionan, además de ser una mujer que cuenta con 384.000 seguidores en redes y con millones de espectadores atentos a ella en el programa más visto de la televisión.
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