Decir que el 2018 no ha sido el mejor año para Raquel Bollo (43 años) se ha convertido en toda una realidad. Aunque presume de familia y es afortunada en el amor, su marcha y posterior vuelta a la televisión, el cierre de su tienda, los problemas económicos y las deudas que tiene la sevillana, han provocado que la colaboradora no recuerde este año que está a punto de concluir como el mejor de su vida. Todo lo contrario.

Su regreso a Sálvame se produjo el pasado mes de noviembre. Desde entonces, tal y como adelantó JALEOS, su contrato no especifica cuántos días a la semana debe acudir a trabajar. No trabaja un día fijo a la semana, ni dos, ni tampoco tres, como hacen algunos de sus compañeros. Su permanencia en Telecinco dependería, tal y como adelantó en exclusiva este medio, de los contenidos que esta sea capaz de aportar sobre su vida personal. Su sueldo, que desde un primer momento era de 600 euros -bastante inferior al del resto de colaboradores- ha bajado todavía más. Bollo ha fijado su caché en Sálvame en 560 euros por programa. Si bien es cierto que de primeras puede parecer mucho por un sólo día, el resto de sus compañeros supera con creces el caché de Raquel. 

Raquel Bollo en una imagen de archivo Gtres

La sevillana ha aumentado su presencia en el programa a raíz del reciente fallecimiento de Chiquetete, y la pasada semana acudió la mayoría de los días para comentar algunos aspectos de la vida del artista y también para defender y aplaudir la actitud que su hijo, Manuel Cortés (23), ha demostrado en un momento complicado para él. A partir de ahora, su permanencia pende de un hilo. La incertidumbre más amarga persigue su futuro a corto plazo, ya que ahora mismo tiene la necesidad de trabajar durante un largo periodo si quiere saldar todas las deudas que tiene, tanto con Hacienda, como con personas de su pasado.

Hace dos años decidió retirarse del mundanal ruido para recuperar la paz y para estar tranquila junto a los suyos. Pero su delicada situación económica tras el fracaso con su tienda de ropa, ha hecho que se haya visto 'obligada' a volver a la primera línea mediática y a la sobrexposición que conlleva un formato como el de Sálvame, cuyos ingresos, tal y como informó este periódico en su día, van íntegros para Hacienda, a pesar de que esta intentó negociar con la productora para quedarse el 20% de las ganancias y poder llevar una vida mejor.  

Afortunada en el amor

Raquel ve la luz al final del tunel en el terreno sentimental. La primavera del pasado 2017 comenzó una relación sentimental con un conocido empresario sevillano, Mariano Jorge Gutiérrez. Se llegó a plantear la posibilidad de pasar por el altar: "Estoy feliz y muy enamorada", declaró en el programa Viva la vida. Desde el momento en el que se conocieron, su vida cambió de forma radical, y así han afirmado los que más conocen a la sevillana. Esta pasó de frecuentar lugares flamencos, a acudir a los restaurantes más exclusivos de Andalucía. Además, tal y como asegura a JALEOS el entorno cercano de Bollo, "pese a que a Mariano no le gusta el mundo de la televisión, apoya a Raquel en todo". 

[Más información: Raquel Bollo, asfixiada por las deudas: esto es lo que debe a una representante]

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