El aspecto físico de Jorge Javier Vázquez (48 años) lleva tiempo ocupando titulares. El propio presentador ha hablado en varias ocasiones sobre este asunto, asegurando que le gustaría estar más delgado y más fibroso. Una lucha que parecía siempre perdida porque se le volvía a ver reaparecer con unos kilos de más y el trabajo de meses tirado por la borda. 

Hasta ahora. Jorge Javier reapareció este martes para presentar la nueva edición de Gran Hermano VIP vistiendo un traje azul que permitía apreciar su espectacular cambio físico. Visiblemente más delgado y mucho más tonificado, el periodista se mostraba sonriente. 

Jorge Javier durante la presentación del programa. Gtres.

¿Cuánto ha perdido?

En octubre empecé con un tratamiento antiaging y empecé a adelgazar y a adelgazar y a cambiar hábitos. Después empecé un PronoKal en junio. En ese tiempo adelgacé once kilos más los cuatro kilos que he perdido ahora.

¿Cuál ha sido la clave?

A mí me ayudó mucho la ruptura. Cuando estás en pareja tienes muchos momentos de celebración y cenas o te tomas algo. Es más difícil cuidarte cuando estás en pareja. Desde que estoy solo empecé a pensar que tenía que cuidarme un poco más, hacer más deporte. También tenía tiempo. Cuando empezamos Supervivientes, como me tocaba tres noches, tenía que descansar en casa y hacía mucho deporte.

¿El tema anímico también adelgaza?

Es que yo no estuve mal. No tuve tiempo de estar mal porque me deja a una semana del estreno de una función, y yo no podía recrearme en eso. Tenía que estrenar en Madrid y eso lo aparqué. Después me lo tomé como unas vacaciones.

El tratamiento antiaging se lo realizó en la madrileña clínica Neolife, la misma a la que ya acudió Isabel Sartorius (53) para perder peso. Una clínica especializada en tratamientos antienvejecimiento que ha conseguido cosechar tal fama y reconocimiento que se ha convertido en el refugio de ricos y famosos. 

Eso sí, son tratamiento al alcance de pocos bolsillos, donde los precios oscilan desde los 1.000 hasta los 6.000 euros. Cifras a las que hay que añadir el seguimiento (contacto mensual para evaluar la evolución del tratamiento) cuyo coste varía entre los 150 y los 400 euros al mes. En el caso de Jorge Javier la clínica ha creado un programa dirigido a la pérdida de peso y al antienvejecimiento. 

Tras este tratamiento, el presentador quiso seguir a una de sus compañeras de plató, Carlota Corredera, y se sometió a la dieta Pronokal (método que siguió la periodista). Se trata de un programa personalizado de pérdida de peso bajo control médico basada en una dieta proteinada. 

Con esta dieta se persigue no solo la pérdida de peso, también el mantenimiento de los resultados obtenidos a largo plazo. Esta dieta tiene un precio cercano a los 7.000 euros, cantidad que ya pagó la propia Corredera. 

[Más información: Lo que va a pagar Jorge Javier Vázquez por adelgazar]

Una nueva vida sin Paco

La ruptura de Jorge Javier con Paco, quien fuera su pareja durante más de 10 años, no ha sido algo fácil para el presentador. Muchos recuerdos y tiempo juntos que pesan sobre una losa cuando una relación de tantos años termina (y más cuando se es un personaje famoso al que le preguntan constantemente al respecto). 

¿Hay posibilidades de que vuelvan?

No lo sé. Ya nos hemos separados varias veces y mentalmente todo esto me lo tomo como unas vacaciones. Llevábamos 10 años y en una pareja ya son muchos. Como ya hemos roto varias veces en mi mente pienso que no es la definitiva. O sí. Es que no lo sé. Por eso en mi mente, que es muy lista, pienso que son unas vacaciones, que tampoco vienen mal.

¿Se lo está tomando con calma o a lo loco?

Pensaba que iba a ser un verano más destructor, pero en ese aspecto ha sido muy tranquilo. Más tranquilo de lo que quisiera.

¿No has ligado tanto como esperaba?

No, esperaba mucho más. También ha sido mi culpa porque me he ido al fin del mundo, a unas islas en las que no había nadie. Encendía Grindr y la persona más cercana estaba a 80 kilómetros, en otra isla. Tenías que ir en barco o en avión. Tampoco era plan. Estaba que me subía por las paredes. El año que viene me gustaría ir a un sitio más de cachondeo, pero donde no haya españoles. Veía a gente que se lo estaba pasando fenomenal en Mykonos, pero está todo Madrid metido. Quiero encontrar ese sitio donde pueda desparramar sin temor a ser observado.

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