Este año se presentaba como uno de los más felices para Irene Montero (30 años). La idea de formar una familia junto a Pablo Iglesias (39) ya es una realidad tras anunciar su embarazo y en otoño podrá presumir de mellizos en su nuevo hogar gracias a la compra del chalé de La Navata. Además, en lo profesional ha sido testigo de la vuelta de la izquierda al gobierno de España. El panorama se presentaba favorable, pero en mitad de tanta felicidad ha llegado un duro golpe a su vida: la muerte de su padre.

Clemente Montero fallecía este lunes en su domicilio de Moratalaz, en Madrid. El padre de Irene era natural de Ávila, concretamente de la localidad de Torredillas, y había trabajado toda su vida en el mundo de las mudanzas. Fue uno de los grandes apoyos de la política en el asunto de la compra del chalé, ya que según indicaron Pablo y su pareja en el comunicado para calmar la polémica sobre su hipoteca: "Irene ha necesitado pedir un préstamo a su padre. El padre de Irene ha trabajado toda su vida como mozo de mudanza y su madre es profesora de educación infantil", señalaban.

Mientras la portavoz de Podemos en el Congreso espera la llegada de sus bebés para otoño se ve obligada a hacer frente a esta pérdida que seguro marcará su mitad de año como uno de los más duros. El cuerpo de su padre se encuentra en el Tanatorio de la M-30 y allí se ha despedido ya de él. A lo largo de este lunes por la mañana tendrá lugar el velatorio y después sus restos serán trasladados al cementerio.

Parecía que iba a ser un año de bienvenidas para Irene, con la maternidad en lo personal y la nueva etapa política en lo profesional, pero este trágico revés llega en un momento inesperado en el que todo eran sonrisas. La política, que se encuentra en su quinto mes de gestación, hace solo unas semanas se enfrentaba a la polémica de la compra del chalé de 600.000 euros, hoy permanecerá en duelo por el adiós de su progenitor, en un momento en el que ella misma ejercerá el papel de madre en tan solo unos meses.

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