Minerva Portillo en una imagen de archivo

Minerva Portillo en una imagen de archivo Minerva Portillo Redes Sociales

Famosos ESCÁNDALO SEXUAL

Minerva Portillo, la española cuya vida destrozó el fotógrafo Terry Richardson

La modelo valenciana tenía 20 años cuando, emocionada, realizaba una sesión de fotos para el prestigioso fotógrafo de moda. Su vida nunca ha vuelto a ser la misma.

13 noviembre, 2017 18:17

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La modelo Minerva Portillo (35 años) ha roto su silencio para engrosar la lista de mujeres que han denunciado haber sido agredidas sexualmente desde que saltara el escándalo en la meca del cine de la mano de Harvey Weinstein (65). Todo un goteo que, parece, no ha hecho más que empezar. Con su testimonio, la maniquí pretende ayudar y por eso habla ahora alto y claro. La persona que, según Portillo, destruyó su vida y aniquiló sus sueños profesionales no es otra que el prestigioso fotógrafo neoyorkino Terry Richardson (52), al que conoció en 2004. Desde ese año, su vida nunca volvió a ser la misma.

Minerva ha decidido contar su testimonio en La Vanguardia, donde ha explicado cómo se sintió durante esas agresiones sexuales. Por aquel entonces Portillo era una joven que comenzaba en el mundo de la moda y apenas conocía los oscuros entresijos que habitan entre bambalinas. Hoy, en retrospectiva, se siente engañada y utilizada por Richardson. Así lo ha confesado en el citado periódico. "Acabo de poner una denuncia en la comisaría, reclamando el derecho al olvido por las fotos que siguen circulando en Google. Quiero acabar con todo esto, ya es hora. Olvidarlo, cerrarlo. Ha sido demasiado sufrimiento", ha puesto de manifiesto la supermodelo quince años después.

"Terry me decía 'Tú eres mi mayor droga'. Me duché y me froté con una fuerza inhumana"

Minerva Portillo, en una imagen de archivo.

Minerva Portillo, en una imagen de archivo. Gtres

Según su versión, relatada a la periodista Joana Bonet, cuando entró en el apartamento neoyorquino de Terry se sintió denigrada como mujer. Entonces Minerva tenía 20 años y muchas ansias por cumplir su sueño. De España solo se llevó bajo el brazo la recomendación de la agencia View e ilusiones a raudales. Esa sesión de fotos con Terry, creía ella, sería un paso más allá en su fulgurante carrera. Sin embargo, algo le alertó: "Estaba a punto de iniciarse la sesión, lo firmé sin saber qué firmaba… Todos menos yo sabían lo que iban a hacer. Actuaron como una mafia, todo estaba organizado".

Lo peor estaba por llegar porque Terry se obsesionó con ella. "Sí, es verdad que se obsesionó conmigo. Me decía: 'Tú eres mejor que cualquier droga'. Me fui corriendo, sentía mucho asco. Me duché y me froté con una fuerza inhumana. No se lo conté a nadie", ha asegurado. Tras ese aciago día, su vida nunca fue igual: "Me anularon mi vida entera. Él hizo su obra de arte conmigo, pero yo toqué el fondo; si no fuera por mi hija..." Porque sí, además de ese duro trance la modelo tuvo que hacer frente al oprobio y la sequía profesional. A Minerva la dieron de lado las revistas de moda, los fotógrafos de renombre, las marcas, las estilistas y los vips.

"Él me dio un beso y en veinte minutos pasó todo"

El fotógrafo Terry Richardson

El fotógrafo Terry Richardson Gtres

Pese a esto, la vida siguió para Minerva y hoy por fin se ha atrevido a pasar revista por aquellos años: "Acabo de ver las imágenes, no había querido hacerlo. Y me dan ganas de abrazar a aquella niña que está allí, con la mirada extraviada, ¡es tan vergonzoso! Veo a un ángel en la mierda. Es muy difícil explicar la presión psicológica que sientes en aquel momento, argumentar por qué consientes. Él me dio un beso, y en veinte minutos pasó todo. Yo me quería ir, pero no sabía cómo hacerlo, había entrado en una espiral. Hay tanto que contar de esa realidad que viven chicas muy jóvenes, de 18 o 19 años… cómo te abducen. Richardson asegura que no ha forzado a ninguna chica, pero los suyos son abusos denigrantes".

Por su parte, Terry Richardson nunca reconoció los hechos, pero a Minerva eso le da igual; romper su silencio ha sido terapéutico para ella. Ahora sí ha cerrado ese capítulo de su vida y con él pretende concienciar a las mujeres: hay salida.