Después de haber aparecido durante la entrevista de Bertín Osborne a Javier Sardá hace unos meses, Boris Izaguirre (52 años) se ganaba su lugar como entrevistado este miércoles en Mi casa es la tuya. El excéntrico colaborador abrió las puertas de su casa al presentador jerezano y hablar sin tapujos de su vida “de telenovela”, como él mismo la define, entre Venezuela y España.

El popular showman, escritor y guionista realizó un extenso repaso a sus primeros años de vida en Venezuela, su país de origen; su llegada a España, acogido por la familia Bosé; su prolífica carrera en los medios de comunicación y, por supuesto, sobre su homosexualidad.

“Con la edad avanzo hacia la idea de la pansexualidad que a una única sexualidad. Tengo un gancho con las mujeres, que me parece una tontería no avanzar un poco más. Yo que he sido tan pionero, pienso que por qué no. Muchos pueden decir que cómo uno puede pensar en hacerse heterosexual con 50 años. Puede ser”, reflexionó el escritor después de contarle a su padre que se había acostado con la hija de un amigo suyo guerrillero.

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No fue la única anécdota de su adolescencia o infancia en Venezuela. El guionista también relató cómo vivió su infancia su país de origen, y contó sus experiencias con aquellos que, desde muy joven, le insultaban por su condición sexual.  “Entre los 6 y los 10 años, los obreros me gritaban ‘maricón”, recordó. “La directora de la escuela me atormentó tanto que terminé poniendo a Boris en manos de psiquiatras”, comentó su padre Rodolfo.

“Yo siempre pensaba en qué me estaba equivocando. Cualquier error de aquellos momentos podía aparecer luego en el futuro en el diván de un psiquiatra. Yo creo que al final lo hicimos bien”, continuó contando su progenitor. “La Universidad la tuve en casa”, añadió el escritor.

El finalista al Premio Planeta 2007 explicó también cómo se produjo su llegada a España acogido por la familia Bosé y cómo empezaron a sucederse sus primeros trabajos: primero como tarotista en gallego, después como guionista de televisión para Irma Soriano y más tarde con el programa Crónicas Marcianas, con el que dio su salto a la fama.

“La primera vez que me desnudé en Crónicas Marcianas no fui directamente a casa sino a un Burguer King para no encontrarme directamente con Rubén. Y la gente diciéndome: ¡Ayer te vi el culo! Abrí la puerta de casa y Rubén me dijo: ¡No sé qué más vas a hacer!. Pero yo pensaba que tenía que hacerlo. Terenci Moix me dijo una vez que “escritor se puede ser en cualquier momento, estrella sólo una vez. Y yo fui la estrella de aquel programa”, comentó.

“A veces me he preguntado si después de Crónicas Marcianas, he hecho algo más. ¡Y claro que lo he hecho! Pero, ¡qué bocanada de libertad era aquello! Aquello ya no se puede volver a hacer”, añadió el escritor antes de hablar de las críticas que recibió por su actitud.

Boris Izaguirre con Bertín Osborne

El rechazo del colectivo gai

El colectivo gay nunca me invitó a sus eventos, ni a dar el pregón. Decían que no les gustaba un gay lleno de tópicos. Me molestaba mucho porque, yo no me quiero hacer abanderado, pero la gente me lo decía. Creo que contribuí a que este país estuviera feliz con su evolución. Es una evolución aceptarme a mí”, añadió.

Respecto a un posible reencuentro del equipo de aquel programa, Izaguirre comentó que “no nos vamos a reunir. Somos como los Beatles”. No opina igual Carlos Latre, que ha pedido un reencuentro porque los fans lo merecen. “Creo que el público y la historia de la televisión se merecen un reencuentro de Crónicas Marcianas”.

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“Cuando salí de Crónicas Marcianas, me molestaba cuando la gente quería que siguiera con ese personaje. Recuerdo una entrevista en Barcelona que me tiraron una peluca para ponérmela. Y no lo hice", contó.

“¿Te hizo daño aquella etapa?”, le preguntó Osborne. “No. Pero sí que cuando Javier decidió hacer La Tribu, en unos ensayos Mercedes Milá me dijo que no hiciera de Crónicas Marcianas. La solución al final fue marcharse. Sólo así pude desprenderme de eso”.

Esa solución fue irse a vivir a Miami, donde lleva instalado tres años. “Trabajé con Gemma Nierga durante 17 años. Y de repente me citó en un restaurante horrible y sabía que no habría una noticia agradable. ‘La cadena considera que representas una cosa que no es la onda ahora’, me dijo”.

“Entonces me ofrecieron un contrato en Telemundo y hasta hoy día me hace falta España. Me dieron la bofetada, bajé todos los escalones posibles, pero he vuelto a salir hacia afuera”, reconoció.