Este martes tuvo lugar en el Florida Retiro de Madrid la gala de entrega de premios del Prix de la moda Marie Claire. Y fue Tamara Falcó quien ejercició de presentadora en un acto en el que la diseñadora Agatha Ruíz dela Prada fue galardonada con el premio a la mejor carrera nacional mientras que Marisa Berenson, recientemente convertida en abuela, obtuvo el Prix International Fashion Icon. Decenas de famosas dieron brillo a una noche muy especial, en la que la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó, vestida de plata y negro, demostró que sigue siendo la misma de siempre: tan delgada como antes de que se le detectara hipertiroidismo e igual de resuelta para escapar de las preguntas comprometidas, aunque lanzó algún que otro sutil dardo a su madrastra, Esther Doña.

Pero lo más importante era la boda de su hermana. Esa misma mañana, JALEOS publicaba en exclusiva con fuentes de absoluta solvencia que Ana Boyer no quiere que Vargas Llosa acuda a su boda con Fernando Verdasco. El enlace tendrá lugar en el Caribe en el Puente de la Constitución y la benjamina del clan Preysler, que nunca ha aceptado la relación de su madre con el premio Nobel, no desea que la primera fotografía en la que aparezca junto al hombre que ha sustituido a su padre en el corazón de su madre sea justamente del día de su boda. Pero no le queda otra.

- Tamara, ¿has decidido ya el vestido que te pondrás para la boda de tu hermana?

- Sí, iré vestida con un traje diseñado por mí. En un principio iba a encargarme yo de los vestidos de las mujeres de toda la familia: para mi madre, para Chabeli... No puse ni el más mínimo inconveniente hasta que me di cuenta de que no tengo capacidad de aguante suficiente para enfrentarme a una tarea así.

"Mami estaba en Rusia el día de la prueba del vestido y tuvimos que poner un iPad gigante para que ver a su hija desfilar". 

- ¿Por qué?

- No os imagináis lo pesadas que pueden ser las mujeres de mi familia. Todas a la vez, además, y con motivo de una ocasión así. Al final lo que he decidido es que cada una elija un diseñador diferente. Yo me he quedado conmigo misma, que va a ser lo más fácil. Era demasiado trabajo. No solo estoy preparando mi colección, que saldrá muy pronto, también estoy ayudando a mi hermana con los preparativos.

- ¿Cuáles son sus cometidos como hermana de la novia a la hora de ayudarla a organizar su boda?

- Hago absolutamente de todo. A este paso voy a tener que poner yo las mesas, porque todavía no ha contratado a nadie para que se encargue de ello. No, en serio, hago de todo... Desde enterarme de qué color tienen que ser las corbatas de un chico para casarse, a ayudarle con la compañía a elegir el traje de novia. Y es que mami estaba en Rusia… Tuvimos que poner un iPad gigante para que viera a Ana desfilar con el vestido. Fue un momento realmente muy emotivo para todas…

- ¿Y qué harás el día de la boda?

- Voy a llevar la cola y también seré testigo. Por lo menos se suponía que iba a serlo, aunque el sacerdote que se encarga de la investigación o algo así que te hacen ha alterado los planes.

"No tengo aguante para ocuparme de los vestidos de todas las mujeres de la familia. No os imagináis lo pesadas que pueden ser".

- ¿Asistirán a la boda Laura y Miguel Boyer, los hermanos de padre de Ana?

- Ninguno de los dos irá. Y creo que al final estaba sobreentendido. Y aquí me estoy metiendo donde no me llaman, pero está claro que Ana ha tenido más relación con los hermanos por parte de madre que con sus hermanos por parte de padre.

- Sabes que se ha publicado que a tu hermana no le gustaría ver a Mario Vargas Llosa en su boda...

- Sí, lo he leído. También ha salido publicado que la familia de ellos no nos tragan a nosotros y nos tienen manía, y no es verdad para nada. Hemos estado todos juntos y nos hemos estado riendo. No paran de salir rumores.

- Y cómo te encuentras tú tras la boda de tu padre con Esther. Se ha llegado a publicar que no fuiste porque no la soportas.

- No sé quién ha podido decir eso, pero me da absolutamente igual. No fui por motivos personales tampoco fueron mis hermanos mayores exactamente por lo mismo.

- ¿Cómo es la relación con tu padre?

- La relación con mi padre es buenísima.

- Pues se ha dicho que en el Teatro Real, donde acudiste del brazo de Mario Vargas Llosa, ni siquiera saludaste a tu padre.

- Eso es completamente mentira. Todo el mundo vio cómo me pude acercar a él y le saludé, tanto a él como a Esther. Lo primero que hice cuando vi a papi fue acercarme a saludarlo.

"Se suponía que iba a ser testigo aunque el sacerdote que se encarga de la investigación o algo así que hacen ha alterado los planes".

- ¿Y entonces por qué no fuiste a la boda?

- Por motivos personales que ya explique en su momento y que no voy a volver a contar ahora. Mi padre y yo pasamos muchísimo tiempo juntos. Él está forjando su nueva vida ¡y olé! Yo a mi padre le tengo muchísimo cariño. Y esto lo tengo que aceptar porque Esther es su esposa.

- No sientes algo de envidia viendo tan felices a tu madre y a Mario.

- Mi madre y Mario están fenomenal y no entiendo por qué me tendrían que dar envidia. Yo comparto su felicidad. Que se van al cine juntos, yo también voy a veces al cine con mami.

- ¿Y tú no tienes algún rollito con alguien?

- Yo no tengo rollitos, yo soy católica