La boda de la hija de El Assir se presentaba como una de las celebraciones más lujosas y esperadas por la 'jet set' española. El magnate no ha reparado en gastos y los invitados a los tres días de festejo por la unión de Alia María El Assir Fernández Longoria (30) y Hugo Linares Espinós (35) no han quedado defraudados con la gran fiesta. La lista de invitados por parte de los novios tenía nombres tan 'top' como los de las hermanas Preysler, Tamara Falcó y Ana Boyer, hasta el del mismísimo rey emérito Don Juan Carlos I, un gran amigo de cacerías del padre de la novia.

El monarca declinó la invitación como en su momento hizo El Assir con la propuesta de asistir al enlace de Felipe VI y Doña Letizia. En esta ocasión la negativa ha sido debida a la posibilidad de que los asistentes nacionales pudieran pillar instantáneas del anterior rey de España y subirla a las redes. Don Juan Carlos no ha querido ponerse en ese riesgo y ha preferido pasar este fin de semana en compañía de unos amigos en la ciudad condal. Los que sí han pasado tres días de celebración en la localidad suiza de Gstaad han sido Alejandro Aga y Ana Aznar, Alfonso Cortina, Sara Verdasco, Miriam Lapique junto a sus hijos, Simoneta Gómez-Acebo o las ya citadas dos hijas de Isabel Preysler, además de muchos más invitados por la parte familiar de ambos prometidos.

Los invitados volaron el viernes hacia el aeropuerto de Zurich y quienes no poseían casa en la ciudad tuvieron varias opciones de alojamiento. Los más privilegiados pudieron pasar las noches en el lujoso hotel Palace, pero los que no tuvieron esa suerte pudieron alojarse en lugares menos atractivos pero que no eran de menos ya que su precio por noche no bajaba de los doscientos euros. Por tanto, la gran fiesta del enlace no salió barata para los bolsillos de los asistentes, pero a vista de las imágenes y la organización de actos de los tres días tampoco decepcionó a quienes pudieron disfrutarla.

Unas amigas de la novia vestidas de tirolesas. Instagram

En los días que duró el festejo tuvieron tiempo para momentos de risas, como la celebración en un famoso club suizo en el que los invitados tenían que ir vestidos de tiroleses, y momentos más solemnes como la propia ceremonia la tarde del sábado. La novia escogió para ese romántico momento un espectacular vestido de Lorenzo Caprile con una cola de 2 metros de largo y tejido en guipur. El cura fue acompañado por las voces de un coro rociero que cerró el enlace con una salve que introducía ya a los asistentes en el cóctel y fiesta posterior.

La carpa donde pasaron el resto de la noche estaba situada en una pradera que dejaba un bonito paisaje que podía disfrutarse desde dentro debido a las paredes de cristal de la estructura que acogía a los comensales. El ambiente tan gustosamente decorado con adornos florales y las luces estrategicamente medidas daban una atmósfera idónea para las fotografías. Así lo aprovecharon las bellezas españolas allí reunidas, como Ana Boyer, Sara Verdasco y Lucía Domínguez que no duraron en guardar la instantánea del momento y colgarla en sus redes sociales. La menor de las Preysler llevaba un vestido diseñado por su hermana Tamara Falcó que aprovechó para estrenar en el enlace en Gstaad.

Tal y como ocurrió con el resto de detalles de la fiesta, el menú tampoco se subestimó. Hubo para todos los gustos, para los más saludables, ensalada de remolacha; para los amantes del arroz, risotto; y para los más carnívoros, solomillo. El tiramisú fue el postre en común pero los invitados pudieron degustar más sabores y texturas en el buffet de postres a su disposición.

Al día siguiente, el día de la vuelta a casa, se celebró un brunch en agradecimiento a los asistentes y estos emprendieron después el viaje de regreso. Antes de coger las maletas, las celebrities españolas ahí congregadas aprovecharon para hacer algo de turismo y fotografiar los preciosos parajes que deja la naturaleza verde de Suiza.