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    Con el vestido de Reem Acra que llevó a la gala del MET de 2011, con los recientes estilismos en colores patrióticos y con el diseñador Karl Lageferld, de quien se dice podría vestirla hoy.

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    Melania Trum no suele llevar traje de chaqueta, y le apasionan los grandes escotes, tanto de día como de noche.

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    Los asesores de imagen y especialistas en Protocolo político no aconsejan las transparencias, sobre todo las que dejan entrever la ropa interior.

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    La mujer de Donald Trump fue modelo, y domina las tendencias. Al principio tendía a enseñar más y a llevar tejidos brillantes, pero ha ido depurando su estilo.

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    El negro es uno de sus colores favoritos, pero durante la carrera presidencia ha preferido el blanco y colores claros.

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    En el camino a convertirse en Primera Dama ha ido sofisticando su imagen y dejando atrás los escotazos anteriores.

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    El mono blanco de Ralph Lauren de la noche de la victoria electoral fue unánimemente alabado pero, en años anteriores, el negro era su color fetiche.

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    Cada mujer del presidente ha impuesto su propio estilo. Una característica del de Melania Trump es que no suele llevar tejidos estampados y le encanta llevar zapatos de un color completamente distinto.

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    Las minifaldas no pueden formar parte del guardarropa de una Primera Dama. Y el uso de pieles dependerá de lo que le aconsejen sus asesores.

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    El rosa palo o maquillaje es otro de sus colores favoritos, pero desde hace unos meses ha moderado sus escotes.

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    Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si este tipo de modelos seguirán siendo apropiados una vez que sea Primera Dama.

Lorena Jiménez García