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    La interiorista Christina Hansen apuesta por una fuerte iluminación y la combinación de materiales, -desde la madera hasta el hierro del cesto o la alfombra para dar calidez-, pero siempre en tonos neutros y muy pálidos. | Foto: Christina Hansen.

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    Una de las mejores combinaciones del blanco es, sin duda alguna, el gris. No le resta protagonismo y le da cierto carácter y calidez. Además, si juegas bien con la iluminación, no le restará un ápice de luz. Además, añade también una alfombra, dejando parte del suelo de madera al desnudo y añadiendo una silla para conseguir esa sensación de unidad familiar que se necesita al principio. | Foto: Alondra.

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    Esta habitación diseñada por Holly Mathis Interiors, una de las decoradoras más seguidas de Texas (EEUU) es el ejemplo perfecto de como blanco no es sinónimo de aburrimiento ni de frialdad. Al contrario, deja vía libre para que la creatividad de los más pequeños se exprese de forma absoluta. | Foto: Holly Mathis Interiors.