Barbara Bush nunca se separó de su marido,  George H. W. Bush (93), en los actos oficiales cuando él era presidente de Estados Unidos. Pero tenía otras fieles compañeras que siempre estaban junto a ella: las perlas. 

La ex primera dama se convirtió en la abanderada de los collares de perlas. Para Barbara eran un accesorio indispensable, poco le importaba el acto o el conjunto que vestía si no iba acompañado por los accesorios de color nácar. 

Barbara en una de sus últimas apariciones.

Los rumores entorno la autenticidad de sus collares siempre han rondado la prensa estadounidense. Los medios de su país confirmaban que las perlas que lucía, día sí y día también, en más de una ocasión fueron falsas. 

La ex primera dama confesó que lucir los collares de perlas en la vejez tenía un objetivo muy concreto. Quería cubrir las arrugas del cuello y con los anchos accesorios de nácar lo conseguí. 

Barbara se las puso hasta en sus últimas apariciones públicas. Siempre con un estilo muy clásico, combinaba las perlas de sus collares con las que cubrían sus orejas. En 2015, durante uno de sus últimos actos en público, se atrevió a vestir una camiseta deportiva de béisbol con una gorra de los New York Yankees, combinado con sus inseparables perlas.

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