John F. Kennedy y su mujer, Jacqueline, en una imagen de archivo.
La 'maldición' de los Keneddy regresa tras el cáncer de Tatiana Scholssberg: las desgracias de la tormentosa familia
Este pasado sábado, 22 de noviembre, la nieta de John F. Kennedy compartió con el mundo que padece una leucemia mieloide aguda.
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En 1928, Joseph P. Kennedy, padre del futuro presidente de Estados Unidos, se convirtió en uno de los fundadores de los estudios RKO, célebre por los musicales de Fred Astaire y Ginger Rogers y por haber producido King Kong y Ciudadano Kane.
Casado desde octubre de 1914 con Rose Elizabeth Fitzgerald, primogénita del alcalde de Boston, con quien tuvo nueve hijos, durante su estancia en Hollywood mantuvo un romance de tres años con la estrella Gloria Swanson.
Sus inversiones inmobiliarias -fue dueño del Merchandise Mart, el edificio de Chicago más grande del mundo en los años 30- así como su vinculación al contrabando de alcohol durante la Ley Seca, provocaron que Joseph P. Kennedy se convirtiera en uno de los hombres más ricos del país.
Jackie Kennedy junto a su marido, John Fitzgerald Kennedy, y sus dos hijos, John y Carole.
Su fortuna se calculó en 1935 en 180 millones de dólares -4.140 millones de euros en 2025- sirvió para interferir en las carreras de sus hijos varones ya que ansiaba ostentar el poder del país. Por ello, fueron educados para conseguir la presidencia del país.
Lo logró el 20 de enero de 1961 cuando su hijo John F. Kennedy se convirtió en el primer presidente católico de Estados Unidos, pero no llegó a terminar su mandato al ser asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas. Sin duda, este es el principal ejemplo de la maldición de los Kennedy.
En la noche del pasado sábado, 22 de noviembre de 2025, se desveló la última tragedia de este clan que sigue siendo lo más parecido a la Familia Real americana.
Tatiana Schlossberg Kennedy (35), nieta del 35º presidente e hija de Caroline Kennedy (67) y Edwin Schlossberg (80), anunció a través del ensayo A Battle with my Blood -Una batalla con mi sangre- en The New Yorker que padece un cáncer terminal a sus 35 años. Se trata de una leucemia mieloide aguda.
Uno de los párrafos más sensibles escritos por la joven periodista medioambiental refleja uno de los rasgos por lo que son conocidos los Kennedy: "Durante toda mi vida, he intentado ser buena, ser una buena estudiante, una buena hermana y una buena hija, y proteger a mi madre y nunca hacerla sentir molesta o enojada. Ahora he sumado una nueva tragedia a su vida, a la vida de nuestra familia, y no hay nada que pueda hacer para evitarlo". Esta trágica noticia es un golpe tremendo para el core de los Kennedy.
John F. Kennedy durante un acto político. Europa Press
Tras el magnicidio de Dallas que convirtió a Jackie Kennedy en la emperatriz de la tragedia -así me lo confesó hace varias décadas el escritor Gore Vidal, quien durante unos años fue el hermanastro de la ex primera dama-, el núcleo duro del clan Kennedy estaría abocado a la tragedia.
En mayo de 1994, Jacqueline Kennedy Onassis falleció en su penthouse del 1040 de la Quinta Avenida a los 64 años a causa de un linfoma no hodgkiniano que había mantenido en privado mientras estuvo convaleciente.
El apartamento de 500 metros cuadrados, comprado al mudarse a Nueva York tras quedarse viuda, fue el epicentro de la vida social más elitista de la ciudad que nunca duerme.
Su muerte supuso el fin de una era. Emblema del lujo y la sofisticación e icono de la moda, aportó a la Casa Blanca un toque de chic francés y su icónico jardín y rosaleda que Donald Trump (79) se ha cargado recientemente debido a sus ínfulas de grandeza.
Su nieto, Jack Schlossberg (32), que hace varias semanas anunció que se postula al Congreso por Nueva York, criticó esta reforma en Instagram: "Mi abuela veía América en todo color, Trump ve en blanco y negro. Donde ella plantaba flores, él vertía hormigón.
Ella dio vida a la Casa Blanca porque nuestros hitos deben inspirar y crecer junto a nuestro país. Su jardín de rosas ha desaparecido, pero el espíritu de la Casa Blanca de Kennedy sigue vivo en los jóvenes de corazón, en los fuertes de espíritu y en una nueva generación respondiendo al llamado al servicio".
En una de las míticas fotos realizadas durante la presidencia de Kennedy se puede apreciar al pequeño John Kennedy Jr. en el jardín de su famosa madre. Algo más de tres décadas después, la fatalidad se cebó concretamente en ese niño que acabó por convertirse en el soltero de oro del mundo.
En julio de 1999, el abogado falleció a los 38 años junto a su esposa Carolyn Bessette y su cuñada Lauren mientras pilotaba su avioneta frente a las costas de Martha’s Vineyard, la isla de los multimillonarios estadounidenses donde Jackie poseía una residencia de 600 metros cuadrados ubicada en un terreno de algo más de 120 hectáreas.
De esta manera, en cinco años, Caroline Kennedy había perdido a su madre y su hermano.
Católicos devotos, los Kennedy se han amparado en la religión para sobrellevar las diferentes catástrofes ante las que ha tenido que lidiar el clan.
Rose y Joseph Kennedy no tardarían en vivir en sus propias carnes la desgracia. Su primogénito, Joseph, murió con 29 años en 1944 mientras pilotaba su avión durante una operación secreta en la II Guerra Mundial.
Kennedy, junto a su mujer, horas antes de ser asesinado. Reuters
La primera hija y tercera en nacer, Rosemary, tuvo una privación de oxígeno tan elevada durante el alumbramiento que su cerebro sufrió daños irreversibles. Los Kennedy ocultaron su enfermedad, le practicaron una lobotomía y la ingresaron de por vida en una institución especializada.
Su progenitor se avergonzaba porque no era genéticamente perfecta. Falleció a los 86 años en 2005 en soledad.
Kathleen, el cuarto vástago y segunda hija, viuda de William Cavendish, marqués de Hartington y cuñada de Deborah Mitford, una de las seis famosas socialités hermanas Mitford, se iba a casar con William Wentworth, VIII conde Fitzwilliam una vez obtuviera su divorcio. Los amantes fallecieron en 1948 en un accidente de aviación. Ella tenía 28 años.
El 6 de junio de 1968 murió asesinado a los 42 años Robert Kennedy, senador y ex Fiscal General de los Estados Unidos. Su padre vio en él la gran esperanza presidencial tras el fallecimiento de John F. Kennedy, pero esto no gustó a los poderes ocultos que se movían tras el poder.
Un error de seguridad provocó que un joven de 24 años llamado Sirhan Bishara Sirhan disparara al político en tres ocasiones. Su hijo Robert es el actual Secretario de Salud y Servicios Humanos de la administración Trump. Para el clan Kennedy este es un traidor.
Independientemente de las muertes, los Kennedy han vivido otros muchos sinsabores relacionados con violaciones, drogas o malos tratos. Uno de los casos más sonados fue el que protagonizó el senador Ted Kennedy el 18 de junio de 1969 en la isla de Chappaquiddick en Massachusetts.
En el coche que conducía le acompañaba Mary Jo Kopechne, que había sido secretaria personal de su hermano Robert. Al cruzar un puente, el vehículo cayó en el lago Poucha, donde la joven pereció.
Christina Onassis, con Jackie Kennedy, en 1976. Gtres
Tras declararse culpable por haber abandonado el lugar fue sentenciado a dos meses de cárcel que no cumplió al no tener antecedentes. Aquel hecho le cerró las puertas para sentarse en la Sala Oval. Murió el 25 de agosto de 2009 a causa de un tumor cerebral a la edad de 77 años.
David Anthony Kennedy, el cuarto de los hijos de Robert y primo carnal de Caroline, no pudo vencer la adicción a las drogas duras que en cierta ocasión le provocaron una endocarditis bacteriana. Tras varios ingresos en clínicas de desintoxicación, falleció en abril de 1984 a los 28 años a causa de una sobredosis.
En la primavera de 1991, William Kennedy Smith (65), hijo de Jean Kennedy y sobrino del presidente, protagonizó los titulares al ser acusado de violación en Palm Beach (Florida). Afortunadamente, unos meses después fue declarado inocente.
Su hermano Michael LeMoyne había sufrido alcoholismo, pero falleció el fin de año de 1997 con 38 años tras perder el equilibrio mientras jugaba a fútbol americano sobre esquís con su familia.
15 años después, su cuñada, Mary Richardson Kennedy, se ahorcó en su casa de Mount Kisco, a 70 kilómetros al norte de Nueva York, dos años después de divorciarse de Robert Kennedy. Tenía 52 años.
Robert F. Kennedy Jr., secretario de salud de Estados Unidos, y Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
Una de las bisnietas de Joseph y Rose también sucumbió a consecuencia de una sobredosis. Saoirse Kennedy, nieta de Robert F. Kennedy- tenía problemas mentales cuando perdió la vida con 22 años.
Asimismo, otra de las bisnietas, Maeve Kennedy Townsend McKean, hija de Robert, se ahogó junto a su hijo Gideon de 8 años mientras ambos navegaban en canoa en la bahía de Chesapeake, ubicada en el este de Estados Unidos.