La vida de Tita Cervera (79 años) daría sin duda para un buen guion de largometraje. Por un lado, la baronesa es una de las pocas personas que sin preparación específica alguna ha conseguido más portadas en las revistas de sociedad y se ha convertido en una de las mujeres más ricas de nuestro país. Por otro, uno de los hombres más importantes de su vida fue una de las estrellas cinematográficas más populares de la década de los cincuenta, Lex Barker.

El apuesto actor estadounidense, fallecido hace ahora cincuenta años, ganó bastante popularidad tras interpretar a Tarzán en varios filmes. En 1963, varios años después de rodarlos, enamoró a Tita Cervera, que entonces era conocida por haberse coronado Miss España. La pareja se conoció en un avión cuando ella, animada por su siempre ambiciosa madre, se atrevió a acercarse a él para pedirle un autógrafo.

En marzo de 1965, la baronesa y el actor se casaron en Ginebra. "Lo celebramos por lo civil y por la iglesia, y luego dimos un banquete en casa de Lex, que tenía unas vistas magníficas al lago Lemán", contó ella en una ocasión. "Vinieron mis padres y mi hermano, y por parte de Lex no faltaron sus tres hijos [...]. Yo llevaba un vestido precioso de Pedro Rodríguez, por entonces uno de los mejores diseñadores de España, amigo de Cristóbal Balenciaga. Aún guardo los muñequitos que adornaron la tarta nupcial".

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Tita, durante la inauguración de una exposición en Madrid, en 2019. Gtres

La pareja acabaría instalándose en Los Ángeles, donde Tita se codeó con grandes celebridades y trató de hacer sus pinitos como actriz, pese a la oposición de su marido, que ya había experimentado varias relaciones fallidas con mujeres que se dedicaban a la actuación y no quería que una carrera en el cine pudiera perjudicar también su nuevo romance.

Barker fue además la persona que regaló a Tita la que es su casa favorita, su mansión Mas Mañanas, construida sobre un terreno aportado por el padre de la baronesa. Pero aquella relación sentimental se fue deteriorando por la diferencia de edad y el carácter posesivo de él. Tanto es así, que estaban a punto de emprender caminos separados cuando Barker sufrió un fulminante ataque al corazón mientras caminaba por las calles de Nueva York. Tras enviudar del actor, la baronesa iniciaría una tormentosa relación con el playboy venezolano Espartaco Santoni.

Sea como fuere, la baronesa ha hablado siempre con bastante cariño de su relación con Barker. En 2016, a modo de homenaje, aprovechó una exposición con objetos de su colección americana en Sant Feliu de Guíxols para compartir con el público un revólver que había pertenecido a Barker. "Lex hizo muchas películas del oeste", apuntó Tita entonces, "y el lugar que más le gustaba del mundo era este, Sant Feliu, que también es mi favorito. La pistola de Lex me trae recuerdos maravillosos. En un momento de mi vida, él fue mi gran amor, igual que en otro lo fue Heini Thyssen".