La supermodelo rusa Natalia Vodianova (38 años) y el heredero del imperio LVMH, Antoine Arnault (43), se han casado por lo civil en una ceremonia íntima y casi secreta en el Ayuntamiento de París tras una década de relación.

Acompañados por un grupo muy reducido de familia y amigos, Natalia Vodianova y Antoine Arnault se han dado el "sí quiero" este fin de semana en la ciudad del Sena, según ha confirmado la modelo en sus redes sociales mediante una foto y un pequeño vídeo acompañado de una sola palabra: Oui -Sí- y tres corazones.

En la imagen aparece la pareja a la salida del Ayuntamiento de París, donde la alcaldesa gaditana, Anne Hidalgo (61), ofició la boda.

Natalia Vodianova, una de las modelos más solicitadas del panorama internacional, y Antonie Arnault, heredero de uno de los imperios más grandes de la moda en el mundo que aglutina a firmas como Loewe, Givenchy, Dior, Louis Vuitton, Moët & Chandon, Sephora, o Tag Heuer, entre otras, llevan más de diez años juntos y tiene dos hijos en común, Maxim, de seis años, y Roman, de cuatro.

La modelo, lucía un sencillo conjunto de dos piezas, en tono marfil, compuesto por blusa con hombreras y cuello con bordados artesanales, ceñida con un cinturón y combinada con una falda de largo midi con una caída extraordinaria, mientras que el empresario optó por un traje chaqueta azul marino, camisa rosa y corbata celeste.

Para la modelo, que nació en Nizhni Nóvgorod, una ciudad industrial a 500 kilómetros de Moscú, es su segunda boda tras separarse del británico Justin Portman con quien tiene tres hijos más: Lucas Alexander (18), Naya (13 y Viktor (12).

El recién estrenado matrimonio es muy activo en sus redes sociales -ella bastante más que él debido a su trabajo como modelo y también influencer- y no dudan en lanzarse mutuos piropos desde sus perfiles de Instagram. Mientras que Vodianova habla de Arnault como el hombre de su vida, él la colma de halagos cuando habla de ella también en su faceta como madre. El pasado 28 de febrero, en el día del cumpleaños de la rusa, el heredero del grupo LVMH tildó a Natalia como la mejor y más bella madre en el mundo. 

Ahora tras una década de amor sin fisuras y dos preciosos hijos en común, se han jurado amor eterno en una ceremonia casi secreta en la ciudad de luz, París. 

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