Con total puntualidad británica, este Domingo de Resurrección, 31 de marzo, a las 10:45 -hora de Londres-, Carlos III (75 años) llegaba a la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Junto a su mujer, la reina Camila (76), el sobreano ha asistido al servicio religioso de Pascua. Se trata de su primer acto público desde que le diagnosticaron cáncer. 

A diferencia del año pasado, Carlos III ha llegado en coche. Nada más bajar del vehículo ha saludado a quienes se congregaron a las puertas del templo. Tal y como estaba previsto, la ceremonia ha tenido un aforo reducido para minimizar los riesgos para el Rey. 

Según informa la prensa británica, durante el servicio religioso el Rey se habría sentado separado de su esposa y otros miembros de la realeza para protegerse de posibles infecciones mientras sigue su tratamiento contra el cáncer que padece y del que no se han desvelado mayores detalles.

En su sermón, el arzobispo de Canterbury ha tenido muy presente al Rey, pero también a Kate Middleton (42). Tras animar a los fieles a "orar" por la salud del monarca y la Princesa de Gales, ha destacado la valentía de ambos por hablar públicamente de su diagnóstico. 

"En cada una de nuestras vidas hay momentos que nos cambian para siempre. Hemos observado, simpatizado y sentido junto al Rey y la Princesa de Gales mientras hablaban de su cáncer", es parte de lo que ha dicho Justin Welby en la misa del Domingo de Resurrección. 

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Carlos III, de buen humor y sonriente en la misa de Pascua. Gtres

La presencia del monarca estuvo en duda hasta el pasado 26 de marzo, cuando Buckingham confirmó su agenda. Aunque esta misma semana se le vio en otro compromiso, éste se llevó a cabo en privado. Su reaparición en la misa de Pascua es su primer acto público desde que el 5 de febrero comunicó que está siendo tratado de cáncer. Algunos medios locales lo ven como una señal alentadora que indicaría que su salud evoluciona favorablemente.

Este domingo se le ha visto sonriente y de buen humor, pese al delicado momento que vive la Corona británica. El Rey, según fuentes de Palacio, pretende aportar confianza sobre su situación, aunque esto no significa que vaya a retomar sus actos en público. 

Los hermanos de Carlos III, Sarah Ferguson, Sophie de Edimburgo y su hijo en la misa de Pascua. Gtres

En esta fecha tan señalada para los Windsor, el monarca ha querido dar un paso al frente, con el fin de lanzar un mensaje de unidad en nombre de los príncipes de Gales. A pesar de que el monarca había cancelado todos los compromisos públicos de su agenda tras anunciar que padece cáncer, ha querido demostrar su apoyo al príncipe Guillermo (41) y a Kate Middleton.

Hasta hace unos días, los medios británicos aseguraban que este domingo reaparecería la Princesa de Gales tras su baja temporal. Pero el plan ha sido cancelado después de que saliera a luz que la mujer del futuro Rey también padece cáncer y se somete a un tratamiento de quimioterapia, en su caso preventivo. Guillermo y Kate Middleton, así como sus tres hijos, George (10), Charlotte (8) y Louis (5), han sido los grandes ausentes de la misa de Pascua. 

Carlos III y Camila sí han estado acompañados por otros miembros de la Familia Real, como la princesa Ana (73), el príncipe Andrés (64) o los duques de Edimburgo, Eduardo (60) y Sophie (59). Hasta la capilla de San Jorge también se ha desplazado Sarah Ferguson (64).