El frigorífico es uno de los electrodomésticos que más gérmenes acumula en su interior y quizás no le damos la importancia que deberíamos a su limpieza. Y es que limpiar la nevera no es una tarea fácil, pero es necesaria aunque dé la sensación de que está limpio.

Para que te hagas una ligera idea, en el 40% de las casas el frigorífico contiene altos niveles de bacterias invisibles y gérmenes que pueden transferirse a los alimentos. Para evitar que las bacterias proliferen generando malos olores y favoreciendo las intoxicaciones, presta atención a cómo limpiar el frigorífico de forma correcta.

Cómo limpiar la nevera por dentro

  1. El primer paso antes de limpiar el frigorífico es desenchufarlo de la corriente. Así ahorrarás energía y podrás trabajar de forma más cómoda sin que el pitido de la puerta te moleste avisándote de que la has dejado abierta.



  2. Una vez apagado, saca todos los alimentos para no obstaculizar nuestra tarea. Lo ideal es conservarlos en un lugar fresco para que no se deterioren durante el proceso, así que aprovecha cuando esté medio vacío para no tener mucho tiempo la comida fuera. Si observas que se han formado placas de hielo al fondo, es mejor esperar hasta que se descongelen por completo.



  3. Retira las piezas desmontables para que limpiar la nevera sea una tarea más fácil. Así podrás limpiar mejor tanto los cajones, bandejas y hueveras como el frigorífico en sí.



  4. En las gomas se acumulan la mayoría de los hongos, así que aconsejamos que las limpies en profundidad con vinagre. También puedes limpiar la nevera con bicarbonato de sodio mezclado con agua, tanto por dentro como por fuera, para obtener mejores resultados.



  5. Mientras se secan las partes desmontables, empieza a limpiar con un paño húmedo y jabón neutro el interior de la nevera. Pero cuidado, esto no acaba con las bacterias, solo sirve para eliminar la suciedad superficial como las manchas e incrustaciones ocasionadas por los derrames de los alimentos.



  6. Cuando termines de limpiar la nevera, ha llegado el momento de desinfectarla. Para acabar con los microorganismos se necesitan soluciones químicas. Por ejemplo, se suele utilizar el vinagre porque, gracias a su acidez, es un desinfectante natural que no deja residuos sintéticos.



  7. Una vez terminada la limpieza y la desinfección debes dejar la puerta abierta para que se seque por completo o pasar un papel absorbente para acelerar el proceso de secado. 

Cómo evitar los malos olores en el frigorífico

Se recomienda limpiar la nevera a fondo cada tres o cuatro meses, pero también puedes prevenir que la suciedad y los microorganismos se acumulen. ¿Cómo? Es muy sencillo, solo tienes que limpiar en el momento el derrame de cualquier producto y limpiar los recipientes que vayas a introducir en la nevera antes de hacerlo.

Una buena solución para eliminar los malos olores es colocar alimentos muy neutros o ácidos, como un limón abierto o una pizca de bicarbonato, para que absorba los olores. Pero está desaconsejado el uso de ambientadores químicos para evitar que los alimentos absorban los olores artificiales. Para eliminar los malos olores también puedes limpiar con bicarbonato tu frigorífico. Para ello, mezcla medio litro de agua y una cucharada de bicarbonato de sodio, humedece un paño y limpia todo el electrodoméstico. También es ideal para eliminar las manchas y puedes usarlo tanto por dentro como por fuera.

Limpiar la nevera con productos químicos está desaconsejado. Además, puedes limpiar con bicarbonato, limón y vinagre que son muy efectivos y sin perjudicar tu salud ni el medio ambiente. Y por supuesto, contribuirán a eliminar los malos olores de tu frigorífico. El vinagre para limpiar el frigorífico es perfecto. Puedes dejar los compartimentos extraíbles en remojo con dos litros de agua y una taza de vinagre blanco durante media hora. Sécalo todo bien antes de volver a colocarlo para evitar la formación de moho.

El limón es muy eficaz también para limpiar la nevera y evitar los malos olores. La forma de hacerlo es mezclar el jugo de un limón en una taza de agua. Después de limpiar con bicarbonato o vinagre la nevera, pasa un paño de microfibra humedecido con esta solución por todas las superficies del interior del frigorífico. Si te resulta más cómodo, puedes poner la mezcla de agua y limón en un pulverizador y rociar donde sea necesario. Es una forma muy efectiva de eliminar los malos olores, dejando una fragancia fresca y agradable.

Por último, te recomendamos que pongas los alimentos, en especial las sobras, en recipientes cerrados para evitar la formación de olores y los posibles derrames.

Cómo limpiar el exterior del frigorífico

Limpiar el frigorífico por fuera también es importante pues, al cocinar, abrimos y cerramos la puerta con las manos de manipular los alimentos y las limpiamos un poco, pero no las lavamos bien. Para desinfectar bien, la mejor opción es el vinagre, aunque puedes limpiar con bicarbonato si lo prefieres. 

Puedes optar por otro producto químico para limpiar la nevera por fuera, pues esta parte no está en contacto directo con los alimentos. Además, lo mejor es limpiar el exterior del frigorífico con un paño anti-estático para recoger todo el polvo acumulado. Otra buena idea es que muevas este electrodoméstico para limpiarlo por la parte posterior. Esto es fundamental para aumentar su eficiencia, pues al eliminar todo el polvo de su serpentín de refrigeración se reducirá el consumo de energía del aparato de forma considerable. 

Ya puedes comenzar a poner en práctica estos métodos para deshacerte de todos los microorganismos no deseados de tu nevera. ¡Obtendrás unos excelentes resultados!

También te puede interesar...