Con la llegada del buen tiempo, una de las cosas que más nos apetecen en España es hacer una buena barbacoa. Un verano no se entiende sin una barbacoa con los ingredientes que más nos apetezcan, como por ejemplo pollo crujiente, impregnados de ese delicioso sabor ahumado del carbón que caracteriza una buena barbacoa. Aunque una puesta a punto es necesaria antes de ponernos manos a la obra y disfrutar. Necesitamos una serie de técnicas para cómo limpiar y cuidar una barbacoa y que, verano tras verano, se mantenga como nueva.

Paso previo: proteger nuestra barbacoa si no la estamos utilizando

Hay una serie de pasos para limpiar bien una barbacoa que resultan sencillos, aunque llevan su tiempo si queremos conseguir que la barbacoa quede perfecta. Una de las operaciones que habremos hecho durante el invierno es cubrirla con una funda de protección para barbacoas, que protegen del frío y de los días lluviosos, así como de cualquier inclemencia del tiempo. De esta forma, habremos conseguido tener la barbacoa en mejores condiciones, protegiéndola de la formación de óxido, y asegurando un buen funcionamiento de sus mecanismos, ya sean a base de carbón o de gas.

La revisión previa de nuestra barbacoa

El primer paso para limpiar y cuidar una barbacoa será revisar la barbacoa. Si es de carbón, debemos examinar si hay presencia de óxido, puesto que el frío y la humedad inciden mucho en las parrillas. Si se trata de una barbacoa de butano, es necesario centrarnos en el estado de las gomas por si presentan desperfectos o están resquebrajadas, en cuyo caso debemos cambiarlas.

También debemos revisar las herramientas que utilizamos para cocinar (pinzas, espátulas y demás utensilios) así como los útiles de limpieza como los cepillos y esponjas. Posiblemente, debamos reponer alguno de los utensilios de limpieza, que deben estar en buen estado para poder limpiar y mantener la barbacoa.

Entre los pasos para limpiar bien una barbacoa no debemos olvidar la revisión del encendido, en el caso de que tengamos una barbacoa eléctrica o de gas, ya que esta es una parte esencial del mantenimiento. Conviene revisar que enciende perfectamente, y que se calienta la parrilla con normalidad para no llevarnos sorpresas en el último momento.

Estos serían los pasos previos a la limpieza en profundidad de la barbacoa: la revisión de sus sistemas de funcionamiento. Ahora es el momento de limpiar polvo, suciedad o restos de grasa que han podido quedar incrustados de usos anteriores.

La limpieza de nuestra barbacoa de carbón

Para limpiar y cuidar una barbacoa, debemos ponerla en marcha, y con la barbacoa ya caliente, podremos desincrustar, con mucha más facilidad, restos de grasa de otras barbacoas realizadas anteriormente. Muchos usuarios de barbacoas piensan que tener algo de grasa acumulada es positivo, porque les da a nuestras barbacoas un sabor extra. Pero esto no suele ser cierto, y lo que podemos conseguir, es arruinar nuestra barbacoa con sabores extraños, por lo que es muy recomendable limpiarla a fondo antes de utilizarla.

Lo mejor para limpiar son los cepillos metálicos para barbacoas, que limpian con poco esfuerzo toda la superficie. Hay muchos modelos en el mercado entre los que poder elegir, y son muy recomendables los que tienen raspadores extra fuertes para eliminar manchas y restos muy incrustados. Hay que raspar y repasar tanto el anverso como el reverso de la parrilla, porque en ambos se acumula grasa y suciedad. Es necesario tener un buen cepillo de púas metálicas con un mango largo, para poder repasar la parrilla en caliente, ya que la suciedad saldrá con mucha más facilidad, pero sin dañarnos o quemarnos. 

Cepillo para barbacoa

En caso de que la suciedad incrustada en la barbacoa fuera de poca magnitud, tan sólo sería necesario ayudarnos con un cepillo especial para barbacoa de metal. Pero si hay mucha suciedad acumulada, lo mejor es utilizar también un producto específico para limpiar parrillas de barbacoa. Hay que tener en cuenta que debe ser un producto específico para barbacoas, y que no debemos utilizar los mismos limpiadores que utilizamos para el horno, puesto que pueden dañar nuestra barbacoa. Los sprays y productos de limpieza para horno tienen productos abrasivos que no son aptos para las parrillas de las barbacoas. Debemos buscar un limpiador para barbacoas que tenga un alto poder desengrasante y que además acabe con el hollín del carbón. En este sentido, hay mucho donde elegir en el mercado.

Cómo limpiar una barbacoa de gas

Las barbacoas de gas requieren una limpieza algo más complicada y minuciosa. Para empezar, entre los pasos para limpiar y cuidar una barbacoa, en este caso de gas, debemos retirar todos los componentes eléctricos que se pueden estropear por el efecto del agua. Limpiaremos la parrilla con el cepillo de metal, tal y como lo haríamos con una barbacoa de carbón, para después centrarnos en la sonda del termómetro, y la tenemos incluida en nuestra barbacoa, y en los quemadores. Para limpiar los quemadores, es importante utilizar una esponja húmeda bien escurrida con un limpiador especial para barbacoas que tenga ingredientes anti grasa, con cuidado de secarlos bien para que no quede agua que posteriormente pueda hacer difícil el encendido.

En el caso de que la barbacoa no tenga parrilla y se trate de una plancha, nunca utilizaremos un cepillo de metal, que puede dañarla, sino que usaremos una esponja con limpiador para superficies de barbacoa, que suelen incluir un tratamiento especial para el cuidado de las superficies esmaltadas.

Para la limpieza y mantenimiento de la parte exterior, ya sea una barbacoa de carbón o de gas, tan sólo necesitaremos una esponja húmeda y jabón del que utilizamos para lavar la vajilla.

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