En España, los huevos poché se conocen también como huevos pochados o huevos escalfados. La ventaja de los huevos poché frente a los huevos fritos es que los primeros no necesitan ni una sola gota de aceite, porque se cuajan en agua hirviendo, por lo que resultan mucho más saludables si queréis restar calorías del menú.

Además, puede añadirse a multitud de platos y recetas. No obstante, el mayor problema para mucha gente que decide hacer este tipo de huevo es encontrar el punto de cocción exacto para que al romperlos se disfrute de la yema completamente líquida y la clara cuajada. Si quieres aprender a preparar excelentes huevos escalfados para poder coronar cualquier plato o mojar pan en él, presta atención a la siguiente receta.

Ingredientes para una persona

  • 1 huevo
  • 1 litro de agua
  • Sal
  • 2 cucharadas de vinagre

Cómo hacer huevos escalfados o huevos poché de forma fácil

  • Para empezar con la receta de huevo poché, primero coloca un litro de agua en una olla y ponla a calentar. Mientras se calienta el agua, casca el huevo en un vaso con cuidado, procurando que la yema no se rompa. Debes saber que también se puede elaborar esta receta de huevo poché con cáscara.
  • Cuando el agua arranque a hervir, deberás remover el agua con una cuchara. El objetivo es que se forme un pequeño remolino en ella.
  • Cuando se haya creado el remolino de agua, deja caer el huevo que has reservado en el vaso previamente. El remolino recogerá la clara y ayudará a no dispersarse por el agua, este paso permitirá lograr el efecto "flor".
  • Deja que el huevo poché se cueza durante tres minutos y, después, retíralo del agua con la ayuda de una espumadera. En este tempo la yema debería notarse líquida en el interior. Y, si quieres que la clara esté un poco más cuajada, puedes dejar el huevo un minuto más. ¡Al gusto!
  • ¡Listo! En menos de 10 minutos tendrás tu huevo poché preparado para servir y disfrutar. Incorpóralo en una tostada coronando un plato o como acompañamiento. Salpimienta al gusto y sírvelo de inmediato para poder disfrutar de la yema líquida en su punto.

Consejos

  • Poner mínimo un litro de agua en la olla te ayudará a mantener la temperatura durante la cocción, puesto que es muy importante que al introducir el huevo no baje la temperatura del agua drásticamente, así lograrás la cocción perfecta. Además, debes saber que el huevo poché en el microondas también es una elaboración muy fácil de hacer. ¡Escoge la opción que más te guste!
  • Puede que no siempre salga bien hacer el remolino, sobre todo, si el huevo no está muy fresco, dado que en esos casos su clara está más líquida. Esto no significa que no se pueda escalfar, pero se recomienda añadir un par de cucharadas de vinagre en el agua y poner un colador sobre el vaso donde cascaremos el huevo para poder desechar la parte más líquida del huevo.
  • Cuando añades el vinagre en el agua ayudas a coagular la clara del huevo y así evitas que se desparrame por la olla.
  • Si no vas a consumir el huevo poché de inmediato, refréscalo al retirarlo con la espumadera para cortar la cocción.
  • Si quieres hacer más de un huevo escalfado a la vez o no quieres complicarte la vida formando remolinos, puedes utilizar la técnica de papel film, es decir, el huevo poché film consiste en cascar los huevos sobre papel film previamente colocado en un cuenco, hacer un hatillo e introducirlo en la olla.
  • Otra opción para hacer el huevo poché perfecto y sin complicaciones es cocinarlos al vapor. Por ejemplo, con la vaporera de un robot de cocina. Con esta técnica tardarás unos seis minutos en cocinarlos.
  • La temperatura de los huevos debe ser ambiente, para lograr el punto perfecto. Si los tienes en la nevera, retíralos por lo menos una hora antes de cocinar.
  • El tamaño de los huevos también importa y debes saber que los M se harán más rápido que los L.
  • Debes tener en cuenta que si pones el fuego muy bajo es posible que la cocción sea más lenta, por lo que poco a poco, además de aprender la técnica, deberás aprender cuál es el tiempo y temperatura ideal para hacer el huevo a tu gusto.
  • El huevo duro, el huevo pasado por agua y el huevo a baja temperatura también están deliciosos.

Huevo: todos los beneficios y propiedades del 'rey' de las proteínas

Aunque parezca un alimento muy simple, todo nutricionista queda sorprendido por todo las propiedades y beneficios para nuestra salud que contiene el huevo, entre los que destacan:

  • Rico en vitaminas y minerales: vitaminas A, D, E y B12, así como tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, piridoxina, folato, biotina, calcio, hierro, zinc, magnesio, fósforo, potasio, selenio y sodio.
  • Rico en proteínas: ayuda en la regeneración celular, el desarrollo y mantenimiento de la masa magra (músculos).
  • Aporta Vitaminas B: tiamina (B1), riboflavina (B2), piridoxina (B6), ácido fólico, vitamina B12, biotina. Además, incorpora al organismo colina, que es fundamental en el embarazo, ya que junto con el ácido fólico participa en el normal desarrollo del bebe en gestación.
  • Aporta vitamina D: el huevo es uno de los pocos alimentos que tiene vitamina D (vitamina liposoluble) en forma natural, que se encuentra en la yema. La vitamina D es responsable del depósito de calcio en los huesos. Además, cumple un rol en la modulación de la respuesta inmune. Aporta también vitaminas A, E, K y sustancias antioxidantes.
  • Aporta minerales: como calcio, fósforo, hierro, magnesio, manganeso, zinc, cobre y selenio, que se encuentran en los huevos y contribuyen a numerosas funciones en nuestro organismo. Otro nutriente presente en el huevo es el triptófano, que actúa sobre la síntesis de serotonina, contribuyendo al equilibrio del estado de ánimo y el bienestar.
  • Disminuye el riesgo de enfermedades: el huevo es rico en carotenoides zeaxantina y luteína, sustancias antioxidantes que intervienen en la prevención de afecciones visuales como las cataratas y la enfermedad macular producida por la edad.
  • Aporta grasas insaturadas: contiene grasas saludables de buena calidad, especialmente del tipo monoinsaturado oleico, que actúa favoreciendo el aumento de colesterol HDL (el colesterol "bueno") en sangre.
  • Es aliado en dietas para bajar de peso: el huevo es un alimento fundamental para incluir en planes de descenso de peso porque, al contener proteínas, es un alimento que contribuye a la saciedad. Además, es bajo en calorías: aporta solo 75 calorías por unidad. De esta manera disminuye el apetito aportando pocas calorías y muchos nutrientes.
  • Favorece el desarrollo del cerebro: la colina es un nutriente importante para el desarrollo del cerebro, la memoria y el aprendizaje. Además, la luteína no sólo es buena para la visión, sino que presenta altas concentraciones en el cerebro y en la sangre por lo que se la ha asociado a una mejor función cognitiva en adultos y adultos mayores. Ambos nutrientes se encuentran en la yema del huevo.
  • No contiene conservantes ni aditivos: dracias a su "envase" natural, el huevo está libre de conservantes y aditivos que atentan contra la salud. Es accesible, versátil y está disponible todo el año. Es económico, con excelente relación costo-beneficio. Además, es práctico y sencillo de preparar en múltiples formas, al tiempo que integra numerosas recetas saludables.

Huevo escalfado, una de las mejores formas de cocinar huevos

Hay mil maneras de cocinar los huevos, no obstante, en España predominan esencialmente el huevo escalfado o pasado por agua, el huevo duro o cocido, la tortilla española y francesa y el huevo frito.

Existen formas de cocinar los huevos que ciertamente nos permiten aprovechar al máximos los beneficios de sus componentes. Como hemos visto anteriormente, las personas que comen huevos tienen un cuerpo sano y fuerte. El huevo escalfado es el huevo que se coagula en agua caliente y un producto ácido como el vinagre o el zumo de limón. Se deja cocer tres minutos y luego se escurre. Este tiempo de cocción permite mantener las propiedades nutritivas en su estado natural para un mejor provecho.

Además, el huevo poché o escalfado nos permite la digestibilidad de las proteínas, puesto que con el calor se desnaturalizan, así como la pasteurización del huevo, lo que elimina los riesgos de intoxicación, si bien el pochado debe ser completo, más allá de un huevo crudo caliente, algo que podría ser aún más peligroso, dado que el calor moderado y la humedad favorecen el crecimiento bacteriano.

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