Pese a los intentos de Samsung por escurrir el bulto, algunos de ellos con datos económicos sobre la mesa, todavía hay quien sigue empeñado en que nadie olvide que los Galaxy Note 7 pueden acabar en llamas y provocando algún que otro percance. En esta ocasión, ha sido el Departamento de Transporte de Estados Unidos el que ha salido a escena para indicar a las aerolíneas que ya no tienen que notificar a sus pasajeros que no pueden subir a bordo de los aviones con el que fuera buque insignia de la firma coreana en el bolsillo.

Aunque sigue estando prohibido que los pasajeros se monten en cualquier avión con el smartphone de Samsung, las compañías quedan exentas de la responsabilidad de indicárselo expresamente a la hora de embarcar. Así pues, las autoridades estadounidenses encargadas de velar por la seguridad en los transportes rebajan el rigor de la medida que implantaron el 14 de octubre de 2016, por la cual quedaba prohibido viajar en avión con un Samsung Galaxy Note 7.

En aquel momento, no solo estaba prohibido que los pasajeros llevaran el terminal en su equipaje de mano o en las maletas que habían facturado, sino que los terminales que tantos dolores de cabeza han dado al gigante asiático tampoco podían tranportarse como mercancía.

Ahora la situación ha cambiado. Según explica la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) en su nota de prensa, esto se debe a que los viajeros ya están concienciados del peligro que entraña para su seguridad y la del resto de la tripulación viajar con un Galaxy Note 7. “Debido al alto grado de conocimiento de la prohibición entre el público”, apuntan las autoridades norteamericanas, y a los esfuerzos de Samsung por "informar a todos los usuarios de Note 7 de que el teléfono ha sido retirado y prohibido" en los aviones, ya no será necesario que las aerolíneas lo recuerden antes de efectuar el embarque.

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No olvidemos que no solamente fueron el Departamento de Transporte estadounidense y la FAA los que advirtieron a los viajeros de los peligros que entrañaba subir a bordo de una aeronave con este teléfono móvil de Samsung. En Europa, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA por sus siglas en inglés), la máxima autoridad en cuestiones de aviación civil, también hizo una serie de advertencias a pasajeros y compañías aéreas. A los primeros les indicó que era conveniente subir con los smartphone apagados, evitar cargarlos una vez dentro del avión y no facturarlos.

Las autoridades encargadas de velar por la seguridad en el tráfico aéreo de otros países, como Australia, India o los Emiratos Árabes Unidos, también prohibieron a los viajeros subir a los aviones con estos terminales.

Y ahí no acabó todo. La propia compañía coreana puso de su parte para evitar que los problemas de sus baterías tuvieran dramáticas consecuencias. De hecho, Samsung colocó stands en distintos aeropuertos de todo el mundo para que sus clientes pudieran cambiar su Galaxy Note 7 por otro terminal de forma totalmente gratuita antes de coger su vuelo. Allí los empleados de la firma asiática ayudaban a los usuarios a transferir toda la información de su teléfono móvil a uno nuevo y, es más, si existía diferencia de precio, se comprometían a devolver la cantidad.

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