Por mucho que desde Apple digan estar comprometidos con la diversidad (con la real, la de sus trabajadores y no la presente en sus emoticonos), parece que a los de la manzana mordida se les pone cuesta arriba cumplir con su palabra. Así las cosas, sus mandamases siguen teniendo un perfil medio bastante concreto: la mayoría son hombres de raza blanca.

Según datos recientes compartidos por la propia compañía con el Gobierno norteamericano, sólo 20 de los más de 100 altos ejecutivos de Apple son mujeres. No obstante, el asunto va mucho más allá de la diversidad de género: de ese centenar, solo cinco forman parte de algún grupo minoritario (considerando como tal a latinos, negros, y nativos hawaianos o del Pacífico). Si un grupo goza de algo más de representación es el asiático, con 14 altos ejecutivos de la compañía. Mientras tanto, la amplia mayoría (88 de los 107 totales) son blancos.

Los porcentajes en el grupo de ejecutivos de nivel medio tampoco son mucho mejores: alrededor del 65 % son blancos y solo hay un 27 % de mujeres. Sin embargo, lo más alarmante no es la obvia falta de diversidad y la presencia casi anecdótica de mujeres o minorías raciales. Lo más preocupante es que, a pesar de las promesas de Apple, estas cifras se han mantenido prácticamente inalterables en el último año.

Todos estos datos se incluyen en un informe gubernamental conocido como EEO-1, que obliga a las empresas a rendir cuentas ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo estadounidense. No obstante, y a pesar de ser ellos mismos los que comparten los datos con las autoridades, desde Apple aseguran que el EEO-1 no refleja exactamente los esfuerzos de la compañía por progresar en aras de la diversidad.

Para dibujar una imagen más acorde con la realidad, al menos a su juicio, los de Cupertino se remiten a los datos ofrecidos el pasado verano, según los cuales entre sus trabajadores hay un 32 % de mujeres y más de un 20 % de empleados pertenecientes a minorías. Aunque tampoco son para tirar cohetes, lo cierto es que estos porcentajes si suponen un incremento respecto a 2015. De hecho, la clave está en las nuevas contrataciones: cerca de un 40 % fueron mujeres y casi el 30 % forman parte de una minoría.

Apple puede presumir de estar dando los pasos adecuados, aunque no a la velocidad deseable, algo que no pueden hacer todas las compañías tecnológicas. De hecho, los preocupantes datos de Microsoft se dieron a conocer el año pasado: por segundo año consecutivo, en este 2016 el número de empleadas descenderá. Según la propia empresa, el motivo está en los numerosos despidos que se han producido en su división de telefonía.

Sin lugar a dudas, el progreso que abanderan las tecnológicas más importantes del mundo no parece estar caracterizado por la diversidad entre sus filas.

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