La falta de sueño es uno de los problemas más frecuentes entre la población española. Según datos del último informe de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 48% de los adultos y el 25% de los niños en España no alcanzan un sueño de calidad, lo que se traduce en cansancio crónico, bajo rendimiento y mayor vulnerabilidad emocional. Además, se estima que entre un 22% y un 30% de los españoles presentan algún trastorno del sueño, a los que se suman millones de personas con hábitos de descanso inadecuados. Pero el impacto va mucho más allá de estar simplemente cansados.
Dormir mal afecta directamente a un proceso esencial que el cerebro realiza durante la noche: "la limpieza cerebral". Esta limpieza tiene lugar gracias al sistema glinfático, un mecanismo que se activa principalmente durante las fases profundas del sueño y cuya función es depurar toxinas, eliminar desechos celulares e incluso prevenir enfermedades neurodegenerativas. Un proceso clave que podría verse comprometido cuando no descansamos correctamente y que puede acabar activando procesos destructivos en lugar de protectores.
Así lo advierte el psiquiatra Alejandro Martínez Rico en uno de sus vídeos compartidos en redes sociales. En él, alerta de los riesgos reales que conlleva una falta de sueño continuada: "¿Sabías que cuando no duermes lo suficiente tu cerebro se come a sí mismo literalmente? Resulta que un grupo de científicos italianos han descubierto algo aterrador. Si sufres falta de sueño continua tu cerebro comienza a devorar sus conexiones sinápticas y sus neuronas sin control. Este daño ya no se recupera, por lo que no vale dormir un poquito más al día siguiente", advierte.