Mapa de comunidades con equipos de radiología convencional que tienen más de 10 años.

Mapa de comunidades con equipos de radiología convencional que tienen más de 10 años. Pablo García Santos

Salud

El 62% de los equipos de radiografías en España son muy viejos: "Conlleva mucha más radiación"

Sanidad ha anunciado la dotación de 70 millones para renovar salas de radiografía. Hasta un 62% de los equipos superan los 10 años. 

15 enero, 2024 02:10

Una parte importante de la medicina se basa en las pruebas diagnósticas. La mamografía, por ejemplo, es una de las piedras angulares de la lucha contra el cáncer de mama. Gracias a su inclusión en las campañas de prevención, la supervivencia media a cinco años ha aumentado hasta el 85%. Para una detección eficaz y máxima seguridad de la paciente, los aparatos que las realizan deberían estar en estado óptimo. Sin embargo, en España el 51% de los equipos superan los 10 años.

En una situación más acuciante está el sector de la Radiología. Según los últimos datos disponibles, extraídos del informe Perfil Tecnológico Hospitalario, el 62% de los equipos superan los 10 años, el 13% los cinco y tan sólo el 25% se coloca por debajo de esta cifra. El panorama dibuja una pirámide invertida muy diferente al criterio de la UE para salvaguardar el diagnóstico certero y el máximo cuidado al paciente.

Según la Asociación Comercial Europea que representa a las industrias de imágenes médicas, radioterapia, TIC sanitarias y electromédica, al menos el 60% debe tener una antigüedad inferior a cinco años, menos del 30% entre seis y 10 y, como máximo, el 10% podrá tener una antigüedad superior a 10 años.

Si se desglosan las cifras por Comunidades Autónomas, la situación no es mucho mejor. Varias regiones superan la media nacional. Las más críticas son Castilla-La Mancha (75%), Galicia (74%) y Madrid (66%). En el otro lado de la balanza, se colocan Asturias (46%), Cataluña (48%), Canarias y País Vasco (ambas 49%).

Desde entidades como la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), llevan años denunciando esta realidad. Sus súplicas parece que han sido escuchadas y el 9 de enero de este año el Consejo de Ministros aprobaba un Acuerdo Marco para la compra de equipos de Salas de Radiología para varias comunidades. "Muchos llevan una década instalados y están basados en tecnología analógica. Vamos a renovarlos para mejorar las capacidades de diagnóstico", escribía la ministra de Sanidad, Mónica García, a través de su cuenta de X (antes Twitter). 

"Bienvenido sea, porque la realidad es que la tecnología en España está obsoleta y hacía mucho tiempo que no se renovaba. Es algo completamente necesario", declara al respecto a EL ESPAÑOL la vicepresidenta de SERAM, Milagros Otero. La doctora celebra el anuncio ministerial, pero a la alegría inicial conviene ponerle unos cuantos peros. 

El primero, no es algo que se puede extender a todas las comunidades. En el acuerdo sólo participan Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla- la Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, La Rioja y Madrid, así como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Galicia, una de las más críticas, se queda fuera del reparto, así como Murcia, con un 65% de equipos con más de 10 años.

El segundo va en relación a la dotación económica, 70 millones, una cifra desorbitada para cualquier mortal, pero que, respecto al tema que nos compete, Otero reconoce que "no es tanto".

El tercero parte de la base de que, a pesar de las propuestas de entidades como SERAM para hacer planes continuos de renovación, la opción todavía no se contempla en la idiosincrasia del sistema de salud. "El hecho de que nos renueven ahora la tecnología no quiere decir que no haya que seguir renovando. Hay que tener en cuenta que la tecnología tiene fechas de optimización, de mantenimiento y renovación. El Plan INVEAT permitió renovar equipos de resonancias magnéticas de más de 15 años. En otros países se renuevan cada cinco. Imagínate el equipo que teníamos. Actualizar está muy bien, pero no es cuestión de renovarlos ahora y hasta luego", añade la profesional.

Consecuencias para la salud

Que esto no se haga tiene consecuencias directas para la salud del paciente. "Todo lo que implica hacer diagnósticos con tecnología obsoleta conlleva probablemente mucha más radiación", dilucida Otero. 

Los radiólogos y técnicos usuarios de estos equipos manejan de forma segura la radiación, intentando utilizar la mínima dosis necesaria para obtener imágenes satisfactorias. Sin embargo, como expresaba García en su mensaje, la mayoría están basados en tecnología analógica, mucho más perjudicial que la radiología digital. Esta última permite obtener una imagen de alta definición y optimiza la realización de los estudios, al eliminar la necesidad de repetir exposiciones y bajar la dosis de radiación que recibe el paciente.

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"La imagen que obtenemos además es mejor, con lo cual van a mejorar los diagnósticos", prosigue la doctora. La radiología convencional tiene una indiscutible utilidad en el estudio de la patología ósea y articular. Es lo que, probablemente, todo el mundo tiene en la cabeza cuando se nombra esta técnica. Pero también es de gran ayuda para problemas cardiopulmonares, como diagnóstico de neumonías, derrames pleurales o aumentos del tamaño del corazón, o en patologías del aparato digestivo

El discurso sobre el diagnóstico no se aleja del de otros profesionales afectados, como los ecografistas. En su caso, las cifras son más optimistas que en radiología, aunque juegan con la contra de que tienen un ciclo de vida más corto debido a la continua incorporación de innovación tecnológica. Según los datos, el 31% de los equipos supera los 10 años y el 27% los cinco. Galicia repite como la comunidad más afectada, con un 65% de equipos obsoletos, seguida de Extremadura (62%) y Andalucía (61%).

"El otro día me negué a pasar consulta hasta que me dieran un buen ecógrafo", denunciaba Alexandra Arranz, adjunta del servicio de ginecología y obstetricia del Hospital Puerta de Hierro, en un evento sobre diagnóstico y tratamiento de sarcomas al que acudía EL ESPAÑOL. "Ese día, diagnostiqué dos imágenes complejas, algo que no hubiera podido si tuviera un mal ecógrafo", ejemplificaba.

La obsolescencia en los ecógrafos no tiene la contra de la radiación, pero sí es vital en la cuestión que menciona Arranz. Esta prueba diagnóstica puede llegar a ser una gran herramienta hasta para localizar tumores en partes determinadas del cuerpo, así como para ayudar a hacer una biopsia.

Fuera del plan

La nota ministerial, aunque sólo habla de salas de radiología, menciona también la obsolescencia que presentan los hospitales españoles en cuanto a ecógrafos. Esta herramienta, al igual que ocurrió con la radiología convencional o la mamografía, se quedó fuera del mencionado Plan INVEAT, un plan de inversiones en alta tecnología para hospitales de todo el Sistema Nacional de Salud. 

El pasado mes de noviembre, José Miñones, en calidad de ministro en funciones, anunció que se había completado la instalación de los 851 equipos. Entre estos, aceleradores lineales de partículas, resonancias magnéticas, equipos de Braquiterapia Digital, de Hemodinámica, tomografías computarizadas (TC), gammacámaras, angiografías para servicios de Neurorradiología, angiografías vasculares, PET-TC y tomografías computarizadas de planificación.

La medida era necesaria. A falta de que se actualicen los datos con estas compras, equipos tan importantes como los de tomografía computarizada o de resonancia magnética poseían cifras de obsolescencia muy considerables. El 35% y el 45%, respectivamente, superaban los 10 años. El dato deja a España a la cola de Europa, muy por detrás de países como Francia, Suecia, Croacia, Rumanía, Países Bajos, Portugal, Finlandia, Austria o Hungría.