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La obesidad se ha convertido en una epidemia silenciosa que afecta cada vez a más españoles. "Estamos hablando de un problema de salud pública de primera magnitud", asegura la investigadora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Beatriz Pérez-Gómez. La epidemióloga ha participado en un importante informe que acaba de ver la luz y que dibuja el mapa de la obesidad y el sobrepeso en España. Los resultados muestran que el código postal es determinante y existen importantes diferencias entre las distintas regiones de nuestra geografía.

El trabajo, en un principio, tenía como objetivo estudiar la seropositividad del coronavirus en nuestro país. Sin embargo, tal y como explica Pérez-Gómez a EL ESPAÑOL, uno de los datos que también recopilaron fue la prevalencia de la obesidad "ya que era una de las patologías que se asociaban a sufrir un Covid-19 más grave". Los resultados muestran que un 55,8% de la población mayor de edad presenta exceso de peso, un porcentaje que se sitúa en un 18,7% si nos referimos exclusivamente a la obesidad.

"Por desgracia, estos datos corroboran lo que ya habíamos visto en anteriores ocasiones", valor el epidemiólogo en Salud Urbana y Epidemiología Social de la Universidad de Alcalá (UAH) y la Universidad Johns Hopkins Manuel Franco, que no ha participado en el citado estudio. "[Los resultados] ponen de manifiesto el creciente número de personas que tienen sobrepeso y obesidad", valora María del Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo).

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Según el Observatorio Global de la Obesidad, la previsión es que para 2030 la prevalencia de la obesidad en España sea del 37%. Sin embargo, como indica Malagón, los números que ya tenemos "son gravísimos". "Es una barbaridad que tengamos tantos adultos con obesidad en España", sentencia Franco.

De Badajoz a Gerona

Las prevalencias provinciales revelan que la obesidad afecta sobremanera a la mitad sur del país. "Si se dibujara el mapa de la obesidad junto al del PIB relativo, a lo mejor tenemos colores similares", sospecha Malagón, quien cree que en las diferencias entre provincias también influye la economía. "Es obvio que el acceso a una dieta más saludable conlleva un gasto".

"Tanto los adultos como los niños con más nivel de obesidad son los que viven en comunidades autónomas más pobres, ya sea Andalucía o Extremadura", coincide Franco. Precisamente en la región extremeña se encuentra la segunda provincia con mayor prevalencia de obesidad: Badajoz (27%), sólo por delante de Lugo (27,3%). A la cola se sitúa Gerona, con un 13,9%, seguida de León (14,1%) y Madrid (14,6%).

Al igual que sucede en los niños, la obesidad es mayor en los grupos poblacionales que residen en municipios más pequeños. La presidenta de la Seedo entiende que puede deberse a una cuestión cultural, que en los entornos urbanos —y entre los niveles económicos más elevados— exista una mayor presión social.

No obstante, conviene con Franco en que es algo multifactorial: "Tienes menos tiempo para hacer deporte, menos tiempo para poder comprar y para ocuparte de ti mismo", advierte el epidemiólogo. Ambos también señalan a una mala alimentación como culpable de que el 37,8% de los adultos españoles pese más de lo recomendable.

Cuál es el perfil

La investigación del ISCIII y de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que se ha publicado en la revista Frontiers in Public Health, también ha analizado la prevalencia de la obesidad en España por nivel de estudios y renta media. Pérez-Gómez destaca que ambos factores influyen más en las mujeres.

En las encuestadas con estudios universitarios, la prevalencia de obesidad fue del 9%, mientras que en aquellas que no tenían estudios el porcentaje ascendió hasta el 37%. Como expone la investigadora del ISCIII, "la relación no está tan clara en el caso de los hombres", donde la diferencia porcentual entre los extremos era del 15,5%. Y aunque la obesidad es mayor en estos últimos, la prevalencia de obesidad severa es superior en mujeres. "Tal vez se deba a que tras la menopausia se produce un aumento de peso", baraja Malagón.

La obesidad también es más alta entre quienes residen en zonas con menos ingresos: los niveles de renta que se sitúan por debajo de los 25.000 euros tienen una prevalencia del 22,4%, mientras que aquellos en los que se superan los 75.000, el porcentaje se reduce hasta el 14,2%.

Franco considera que con estas cifras se muestran una vez más las desigualdades sociales que existen en salud pública. "En un barrio rico de Madrid o de Barcelona no hay obesidad infantil", denuncia. Según el citado estudio, uno de cada diez menores de entre 2 y 17 años en España tenía obesidad. Ésta crece a medida que aumenta la edad. De hecho, el grupo poblacional con mayor prevalencia de obesidad es el de 70 a 74 años, con un 26,5%.

El epidemiólogo de la Universidad de Alcalá es tajante en su diagnóstico: "En España comemos muy mal. La población en general tampoco hace deporte. Aquí nadie monta en bicicleta". Además, lamenta que no somos conscientes de la gravedad del problema aunque lo veamos a nuestro alrededor. "Como país, no nos estamos dando cuenta del problema que tenemos con la obesidad ni de las consecuencias que tendremos en un futuro", concluye.