La vorágine de la rutina, la bajada de las temperaturas o simplemente la desidia. Cualquier excusa sirve a la hora de dejar el ejercicio físico para el día siguiente, que en realidad nunca termina llegando. Esta situación se reproduce a diario para el 36% de la población española. Se trata del porcentaje de personas en España que asegura no realizar actividad física diariamente, según los últimos datos del Sistema Nacional de Salud que ha publicado el Ministerio de Sanidad.

La falta de ejercicio físico es una de las principales causas de que en nuestro país la obesidad afecte ya al 16% de la población adulta. En estos casos, retomar la actividad diaria puede suponer un mayor reto. Es por este motivo por lo que investigadores de la Universidad de Granada (UGR) se han propuesto ayudar en la quema de calorías mediante la estimulación eléctrica.

"No tenemos intención de acabar con el ejercicio físico". El investigador del Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud de la UGR (iMUDS) Unai Pérez de Arrilucea aclara a EL ESPAÑOL que su herramienta de electroestimulación no pretende fomentar el sedentarismo ni acabar con la práctica deportiva. "No tendría ningún sentido poner en cama con estimulación a alguien que puede caminar perfectamente".

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La confianza de Pérez en la electroestimulación está basada en hechos, ya que es el autor de un estudio en el que se demuestra que la herramienta conocida como electroestimulación global de cuerpo completo permite la quema de calorías de personas que estaban tumbadas sin hacer absolutamente nada. Así es, el trabajo, que se ha publicado en la revista Metabolites, evidencia que estar tumbado con la electroestimulación colocada equivale a estar caminando.

Cuántas calorías consume

El diseño de esta tecnología resulta sencillo. Enfundada con el traje de electroestimulación, que tiene una parte superior e inferior, la persona en cuestión recibe, a través de una aplicación móvil, una contracción involuntaria en distintas partes de su cuerpo. "Al transmitir una corriente eléctrica a la masa muscular, los músculos se contraen de la misma manera que pueden llegar a hacerlo durante el ejercicio físico".

Uno de los participantes con el traja de electroestimulación. Universidad de Granada

El objetivo de este estudio no era otro que comprobar qué resultados ofrecían las distintas formas de aplicación de la corriente eléctrica. Estas eran seis, e iban desde uno a 10 hercios. La frecuencia que más aumentaba el gasto energético era la de cuatro impulsos por segundo, en las situaciones en reposo. Mientras que haciendo ejercicio la frecuencia que más calorías quemaba era la de seis hercios.

Para obtener el resultado calórico, los participantes estaban conectados con una mascarilla a una analizador de gases que medía el oxígeno que se consume y el dióxido de carbono que se produce. Pérez destaca que una persona tumbada con electroestimulación quema hasta un 604% más de calorías que estando tumbada sin ningún tipo de estimulación.

Como era de esperar, haciendo ejercicio físico la mejora no iba a ser tan acentuada. Aun así, el experimento demuestra que cuando estamos caminando la aplicación de electroestimulación puede elevar el consumo de calorías un 44%.

Pérez insiste nuevamente en que, como graduado en Ciencias de la Actividad Física del Deporte, su intención no será nunca acabar con la actividad física, pero sí que pueda servir como incentivo a los casi 20 millones de españoles que mantienen un estilo de vida sedentario. "Con la electroestimulación el gasto energético aumenta. Por tanto, podría convertirse en una motivación para que alguien realice ejercicio".

"Un uso fraudulento"

Este investigador es consciente de la mala prensa que tiene la aplicación de la electroestimulación. Ante esta sospecha, Pérez destaca que en su estudio no encontraron efectos secundarios en ningún paciente. Sin embargo, sí que existen casos en los que la electroestimulación ha causado graves problemas de salud.

Una mujer que se sometió a una única sesión de electroestimulación encontró a los tres días un color anormalmente oscuro en su orina. Al acudir al hospital, le diagnosticaron rabdomiólisis y posible fallo renal agudo, como explican en este trabajo que se publicó en la International Journal of Cardiology.

El propio investigador reconoce que existen casos en los que la electroestimulación de cuerpo completo ha producido una serie de daños. Lo achaca a "un uso fraudulento y un desconocimiento de la herramienta".

El investigador Unai Pérez de Arrilucea junto a uno de los participantes. Universidad de Granada

Pérez también desmonta el mito de que aplicar la electroestimulación durante más de 20 minutos puede ser perjudicial para la salud. "Nosotros hemos visto que esto no es así, siempre y cuando no se realice una mala praxis". 

El desconocimiento a nivel científico también es uno de los motivos que encuentra este investigador para que la electroestimulación no se haya implementado todavía en nuestro país. De hecho, Pérez ha notado cómo en los congresos se les recibe con "repulsión" en el momento que pronuncian la palabra electroestimulación.

Precisamente encuentra un símil con el entrenamiento físico. "Hay miles de formas de aplicar la electroestimulación, al igual que formas de entrenar existen". Así, la diferencia reside en el tipo de uso que se le dé y los efectos que se encuentren. "Puede suceder que aplicando una forma de estimulación no se detecte nada. En nuestro caso, no ha sido así. Y continuaremos investigando acerca de esta herramienta para que beneficie a las personas".