Médicos estadounidenses y europeos han publicado una declaración de consenso en la revista Nature llamando a la precaución en el uso del paracetamol en mujeres embarazadas, puesto que de un crecimiento de ciertos problemas del neurodesarrollo, reproductivos o del comportamiento en los recién nacidos.

El texto, elaborado por 13 profesionales sanitarios, es apoyado además por otros 78 expertos clínicos o científicos de base, entre los que se encuentran neurólogos, ginecólogos, pediatras e investigadores en toxicología o endocrinología.

Los autores han revisado más de un centenar de estudios, tanto a nivel epidemiológico como experimental, publicados entre 1995 y 2020. Así, advierten de una asociación entre consumo de paracetamol en el embarazo y aumento del riesgo de criptorquidia (testículos que no descienden hasta el escroto) o de la distancia entre el ano y la base del pene (distancia anogenital) en los niños.

También se ha encontrado una relación potencial con el desarrollo precoz de la pubertad femenina o el aumento del riesgo de padecer trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o del espectro autista, así como retrasos en el desarrollo del lenguaje en las niñas y un menor cociente intelectual. En estudios con animales también se ha comprobado otras anormalidades como una disminución de la cantidad de esperma y de óvulos.

Medicamento popular

El paracetamol es uno de los medicamentos más populares y el más prescrito en embarazadas. Hay más de 600 tratamientos distintos que lo incluyen para tratar el dolor de leve a moderado y reducir la fiebre. Por su perfil de seguridad, suele preferirse frente a otros fármacos como los antiinflamatorios no esteroideos (, el ibuprofeno).

Eso no quiere decir, claro está, que sea inocuo. De hecho, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios advierte que se debe consultar con el médico su uso "si está embarazada o cree que podría estar embarazada o tiene intención de quedarse embarazada". También recomienda que se utilice la dosis más baja posible durante el menor tiempo posible.

Un estudio reciente realizado por las unidades de Neonatología y Obstetricia del Hospital La Paz de Madrid concluía, tras una encuesta a 900 mujeres embarazadas, que el 67% había consumido paracetamol durante la gestación, una proporción levemente mayor que lo registrado en estudios anteriores.

El motivo más frecuente de su consumo fue la cefalea y la mayoría lo tomó en dosis terapéutica recomendada, es decir, un máximo de 4 gramos al día. De ellas, el 45,7% lo tomó durante tres días seguidos o menos. En general, una de cada cinco gestantes tomó paracetamol durante todo el embarazo (esto no quiere decir que lo tomara seguido sino en todas sus fases).

El documento de consenso publicado en Nature hace un llamamiento a una mayor proactividad por parte de los profesionales sanitarios para informar de los potenciales efectos del fármaco. De hecho, la investigación de La Paz indica que solo el 51,9% de las embarazadas habían recibido información sobre ello y, en el 74% de los casos, esta indicaba que su consumo no asociaba riesgos para el feto.

Los firmantes del consenso también piden aumentar la investigación centrada en sus efectos, pues hay muchas incógnitas que aclarar. Por ejemplo, no se ha determinado la cantidad del principio activo que puede ser considerada peligrosa para el feto, quedándose en la recomendación general de "menor dosis eficaz durante el menor tiempo posible".

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