Las hemorroides son una de esas enfermedades tabú en España: se sabe que alrededor de uno de cada dos adultos mayores de 50 años las sufren al menos una vez en la vida, y algunos de ellos de forma recurrente. Sin embargo, no suelen ser uno de los principales motivos de consulta médica en atención primaria.

Su tratamiento puede ser farmacológico o no, dependiendo de su intensidad, reincidencia y problemas asociados. Sin embargo, los remedios naturales sin medicamentos suelen ser la mejor opción en gran parte de los casos, como indican los expertos de la Universidad de Harvard.

En realidad, las hemorroides no son más que venas aumentadas de tamaño alrededor del ano. Su síntomas más comunes incluyen picor y sangrado, pudiendo llegar a producir dolor e incluso sensación de bulto en dicha zona cuando las venas han aumentado su diámetro de forma excesiva.

Pueden producirse hemorroides internas (dentro del canal anal) o hemorroides externas (por fuera del ano). En ambos casos puede producirse sangrado, y en ambos casos pueden sobresalir hacia el exterior y formar bulto, aunque esto es más común en las hemorroides externas. Así mismo, en este último caso, es mucho más común notar la sensación de hinchazón, bultoma e incomodidad.

Respecto a las causas de las hemorroides, a menudo se desarrollan sin motivo aparente, pero sí se han asociado con estreñimiento crónico o diarrea; en ambos casos se produce un esfuerzo excesivo o irritación con las deposiciones, y en ambos casos se precisa estar sentado en el inodoro más tiempo del habitual.

Sin fármacos

Aunque existen muchas teorías respecto a la forma de prevenir las hemorroides, a día de hoy se siguen recomendando tres pilares básicos:

- Consumir suficiente fibra dietética, siendo la ingesta recomendada de alrededor de 14 gramos de fibra por cada 1.000 kcal consumidas en el día.

- Mantener una buena hidratación.

- Hacer ejercicio de forma regular, al menos 150 minutos de actividad moderada-intensa.

En cuanto al tratamiento médico siempre se buscará reducir el dolor y la inflamación asociada a las hemorroides, ya sea mediante analgésicos o antiinflamatorios o bien mediante cremas o pomadas en la misma zona.

Por otro lado, sin recurrir al tratamiento médico, existen muchas otras formas de aliviar unas hemorroides. Se trata de una enfermedad molesta pero no peligrosa, siendo rara la ocasión en la que requiere tratamiento médico invasivo (como una intervención quirúrgica en casos muy graves).

Estilo de vida

Por un lado, es aconsejable tomar los llamados "baños de asiento", llenando una tina o bien usando el bidé con agua tibia (no caliente), y sentándose dentro durante unos 10-15 minutos. Para secarse, se desaconseja frotar la zona, y es más recomendable hacerlo de forma pausada y por zonas.

Por otro lado, también puede ser aconsejable la toma de suplementos de fibra o bien laxantes en determinados casos, con la finalidad de facilitar la evacuación de las heces sin esfuerzo en casos de estreñimiento crónico, reduciendo así la posibilidad de inflamación y sangrado de las hemorroides. No está indicado en cualquier caso, dado que habrá individuos que pueden sufrir hinchazón o gases secundariamente a la toma de este tipo de suplementos.

Por su parte, también es aconsejable evitar posponer la evacuación intestinal, dado que esto contribuiría al estreñimiento. Así mismo, cuando se lleva a cabo la evacuación de las heces, en determinados casos, puese ser aconsejable modificar la postura elevando los pies sobre un taburete para facilitar la defecación (esto cambia la angulación del recto y facilita el paso de las haces). Además, no sería recomendable permanecer un tiempo excesivo sentado en el inodoro, siempre que sea posible.

Finalmente, si todos estos remedios no son suficientes, es el momento de consultar a nuestro médico de referencia en busca de tratamientos farmacológicos, siendo las cremas analgésicas o con corticoides las más habituales en estos casos.