El desarrollo tecnológico de los últimos años, y el impacto de la pandemia en los últimos meses, han acelerado enormemente la digitalización del sector sanitario. Cada vez existen más opciones para ofrecer un seguimiento continuo de los pacientes, especialmente si se trata de enfermedades crónicas, y también es posible proporcionar asistencia médica en remoto a los pacientes con Covid-19. 

La digitalización de la atención sanitaria es sinónimo de accesibilidad. Mientras algunas consultas o chequeos más rutinarios puedan trasladarse al plano virtual, los centros y profesionales sanitarios podrán ser más eficientes, garantizando de esta manera la asistencia a visitas más urgentes

Este hecho pudo verse claramente en marzo, cuando comenzó el confinamiento en los hogares. Las recomendaciones sanitarias insistían en que no se debía acudir a los centros sanitarios -ya saturados- a menos que se tratara de una urgencia, aunque durante estos meses se debía seguir prestando atención médica al resto de patologías, por lo que la telemedicina se convirtió en la principal vía para el seguimiento y control de otras enfermedades.   

Esta situación permitió demostrar los beneficios de la digitalización de la medicina. Sistemas como el empleo de wearables y dispositivos móviles pueden ayudar a controlar enfermedades, y la atención médica mediante videollamadas o consultas telefónicas resulta de gran utilidad en casos más simples para atender a los pacientes de forma segura.  

En el contexto en el que nos encontramos, además, cabe destacar el empleo de estos dispositivos en los pacientes con Covid-19. La aseguradora Sanitas ha proporcionado este soporte a 95 personas durante el estado de alarma, permitiendo que fueran monitorizadas a través de wearables mientras se sometían al tratamiento desde su casa. Los datos recogidos por los dispositivos eran posteriormente evaluados por un equipo médico, atento a la situación del paciente en todo momento. De esta manera, pudieron detectar alertas por dolor en el 80% de los pacientes y alertas por el descenso de la saturación de oxígeno en el 12%. Disponer de estos datos en tiempo real permitió que el equipo médico actuara en el momento sin necesidad de que los pacientes se desplazaran o de que precisaran hospitalización en ningún momento. 

Sanitas empleaba el uso de wearables para el seguimiento de sus pacientes desde 2016, por lo que, llegado el confinamiento, tanto los especialistas como los pacientes estaban habituados a estos servicios y la compañía pudo asumir con normalidad el incremento en el uso de sus plataformas digitales. Entre los meses de marzo y julio, por ejemplo, se atendieron más de 230.000 videoconsultas

Seguimiento de enfermedades crónicas

El avance de la telemedicina también ha facilitado el control y tratamiento de otras enfermedades, como la hipertensión o el sobrepeso. Se trata de patologías crónicas que requieren un seguimiento exhaustivo de los marcadores vitales para actuar con rapidez si hay alguna irregularidad y prevenir riesgos. 

En el caso de la hipertensión, por ejemplo, mediante el uso de un tensiómetro conectado por bluetooth se recogen datos relacionados con la presión arterial, que después son evaluados por un especialista y así el paciente recibe recomendaciones e información para el control de su enfermedad. Además, el equipo médico recibe un aviso ante cualquier dato alarmante. 

También se emplean los dispositivos médicos wearables para el control del sobrepeso, monitorizando el peso, actividad física y calidad de vida en general de los pacientes. Un estudio de Sanitas detectó que, en un total de 79 pacientes, hubo una reducción media de 1,7kg en un periodo de 12 meses. Las conclusiones extraídas por los expertos de la compañía es que el uso de este tipo de sistemas favorece una mayor concienciación y participación del paciente, que se involucra más en su tratamiento y, por consiguiente, obtiene mejores resultados.

El proceso de digitalización de la asistencia sanitaria en el que ya se encuentran inmersos la mayoría de países arroja luz sobre las nuevas oportunidades que ofrece la telemedicina. El seguimiento constante de los pacientes, un menor número de desplazamientos y mayor comodidad, puesto que pueden recibir atención médica desde el hogar, son los principales beneficios de este sistema. Es por ello que en Sanitas han querido dar continuidad a la estrategia de digitalización iniciada en 2016 apostando por BluaU, una plataforma desarrollada especialmente para el seguimiento, prevención y tratamiento de las enfermedades desde el smartphone. De este modo, aumenta la oferta de servicios de salud digital que han permitido a la compañía garantizar una atención personalizada y adaptada a las necesidades de cada uno de sus pacientes.