En la temporada de gripe del año pasado fallecieron en España algo más de 6.000 personas por gripe estacional, que causó a su vez 38.000 ingresos hospitalarios, 2.000 de ellos en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales.

En lo que llevamos de epidemia de coronavirus en nuestro país -mucho menos que las 20 semanas que dura la estación de la gripe convencional- han fallecido en España dos personas por coronavirus y han enfermado casi 200. 

En bruto, podría parecer que la gripe es una enfermedad más peligrosa y letal, pero no es así. La tasa de mortalidad de este conocido virus (aunque la cepa predominante este año, la A, sólo se instaló entre nosotros en 2009) es menor -en principio- que la de la COVID-19, la enfermedad que provoca el coronavirus. Pero esta comparación es falaz, ya que la letalidad del nuevo coronavirus está cambiando continuamente debido a la evolución en el número de casos detectados, como ha recordado en Twitter la especialista de la Universidad de Harvard Maia Majumder. 

Sin embargo, a priori, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cifrado la mortalidad global de COVID-19 en un 3,4% (aunando las cifras de los lugares con mayor mortalidad, sobre todo China, con los que presentan tasas más bajas). 

Esta es uno de los principales argumentos contra la frase "no es más que una gripe" que repiten muchas personas y algunos médicos. Pero la realidad es que la gripe y el coronavirus tienen al menos dos similitudes y siete diferencias, como recordó en una reciente intervención ante la prensa el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. 

Similitudes

Dos son las similitudes citadas por el experto a la hora de comparar SARS-CoV-2 y el virus de la gripe. La primera, es que los dos causan enfermedades respiratorias que, a malas, pueden acabar en neumonía, que puede agravarse y provocar la muerte de los enfermos. 

El otro gran parecido de ambos virus es la manera de transmitirse, por gotas de tamaño medio. Por ello, la prevención también en similar, muy centrada en la higiene de manos y en cubrirse cuando se estornuda o toser sobre la cara anterior del codo, entre otras medidas. 

Diferencias

El virus de la gripe y el coronavirus son muy distintos. Según explicó Juan Ayllón, virólogo y director del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Burgos en el recientemente celebrado Foro ANIS: Toda la verdad sobre el Coronavirus, el coronavirus "no tiene un DNI como el virus de la gripe", del que hay hasta 17 tipos según su HN, o los tipos de espículas que tiene en su superficie. "El coronavirus sólo tiene una espícula, que es su característica corona", comentó. 

Este experto señaló que el SARS-CoV-2 es "primo hermano" del virus SARS, que causó la pandemia del síndrome respiratorio agudo grave de 2003, finalmente contenida. 

Para el director de la OMS la primera diferencia entre ambos, además de la distinta mortalidad, es la eficacia en la transmisión. Aunque es pronto para definir por completo la del coronavirus, éste parecer ser más eficaz a la hora de transmitirse a otras personas que la gripe. Se calcula que cada enfermo de gripe estacional se la contagio a una sola persona y la cifra parecer ser mayor en el caso del coronavirus. 

La segunda diferencia sería la gravedad de la enfermedad que causa, que también parece ser mayor en el caso del coronavirus, que provocaría una patología más grave. 

La tercera diferencia es que no existe vacuna para el coronavirus y sí para el virus de la gripe. Aunque haya hasta 20 vacunas en desarrollo para COVID-19 faltarían meses hasta que se hiciera realidad, mientras que todos los años la OMS estipula una vacuna concreta para cada temporada de gripe. 

La cuarta habla de la inmunidad. Mientras que mucha gente está inmunizado frente a la gripe, porque llevamos muchísimos años conviviendo con ella, nadie lo está frente al coronavirus y pasarán años, si es que el virus se incorpora a nuestro catálogo, hasta que eso suceda. 

Una quinta diferencia importante es la transmisión del virus mientras se está sin síntomas, algo muy habitual en la gripe estacional y que, de momento, parecer se una rareza en el caso del coronavirus. 

Las dos diferencias restantes se refieren a la manera que tienen las autoridades sanitarias de actuar frente a ambas epidemias. Mientras que nadie busca los contactos que ha tenido cada infectado por gripe (sería absurdo además de inviable), sí se está buscando activamente a cada contacto de los positivos por coronavirus. 

La razón, y esa sería la séptima diferencia, es que en este momento se está intentando contener esta epidemia o, en otras palabras, que en unos meses el coronavirus sólo sea un mal recuerdo. Es lo que se logró con el SARS y es a lo que se aspira con el nuevo patógeno. Se está viendo que las drásticas medidas aplicadas en China realmente están bajando significativamente el número de nuevos casos, habrá que ver qué pasa con el resto de los países. Por supuesto, esto ni se plantea con la gripe, que es un invitado a prácticamente todas las mesas cada invierno. ¡Que nadie se atreva a tocarla!

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