El pasado 8 de enero el diario estadounidense The Wall Street Journal se hacía eco a nivel mundial de una noticia que sólo la semana anterior se había publicado en la prensa estatal china. El titular del periódico americano era claro y conciso: "Científicos chinos descubren un nuevo virus al investigar un brote de neumonía". 

Menos de dos semanas después, el asunto ha pasado de la prensa china a la internacional y, de ahí, a los cuarteles generales del organismo sanitario más importante del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Este miércoles, el Comité de Emergencia de la Organización Mundial para la Salud de la OMS se reúne en Ginebra (Suiza) para decidir si el virus del que el WSJ habló en primicia fuera de China puede considerarse una emergencia de salud pública de interés internacional o, en otras palabras, si realmente nos tenemos que preocupar por este nuevo patógeno -ya identificado y bautizado como coronavirus 2019-nCoV- y la posibilidad de que cause una pandemia. 

El nuevo coronavirus provoca neumonía de Wuhan Efe

Elisa Cordero, especialista en Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), explica a EL ESPAÑOL que "una de las funciones de las autoridades sanitarias es velar por la salud de los ciudadanos y, para ello, detectar situaciones que puedan poner en peligro a la sociedad". 

Antes de que se sepa si finalmente la OMS declara esta infección una emergencia, simplemente el hecho de que lo plantee es signo de que el virus inquieta a los científicos, aunque Cordero se muestra cauta al respecto: "Los casos ocurridos por el momento están muy limitados geográficamente", comenta y añade: "Nuestra actitud es expectante a la información que se va generando". 

Extensión geográfica

La declaración de emergencia no siempre está acompañada de una expansión geográfica de la enfermedad. Por ejemplo, la última vez que se tomó esta medida fue con el brote del virus de ébola de El Congo, en verano de 2019. 

En aquella ocasión, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, explicó: "Si bien no hay pruebas aún de una transmisión local del ébola en Goma, RDC o Uganda, estos eventos representan una preocupante expansión geográfica del virus". "El riesgo de expansión del ébola en RDC y la región sigue siendo muy alto, mientras que el riesgo de expansión fuera de la región continúa siendo bajo".

De momento, como subraya Cordero, poco se sabe del nuevo virus. Se sabe, eso sí, que es un coronavirus que no se había identificado con anterioridad en los humanos. "Los coronavirus son una familia que produce desde enfermedades tan leves como un resfriado común a cuadros graves como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) o el síndrome respiratorio de oriente medio (MERS). Se caracterizan porque son zoonosis lo que significa se transmiten de animales al hombre", explica la portavoz de la SEIMC. 

Cambios en poco tiempo

Cuando se conoció la noticia en todo el mundo, el nuevo virus no había salido de China y había afectado a 59 personas. Apenas 8 días antes, eran 27. Para esa fecha, había siete pacientes hospitalizados en estado crítico, mientras que este miércoles la cifra ascendía a 440 y las muertes a 17. 

Algo más preocupante que ha ocurrido en ese periodo temporal es que el virus viajó de la localidad donde se detectaron los primeros casos -Wuhan- a otras ciudades chinas y también a otros países: Tailandia, Japón, Corea del sur y Australia. La última nación afectada ha sido EEUU, donde se acaba de declarar el primer infectado por el coronavirus. 

Por esta razón se han incrementado los controles en los aeropuertos y en los vuelos domésticos, algo que sonará a los que recuerdan la primera vez que se declaró una emergencia de este tipo: la infección por el virus de la gripe A que ocasionó la pandemia de 2009 y que también se intentó controlar de esta forma. 

Otro cambio importante y preocupante que se ha producido desde la descripción de la infección es lo que se ha sabido sobre la forma de contagio. Al principio, se tenía claro que el origen era un mercado de marisco y animales de la ciudad china y parecía que el coronavirus sólo se transmitía en una dirección: de animales a personas. 

Esto facilitaría la situación, puesto que valdría con tomar medidas contra ese tipo de lugares -el mercado se cerró- para controlar la infección. Sin embargo, y tras detectar las autoridades sanitarias cada vez más casos entre personas que no habían pasado por la zona, el lunes se confirmó lo peor: el virus se transmitía de persona a persona

La sombra del SARS

El caso recuerda al del SARS, que mató a más de 700 personas en 2002 y que también se inició en China. Esta infección resultó ser mortal en aproximadamente un 10% de los casos. Dependiendo de la capacidad de transmisión del nuevo patógeno, la cifra podría ser desorbitada o quedarse en anécdota. "Con el SARS tiene más similitudes porque ambos con coronavirus", relata Cordero. 

Pero en este punto todavía no se puede afirmar. Es justo lo que están estudiando los expertos. "En el momento en que se identifica es necesario investigar su capacidad de transmisión y la gravedad de la enfermedad que produce, para poder producir cuál será su impacto", recalca la portavoz de la SEIMC. 

Como también señala Cordero, para que se produzca una pandemia es necesario que se den dos circunstancias: que exista una infección por un microorganismo para el que la población no tiene inmunidad y, en segundo lugar, que éste sea capaz de transmitirse de forma eficaz entre humanos.

Aunque, en un principio, el nuevo coronavirus parece cumplir ambas, hay un dato alentador: "Parece ser que la transmisibilidad de este patógeno no es alta", señala la experta puntualizando que "la información es aún muy escasa". 

La actuación de España

Mientras se espera a que la OMS se pronuncie, el nuevo Ministerio de Sanidad español, con Salvador Illa al frente, está preparando unprotocolo de actuación ante la aparición de posibles casos en España, según ha adelantado Redacción Médica

Sanidad considera que las posibilidades de que llegue a nuestro país son, por el momento, limitadas: "España no dispone de aeropuertos con vuelos con conexión directa a Wuhan y esta ciudad no es un destino turístico frecuente, aunque se prevé en las próximas semanas un incremento de viajeros hacia y procedentes de China por las festividades del Año Nuevo Chino".

Sin embargo, más allá de las medidas que acuerde Sanidad para afrontar la posible llegada de un afectado por la enfermedad, Cordero aclara que actualmente "no hay tratamiento eficaz frente a los coronavirus, por lo que tan sólo se podrían realizar medidas de soporte". Por supuesto, esta situación podría cambiar con el tiempo. La declaración de este miércoles de la OMS dará una pista sobre las predicciones. 

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