"Ya hay más calvos que personas normales". Con este titular, el diario satírico El Mundo Today hace chanza sobre uno de los temas que preocupan a centenares de hombres y mujeres de nuestro país. De hecho, el 70% de la población padece algún tipo de pérdida de cabello -ya sea en cantidades mayores o menores-, según explica David Saceda, doctor y médico especialista en dermatología y tricología de la clínica Grupo de dermatología Pedro Jaén, a EL ESPAÑOL.

La alopecia androgénica -la calvicie común- afecta a hombres y mujeres de todas las edades. Pero ser calvo hoy en día puede ser una elección si se tiene el dinero necesario, aunque para el doctor no es cuestión de cartera sino de las "prioridades" de cada uno. "El perfil del paciente que acude al área de tricología de nuestra clínica es trasversal. Viene gente de alto poder adquisitivo y también gente modesta", explica.

"Hay gente que viene por una consulta muy puntual para después seguir un tratamiento en la región de donde vive y otras veces siguen el tratamiento con nosotros", relata. Asimismo, ejemplifica que varias veces han llegado a su consulta pacientes a los que les han hecho una chapuza tras haberse realizado un trasplante de pelo en Turquía. 

Actualmente existen varios tratamientos para frenar la calvicie pero antes de someterse a uno tiene que haber un diagnóstico: "Si no se produce un diagnóstico correcto se está tratando mal el problema, lo que podría tener otras repercusiones, además de una pérdida de tiempo y dinero", explica el médico.

"En España hay muchísimo timo relacionado con los tratamientos contra la alopecia", destaca el tricólogo. "Hay tratamientos que no sirven absolutamente para nada y encima son caros, como la ozonoterapia", añade. Y es que el riesgo de que te tomen el pelo es bastante grande, por ello explicamos a continuación cuáles son los tratamientos disponibles y que realmente funcionan para la alopecia común:

Fármacos antiandrógenos

La dutasterida y el finasteride son fármacos antiandrógenos -generalmente se toman en pastilla- con los que se puede tratar a un paciente que padece alopecia común. Estos bloquean el paso de la testosterona a dihidrotestosterona (el paso que provoca la caída del pelo).

Pero muchas personas tienen miedo a someterse a este tratamiento. Originalmente se utilizaba como medicación para la hiperplasia benigna de próstata, un crecimiento benigno de este órgano de los hombres asociado al envejecimiento. En este caso, gran parte de los pacientes de entre 70 y 80 años experimentaron problemas de disfunción eréctil. 

"Cuando se empezó a usar en gente joven se les informó del problema que existió con los ancianos, pero que realmente no debería tener ese efecto en gente de menor edad", explica el especialista. En este sentido, señala que hay varios estudios que avalan que si se produce una disfunción sexual en los jóvenes, probablemente, sea por un problema psicosomático más que por el tratamiento.

Microinyecciones de dutasterida

Se trata de un tratamiento que lleva cinco años aplicándose en España y que "está dando buen resultado", según Saceda. Así, para salvar el cabello se aplican varios pinchazos en el cuero cabelludo de dutasterida, cuatro veces al año y con un coste alrededor de los 800 euros.

Este tratamiento tiene dos fases: "La primera de mantenimiento del pelo que hay y aumentar la densidad del cabello; y la segunda de mantenimiento del nuevo pelo". Por lo general, este tratamiento no es sustitutivo de otros, como tomar el mismo fármaco en pastillas, sino complementario: "Sirve para reducir el tratamiento oral. Por ejemplo, el paciente pasaría de tomar pastillas todos los días, a hacerlo solo dos veces a la semana".

Este tratamiento inyectado elimina los posibles efectos secundarios de consumir vía oral el fármaco: "El paso a sangre es indetectable". El único efecto secundario que puede existir es una "leve molestia que puede durar unas horas por el propio traumatismo del cuero cabelludo por las inyecciones", manifiesta.

Plasma rico en plaquetas

Para este tratamiento se realiza una extracción de sangre. De esta muestra se separa mediante un proceso de centrifugación la parte rica en plaquetas (favorece el crecimiento del pelo), que posteriormente se vuelve a inyectar. "Hay muchos estudios que han demostrado su eficacia, a mi me gusta utilizarlo más en mujeres que en hombres, porque creo que es más eficaz", destaca el tricólogo.

Minoxidil

Se trata de una loción de uso tópico -por lo general- que se aplica a diario en el cuero cabelludo. "Es efectivo, es de las poquitas cosas que echándose en el pelo funcionan", señala. Saceda hace hincapié en la necesidad de "utilizarlo bien y con buenas formulaciones". 

Uno de los hándicaps que puede hacer que no tenga efecto es que "hay que ser muy constante" con este tratamiento y empezar a usarlo de la forma correcta (recetado por un médico): "Hay mucha gente que lo compra en la farmacia porque lo ha leído por ahí o por la recomendación de un amigo; y quizás no es el tratamiento que necesitan". 

Trasplante de pelo

Este es el último recurso para los calvos que ya no tienen vuelta atrás . "Realizando el trasplante de pelo en España no hay ningún riesgo", explica el dermatólogo. "Es una cirugía menor, en la que se aplica anestesia local. Pero sí es verdad que es una cirugía de unas cinco horas y necesitas tener una seguridad", explica Saceda ante el riesgo de realizarse este tipo de tratamiento en lugares que no sean seguros, como podría ser el caso del boom de injertarse pelo en Turquía.

"En Turquía hay de todo, tienes médicos buenos y clínicas buenas, de hecho algunas tienen reconocimiento internacional, de ahí viene la fama", explica. Pero alerta que "también hay un mercado no regulado que es lo más famoso y lo más barato, y no tiene porque ser bueno". 

"No digo que tenga que ir mal, hay gente que le ha ido bien, pero también tenemos aquí muchos casos de gente que viene a que les arreglemos", relata sobre los pacientes que llegan con "infecciones graves en todo el cuero cabelludo y la zona donde se ha extraído completamente apolillada".

Aunque reconoce que comprende que la gente esté dispuesta a correr el riesgo, ya que un tratamiento en Turquía puede costar entre 2.000 y 3.000 euros, frente a los entre 6.000 y 10.000 que cuesta en España. Ante esto, señala que si no sale bien en el país de Oriente Medio podría llegar a salir más caro ya que es "una lotería, te puede tocar de todo".

[Más información: Las arrugas y calvicie provocadas por la edad tienen cura: estos ratones son la prueba]

Noticias relacionadas