A finales del pasado mes de marzo, el periódico The Asahi Shimbun dio la noticia: un japonés de 60 años había recibido el primer trasplante de células de retina creadas a partir de células madre de un donante -en lugar de usar células madre propias-.

En este caso, según se puede leer en Nature, se usaron células de la piel de un banco de donantes que posteriormente fueron reprogramadas, creando así células madre pluripotenciales inducidas o iPS, un tipo de células madre que pueden dar lugar a la mayoría de los tipos celulares que existen en un organismo humano. En este caso, el resultado fueron células de retina, una zona del globo ocular para la cual no existe trasplante oficialmente en la actualidad.

Células madre donadas

Los médicos responsables de este procedimiento hicieron crecer células iPS con el objetivo de conseguir células de retina, las cuales se inyectaron en el ojo derecho de un paciente japonés de 60 años que sufría degeneración macular relacionada con la edad, una enfermedad ocular incurable en la actualidad que produce una ceguera de forma progresiva.

Ésta no es la primera vez que el equipo de investigadores japoneses, liderados por Masayo Takahashi del Riken Centre for Developmental Biologyha logrado usar células madre para convertirlas posteriormente en células de retina. Ya en el año 2014 se usó este procedimiento, con la diferencia de que en aquella ocasión las células madre procedían del mismo paciente que las usó; esta vez son de un donante, algo que no se había realizado nunca hasta ahora.

Tras el primer estudio de 2014, donde se usaron células de retina que se trasplantaron directamente debajo de la misma, un año después la enfermedad del paciente que había recibido el trasplante no había progresado. Por otro lado, hubo un segundo estudio del mismo año que tuvo que pararse porque se descubrieron anomalías genéticas en las células iPS utilizadas, las cuales procedían de la piel de un donante.

El futuro de los donantes de células madre

A pesar de que esta vez parece que la técnica usada para el desarrollo y trasplante de células madre es segura, y de que éste es el primero de los cinco pacientes para los que el Ministerio de Salud de Japón ha autorizado el procedimiento, hay que tener en cuenta que nos encontramos frente a un estudio precursor de los ensayos clínicos y que no se puede confirmar totalmente su seguridad.

A partir de ahora, el paciente que ha recibido el trasplante de células madre será observado durante cerca de un año, y posteriormente se someterá a chequeos durante tres años más. Durante este tiempo se analizarán posibles rechazos de las células madre, o el desarrollo de otras anomalías potenciales.

Finalmente, los investigadores destacan el hecho de que, si la técnica confirma su seguridad, será más fácil poder usar células madre pluripotenciales inducidas: no será necesario crear este tipo de células a partir de cada paciente, pues con recibir células de un donante será suficiente, y más rápido y barato.

Aún así, por el momento, los investigadores prefieren mantener la cautela y continuar las investigaciones al respecto. De hecho, hace apenas un mes tres mujeres perdieron la visión tras un ensayo clínico con células madre. Toda precaución es poca.

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